Donde le borran la memoria a Violet y ella tratará de recordar su pasado gracias a los hermanos Peviense.
• Edmund peviense.
• Las crónicas de Narnia: El príncipe Caspian y el viajero del alba.
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Violet iba caminando al lado de Edmund en silencio, estaban casi corriendo. Amalia quería ver a sus hermanos y a Lucy para ver si estaban bien.
— Violet...—Dijo Edmund, él quería hablar sobre ese tema, pero desde cuando él la ayudó a levantar, ella se fue casi corriendo.
— No digas nada.—Dijo Violet para mirarlo.—. Es mejor así.
Edmund enfadado la cogió del brazo.—. ¿Como que está mejor así? Casi te matan.
Violet le miro a los ojos.—. Me lo merecía.—Violet trago saliva.—. Si nunca hubiéramos dejado a Julianna y Eustace fuera nunca hubiera pasado. Si yo hubiera dicho desde un principio que no, no estuviéramos aquí. Si yo nunca hubiera venido.
Edmund la miro fijamente, ¿Donde estaba su querida Violet? ¿Donde estaba la persona de cual se enamoró? Él creía que cuando dejó de mandarle cartas había sido mejor para los dos, ya que él se podía enamorar de otra persona y ella de otra. Pero paso lo contrario, el tuvo miedo de que ella tuviera una especie de depresión.
— No, Amalia. No fue tu culpa, fue mía. Si nunca le hubiera dicho a Eustace y a tú hermana de que se quedaran fuera, nunca hubiera pasado esto. Estuviéramos probablemente en el barco y tú nunca hubieras pasado eso.—Dijo acercándose a ella.—. Y no creas que te lo digo por que te quiero. Si no por que tengo razón.—Suspiró, Violet empezó a llorar silenciosamente.—. Lo siento por no haberte mandado cartas. Yo le dije a Lucy que no te mandara cartas por nuestro propio bien, y fui egoísta, solo pensé en que tú te puedas enamorar de nuevo y yo también. Nunca pensé en tu relación familiar y lo que estabas pasando, fui un completo tonto.—Le cogió de la cara para acariciarla, extrañaba tenerla así entre los brazos.—. Me he dado estos pocos días que llevamos juntos, que estás mal. Y me duele no ayudarte, y sé que estás mal por casi culpa nuestra. Mis hermanos y yo no te mandamos cartas, Susan se fue con nuestros padres y no veía tus cartas, Peter esta con el profesor y yo y Lucy fuimos unos completos idiotas al no mandarte.
— Edmund.
— Déjame ayudarte, por favor. Déjame ayudarte a ser la Violet que conocí, a la verdadera Violet.—Dijo para acariciar su mejilla.
Violet miro sus labios, si ella no pudo recuperar su otro yo, el menos, aunque no quería, ella había perdido toda la confianza en el.
No fueron las cartas, tampoco fue por que el amor que siente por él disminuyó. Fue por que al estar tanto tiempo separados ya no confía en el. Es como tener un amigo de la infancia y que él se vaya de viaje, y a los 5 años vuelve. Obviamente no van a tener la misma confianza que antes, se la tienen que ganar.
