El camino a casa de Eric Cartman fue mucho menos tenso de lo que esperaba Gregory. Brad solo hacia unas cuantas preguntas ocasionales a todos los chicos y parecía no tener intenciones de interrogar legalmente al novio de su hija. Lo peor que pasó fueron los silencios repentinos que se causaban cuando todos respondían a las preguntas que el mayor de edad hacía y en menos de lo que el rubio esperaba, el padre de Rose ya se estaba estacionando frente a la casa de Eric.
—De acuerdo, chicos. Hagan lo que tengan que hacer, solo apresurense— Dijo Brad mientras quitaba el seguro para niños.
Los cinco chicos agradecieron y avanzaron hasta la entrada de la casa. Gregory toco la puerta tres veces y espero a que atendieran.
—Tienes suerte de que estuviéramos aquí— Dijo Stan de repente.
—No creo que haya sido suerte, tal vez aun no era su hora de morir— Bromeó el topo, haciendo que todos, excepto Gregory, rieran.
—¿Que quieres decir?— Dijo el rubio mientras fulminaba a su mercenario con la mirada.
Pero la puerta fué abierta dramáticamente, acompañada únicamente del chirrido de las bisagras.
Gregory estaba mentalmente preparado para negociar, incluso si eso incluía en las exigencias de Eric una casa de playa en Hawai.
Excepto lo que Eric le dijo después de que le pidiera solo a el entrar a la oscura casa.
* * * * * * * *
Rose no supo como reaccionar a la repentina confesión telefónica de Gregory; Aunque ella no estaba segura de que fuera una confesión.
Ella sabía lo que Gregory sentía por ella (ó al menos tenía una idea) y ella también sentía algo más fuerte que un simple cariño por él; ninguno se lo había dicho al otro de frente y Rose nunca lo sintió necesario, por lo tanto no estaba preparada para digerir ese tipo de información lo suficientemente rápido para poder responderle con una respuesta casualmente típica de parte de ella.
Y lo único que atinó hacer, fue hacer un humillante tartamudeo y colgar para mirar el teléfono como si fuera la primera vez en su vida que veía algo así de brillante y bonito; y aún siendo víctima de una taquicardia, guardó el móvil en su sudadera y comenzó a caminar sin rumbo alguno.
Se detuvo en una parada de autobús para descansar las piernas y trató de mirar con más detalle la canasta. Su objetivo no fué si quiera comenzado, pues mientras intenaba prestarle atención a los detalles, como siempre hacía, solo podía reprocharse su falta de consideración con la única persona en todo el pueblo que la ayudó por mera filantropía, y con esos pensamientos continúo andando por las calles sin prestarle atención a realmente nada.
Cuando volvió a la tierra, de nuevo hablaban sobre Dave y se fue caminando (con prisa) al parque más cercano, ya que desde que ella recuerda, suelen ser lugares lindos; Apenas llegó y harta de sus propios pensamientos tomo de nuevo su celular, pero no para alguna llamada. Conectó sus audífonos, puso la lista de reproducción con el título "Casos de emergencia" y se sentó en la sombra de un árbol.
Mientras las canciones de moda que solía escuchar en su despertador se reproducían, sacó un pastelillo de la canasta y comenzó a comerlo con un poco de nerviosismo; Recargó la cabeza en el tronco del arbol y mientras saboreaba el merengue lavanda, se preguntó que es lo que Gregory pudo haber comprado como regalo, haciendose sentir como una estúpida preadolescente enamorada.
¿...Pero no eso soy?
Y el hecho de que Lorde le cantara al oído no ayudó a quitarse esa sensación, así que cambió la canción.
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Atrapada en South Park.
FanfictionUna chica nueva llega a South Park, y esta chica debe sobrevivir a todas las cosas que le esperan al lado del grupo de amigos del cual nadie quiere estar cerca.