Atrapada en South Park.

Como abejas a la miel.

5:30 AM.

La misma calle solitaria, yo acababa de devolver el estómago. Volteé a ver el cuerpo de Kenny, aguantando las ganas de volver a vomitar, pero él ya no se encontraba tirado en el suelo;

Se estaba apoyando en sus rodillas para poder ponerse de pie. En un parpadeo, ya estaba de pie, recogiendo el arma que lo había herido.

Miró hacia la nada por un momento más, y luego, se giró para verme a mí. Me sonrió, me congelé. Ni siquiera pude recordar cómo respirar.

—Vamos Rose, tenemos que hacerlos pagar—

Dijo con su grave voz, y luego se acercó hacia mí. De alguna manera pude retroceder, pero terminé callendo sobre mis espaldas. Él se puso de cuclilllas, a manera de que nuestros rostros quedaran frente a frente. Yo seguí aterrada, y con la mano temblorosa, apunté el pecho de Kenny, el cual seguía sangrando.

Su herida estaba manchando todo el torso del disfraz de Mysterion con su sangre, al mismo tiempo que salpicaba sobre mis claviculas.

—¿Qué? ¿Esto?— Dijo, tocando su herida con el dedo índice. —Relajate. Ya estoy acostumbrado— Tomó mi mano, me pusó de pie, y me llevó con él, por el mismo camino dónde se habían ido los pandilleros.

Mientras corriamos, miré hacia el rastro de sangre que Mysterion dejaba detrás de él. De repente, me tropecé. No caí al suelo por que Mysterion todavía tenía mi mano.

—¡Vamos!— Me animó mientras me estabilizaba. Miré hacia enfrente, buscando el final de la calle pavimentada, pero estaba demasiado oscuro.

Los edificios se veían igual que la parte abandonada del pueblo, pero como si el pueblo hubiera sido así desde siempre, Mysterion me volvió a jalar, esta vez no corrimos, pero parecía que me estaba guiando; De repente, la calle se convirtió en el pasillo principal de la escuela, donde apesar de que estaba oscuro, cada quién se ocupaba de sus asuntos.

Salimos por la puerta trasera, y los chicos goticos me despedían con la mano, mientras Mysterion me seguía guiando, y entramos por un tunel aún más oscuro que el pasillo de la escuela.

El tunel parecía más un museo, adornado con fotografías, cada una aún más asquerosa que la otra.

Lanzas, palos de madera, tubos de metal atravesando el pecho de Kenny, este mismo siendo atacado por animales, ahogandose en su propia sangre; Mysterion atravesado por una especie de estalagmitas, apuntandose con un arma entre ceja y oreja, la misma arma dentro de su boca.

Y al final del tunel, en un cuadro gigante, Kenneth McCormick quemandose vivo; Sin decir nada más, me solté del agarre de Kenny, y comencé a correr al comienzo del tunel, sin importarme que tendría que ver a los góticos de nuevo; Pero entre más aceleraba el paso, el comienzo del tunel se alejaba cada vez más y más.

Al final terminé tropezandome, de nuevo con las agujetas de mis tenis.

—Levantate— Una mano se extendió frente a mí, y la acepté, confiandome en ese impecable acento británico. Cuando me puse de pie, vi a Gregory, con la misma chaqueta vieja que usa Kenny. 

El terror se apoderó de mí, haciendome querer correr de nuevo. Choqué de espaldas con Stan, luciendo las mismas ropas que Gregory, y con el pánico siendo mi único medio de razón, busqué hacia otro lado, encontrandome con Christophe, Kyle, Eric, Butters y el resto de la escuela comenzando a acorralarme, mientras se ponían las capuchas de las chaquetas.

Parecían una de esas sectas religiosas, tratando de hacer que me uniera a ellos.

Cómo caído del cielo, llegó Mysterion, pero en lugar de tratar de sacarme de ahí, se quitó la capucha, y luego el antifaz, dejando a a vista de todos una herida que atravesaba su cabeza. Todos terminaron acorralandome contra el gran cuadro de Kenny incendiandose y cuándo la asfixia de todos mirandome ya me comenzaba a marear, cada uno señaló hacía cada uno de los cuadros que había ahí, y terminaron siendo cada Kenny que estaba retratado, con todos los detalles que había en las fotografías enmarcadas.