La guardiana y los pastelillos.

714 40 14
                                    

Falté tres semanas a la escuela, pero para cuando regresé a clases, la pesadilla aún no terminaba; Pasaron las primeras horas y todos parecieron formar orquesta para fastidiarme.

"Rose, ¿Por que faltaste tanto tiempo? No es de tu puta incumbencia.

Oye, ¿No eres la novia de ese lindo rubio con acento y buen culo? ¿Y a ti como por que cara...? ¿Cómo que buen culo?

¿Es cierto que conoces a Dave? ¡Mierda!

Rose, ¿Que es Homestuck? ¡Se llama internet! ¡Buscálo!

¿Te enteraste del incendio que hubo en el parque? Hey, están atrasados por varios capitulos.

¿Es cierto que tienes dos padres? ¿Por qué? ¿Son gays? ¡CARAJO! "

Y de colmo, Gregory apenas me había saludado hoy. Sonó la campana, indicando que era la hora del recreo; Yo apenas pude ir a mi casillero, cuando sentí que alguien tocaba mi espalda.

—¿Tú eres Rose Overland?— Era un niño de cuarto grado, pecoso, ojos claros y cabello castaño ondulado.

—No te interesa por que falte tanto tiempo ó mi vida social, no consigo autografos de Dave, puedes encontrar Homestuck en Google, tampoco soy bombera voluntaria y si mi padre es gay ó no te importa un coño con herpes. Puedes irte por donde viniste— Dije rápida y fríamente mientras cerraba mi casillero.

—De hecho, no venía a eso. La directora quiere verte— Dijo mientras comenzaba a seguirme.

—¿La directora?

—Sí, quiere verte.

Me quedé mirando al niño un momento más, esperando que dijera algo como "¡Es broma!" y se fuera corriendo, pero no lo hizo; Lo miré seria un segundo más, pensando en algo que hubiera hecho que merezca una audiencia con la directora, pero el niño logró convencerme. Me guió hasta la oficina y apenas llegamos a la puerta, se fué. Toqué un par de veces y la entrada me fué accedida amablemente desde adentro.

—Rose, ¿Cierto?

—Sí.

La directora dejó los papeles que leía y me miró. Esa era la primera vez que veía a la directora en persona.

—Esta quincena te toca ser guardiana del pasillo— Dijo mientras me entregaba una banda;

Tenía escrito guardián del pasillo con pintura textil negra.

—¿Y eso...?

—Sólo tienes que patrullar los pasillos en hora de clase y si hay alguien fuera de sus salones, debes pedirle un permiso especial para poder estar fuera— Dijo mientras retomaba asiento.

—¿Eso significa que no voy a entrar a clases esta quincena entera?— Pregunté incredula.

Ese era más un regalo que participación estudiantil obligatoria.

—Si, por eso el guardián de pasillo cambia constantemente— Dijo acomodandose los lentes —Ah, y tienes que quedarte horas extra, ya sabes, por los alumnos castigados.

Los gajes del oficio.

—De acuerdo.

—¿Estás conciente de que esta es una responsabilidad importante?

—Claro, lo haré bien.

—Empiezas hoy.

Asentí en respuesta, salí de la oficina de la directora y me dirigí de nuevo a mi casillero.

Atrapada en South Park.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora