Donde le borran la memoria a Violet y ella tratará de recordar su pasado gracias a los hermanos Peviense.
• Edmund peviense.
• Las crónicas de Narnia: El príncipe Caspian y el viajero del alba.
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Violet estaba con Gáel, Lucy y su hermana explicándole las cosas hasta que el capitán ordenó que durmiéramos en la isla.
Violet se puso un vestido negro, aunque le gustaba más los pantalones, los pantalones que tenían allí eran horribles. Era mejor usar vestidos según ella.
Fueron a la isla y los Pevensie, Caspian y ella empezaron hablar sobre sus vidas. Claro, aunque Violet no quiso hablar mucho ya que su vida fuera de Narnia no era la mejor. Ella solo escuchaba las historias que le contaban hasta que le dio sueño y se acostó al lado de su hermana.
Violet abrió los ojos y pudo ver la puesta de sol, se levantó y pudo notar unas pisadas enormes y se asustó.
—¡Caspian!—Dijo sacudiéndolo para que se despierte.—. ¡Caspian! ¡Mira!
Caspian abrió los ojos y se reincorporó rápidamente, observó las grandes pisadas y decidió despertar a Edmund, Edmund hizo lo mismo que él.
—¿Dónde está Lucy?—Dijo Edmund preocupado por su hermana. Violet empezó a mirar a todos lados para buscarla pero no la veía, ella intentó tranquilizar a los chicos diciendo que fue al baño pero las enormes pisadas dijeron lo contrario. Encima, ella la hubiera despertado. El capitán empezó a despertar a todos y Caspian empezó a indicar.
—¿Qué ha pasado?—Dijo su hermano adormilado.—. ¿Por qué nos despertamos tan temprano?
—Lucy no está —Dijo Amalia agitada y preocupada.—. No está, Tom.—Dijo llamándolo con el apodo que le llamaba cuando era joven.—. No está, ¿Y si la han secuestrado?—Dijo para mirarlo.
—Escúchame.—Dijo agarrando su cara con sus dos manos.—. Ella estará bien, la encontraremos.—Violet sonrió por lo que le dijo su hermano y empezó a caminar. Aunque no la había tranquilizado estaba agradecida de que lo hubiera intentado.
Violet cogió su arco y decidió dárselo a su hermana menor.—. Por si acaso.
Julianna miro el arco con admiración, era su primera arma.—. ¿Tú que tienes?
—La espada de mi madre.—Julianna abrió los ojos, ¿Ella tiene dos madres?—. ¿Por qué crees que soy princesa, tonta?
Siguieron avanzando y no había rastro de Lucy por ningún lado.
—Caspian.—Llamó Edmund.—. La daga de Lucy.
Violet al escuchar eso fue corriendo a donde Edmund y vio la daga, no quería preocuparse más pero ya lo estaba haciendo. Violet se estaba empezando a culpar a ella, si ella hubiera despertado antes capaz que nunca hubiera pasado eso. O tal vez se la hubieran llevado a ella.
Empezó a caer un montón de palos desde el cielo.—. ¡Cuidado!—Grito Violet. Apuntó su espada arriba por si venía alguien desde arriba.
—¡Quietos ahí o pereceréis!—Dijo una voz flotante.
