POV. LUZBEL
— ¿Por qué tardaste tanto en llegar, Luci? —pregunta burlón.
—Aleja tus sucias manos de arcángel de mi chica —sentencio.
Aun no logro comprender como esta mujer se puede meter en tantos problemas fácilmente, no me puedo descuidar un solo momento porque ya está metida en uno.
—Vaya, vaya, ahora resulta que el mismísimo Lucifer tiene una chica —la mano de Rafael se presiona más en el cuello de Mackenzie —El tiempo se acabó.
Me acerco a él dispuesto atacarlo cuando saca su espada presionándola en el cuello de Mackenzie, me detenga en seco. Chasquea la lengua mientras niega con la cabeza y con su dedo índice.
—Si yo fuera tu no me acercaría.
—Ella no tiene nada que ver aquí, déjala ir.
Vuelve a chasquear la lengua.
—En eso te equivocas —Mackenzie solloza —Ella es la culpable de que tu estés aquí por eso tiene que morir
Puedo vislumbrar la confusión en la cara de Mackenzie antes de pasar a uno de completo terror. Intenta zafarse de su agarre ocasionando que Rafael la pegue más a su pecho inmovilizándola con su brazo libre. En un movimiento disimulado saco la pequeña daga que tengo en el bolsillo de mi pantalón.
—Entonces —sobo mi barbilla —Me estás diciendo que la vas a matar porque no tienes la suficiente fuerza y valentía para vencerme y por eso tienes que atacar a los débiles —me burlo.
Una chispa de rabia se apodera de su rostro, sonrió complacido al lograr mi objetivo. Disimuladamente hago una seña que, por suerte, Mackenzie entiende. Su cara se ilumina de alivio antes de hacer un leve asentimiento de cabeza.
—Tengo claras instrucciones de matarla —puedo ver un hilo de sangre correr por su cuello —Y es lo que hare y tú no me lo vas a impedir.
En un rápido movimiento Mackenzie encaja su daga en el estómago de Rafael mientras yo lanzo mi daga hacia su brazo, la espada que sostenía en ella cae al suelo. Me dirijo a él, aprovechando su distracción le suelto un puñetazo mandándolo al suelo. El no pierde el tiempo dejando caer un golpe en mi abdomen. Me alejo viendo cómo se limpia la sangre.
Me abalanzo directo atacarlo, pero un montón de piedras son lanzadas hacia mí, como si de balas se trataran. No es como si me hicieran mucho daño, pero si causan una molestia. Me cubro con mis alas, sigo avanzando hacia él.
Le propino un gancho ocasionando que se doble, lo del cuello enderezándolo, lo estrello contra la pared más cercana.
— ¿Qué no te lo voy a impedir, dices? —pregunto —Porque en estos momento es justo lo que estoy haciendo —sonrío burlón —Eres tan tierno cuando piensas que puedes vencerme, es una lástima que eso solo viva en tu pensamiento.
Sin contemplaciones saco la daga que aún se encuentra en su hombro para posarla sobre su garganta, una sonrisa arrogante se apodera de su rostro, presiono más la daga.
— ¿Ahora vas a matarme? —dice, altanero —Vamos, mátame delante de tu supuesta chica, para que dé una vez por todas se dé cuenta de lo que realmente que eres.
Su respuesta me desbalancea durante unos momento, dirijo mis ojos a donde se encuentra Mackenzie, se está abrazando así misma mientras tiembla del miedo. Sino hubiera llegado a tiempo probablemente ahorita estaría muerta y eso jamás me lo hubiera perdonado.
—Tienes razón —regreso mi vista a él. Una sonrisa se apodera de mi cara y una pizca de miedo se apodera en sus ojos, pasa saliva —Pero, ella sabe lo que realmente soy y si no hubiera llegado a tiempo ella estaría muerta y entre ella y tú —intenta zafarse de mi agarre —Mejor tú, salúdame a nuestro padre — y con eso último paso la daga por su cuello.
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Luzbel en New York (Editando)
De TodoMackenzie Stone, una chica que se mete en problemas al encontrarse sola, aburrida y con una suspensión en su primer día de clases... ¿Qué cosa mala podría pasar cuando por aburrimiento invoca a Lucifer?