Capítulo 55: ¿Seguimos o no con la música?

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La celebración de los dos títulos mundiales se nos fue a todos de las manos. Pero el domingo aún con resaca y a saber que más cosas pasaron el sábado por la noche me pongo a darle vueltas a la cabeza. No sobre mi relación con Marc. Si sobre que habremos hecho esta noche. Es obvio que aquí ha pasado de todo con solo ver cómo estamos en la cama.

A lo que le doy vueltas es a como responderá la prensa cuando cancele mi contrato discográfico. Y no conmigo. Si no con Marc. No hago más que pensar desde que me he despertado en que sí cancelo y no renuevo el contrato le van a echar a Marc la culpa de que no trabaje más como cantante. Dirán que él me ha pedido que no siga cantando para poder estar más tiempo con él, o para acompañarle a los Grandes Premios. No sé. Empiezo a dudar de su voy a tomar la mejor decisión y si no va a afectar a Marc todo lo que haga. Siga o no con la música la sorpresa sigue en pie. No pienso dar marcha atrás por nada. Lo único que no sé, es sí mi retirada afectará a Marc. Y si lo hablo con él me dirá que no siga si no quiero y que no piense en si le puede afectar o le pueden echar la culpa a él por mi decisión propia. Me voy a volver loca y no consigo decidirme a que es lo mejor para mí y para Marc. No puedo no pensar en que sería lo mejor para él. Su carrera es mucho más importante que la mía. Y dudo que hablar con Alex me ayude tampoco. Me diría que haga lo que sea mejor para mí. Y que ya ellos se encargarán de que no metan a Marc en medio.

Quizás si debería ir a despertar a Àlex y hablar con él. Cuando hablo con él me quedo mucho más tranquila. Es como mi hermano pequeño y mayor a la vez. Aunque solo es mi cuñado. Mi hermano político. Aunque ni yo me haya casado con Marc, ni él con Pablo. Intento levantarme de la cama, pero Marc me agarra. Me doy la vuelta y veo cómo está ya despierto.

-Hola nene.
-Buenos días, Xenia.
-¿Resaca?
-Contigo a mi lado no.
-No soy milagrosa nene.
-No. Pero parece que ayer tenías calor.
-Tú también.
-Sí. Curioso tener frío en pleno noviembre, ¿no?
-Ambos sabemos bien lo que pasó anoche. No te hagas el tonto Marc.
-Te amo, Xenia.
-Y yo a ti, Marc.

Nos besamos como forma de darnos los buenos días, pero no podemos hacer nada más. Un morenito de metro ochenta entra como Pedro por su casa en la habitación de Marc y además de cortarnos el rollo nos entra la risa al verle las pintas que lleva nada más levantarse.

-Hola cuñadito. ¿Ya llegó Navidad? Tienes los pelos que pareces el mismísimo Grinch. Sólo te falta ser verde.- le digo descojonándome de la risa.
-Xenia... Contrólate amor.
-Lo siento. Es verdad. No es momento para burlas. Estamos los 3 que damos pena. ¿Te pasa algo cuñi?
-¿Podéis sacar a Stich y Shira vosotros? Yo estoy muerto hoy.
-Yo me encargo de mis sobrinos.
-Pero...- me interrumpe Marc. Pero no le dejo seguir.
-Pero nada. Vístete y prepara el desayuno. Vuelvo en un ratito con los perros.

Me visto con lo primero que pillo y luego voy a por Stich y Shira que ya están en la puerta de casa esperando a que alguien los lleve de paseo. Se dejan poner las correas fácilmente y me voy con ellos.

El paseo se alarga. Entre ambos me arrastran y luego casi me pierdo por Cervera. Están acostumbrados a salir a entrenar con esos dos y yo no soy capaz de seguirles casi el ritmo. Pero tampoco me cuesta hacerlo con exceso.

-Sois adorables.- les digo cuando ya están más calmados.

Parece que Shira me entiende porque se gira a mirarme. Además de más joven es más mimosa. Se nota bastante. Es adorable y achuchable. Y son tan nobles que seguro que serían los mejores compañeros para un bebé.

-Seguro que sí yo y Marc tuviéramos un hijo seríais unos compañeros estupendos para el pequeño. Aunque eso no pasará pronto.

Cuando termino el paseo con Stich y Shira y vuelvo a casa de Marc, la mesa del comedor está a reventar de comida. Como se nota que gastan energía por un tubo. Yo me como eso y se va directamente al culo.

-¿Va a venir toda la familia a desayunar?
-No. Sólo nosotros 3.
-Pues va a sobrar comida.
-Ya veremos en un rato.
-Sí, ya veremos dónde guardar las sobras.

Stich y Shira campan a sus anchas por la casa. Bueno, más bien Stich campa a sus anchas. Shira me persigue por casa. Aunque no dudo en darle mimos y en cogerla en brazos. Es una perrita adorable.

-¿Siempre es así de mimosa?
-Sí. Un poco. Aunque parece que te ha cogido cariño hoy. Normalmente si está Àlex se va con él.
-Bueno, le gustará tener a otra chica en casa.
-Puede ser. A mí también me gusta tenerte en casa. Podrías quedarte aquí más tiempo.
-Créeme que sí fuera por mí me venía de forma definitiva.
-Sería perfecto.
-Desayunemos que estás delirando por hambre.

Marc no me rechista y desayunamos los 3 con Shira y Stich yendo y viniendo a nuestros pies. Me encanta estar con ellos así. Sería una maravilla poder estar así toda la vida.

Tras el desayuno Marc sube a ducharse, y me quedo con Àlex en el salón. Empiezo a darle vueltas a que debería hacer con el contrato. De momento no he firmado ni la renovación, ni el vencimiento de este.

-Àlex...
-Dime.
-Estoy pensando en si meterán a Marc en mi decisión de dejar mi carrera en la música. No quiero que la prensa blasfeme contra él diciendo que lo dejo porqué él me lo ha pedido. Yo sé que no sería verdad. Pero no sé cómo puede afectar eso a Marc.
-Te voy a decir lo mismo que te diría él. Piensa tú lo que es mejor para ti, y si quieres dejarlo, olvida lo que pueda decir la prensa. Si quieres seguir, sigue, si no, no lo hagas. Sólo tú sabes lo que es mejor para ti.
-Lo voy a pensar, y si eso también hablaré con la discográfica y llegaré a un acuerdo que me venga bien. ¿Me has podido ayudar ya con la sorpresa para Marc?
-¿Sigue en pie?
-Sí. Siga o no, pienso hacerlo.
-Creo que he encontrado el sitio perfecto.
-Gracias cuñi. Eres el mejor.

Marc no se enteró de nada. Shira siguió persiguiéndome todo el día y tras darle vueltas toda la noche, el lunes me fui a Barcelona y cerré un trato con la discográfica para seguir, pero con mis condiciones. Grabaré el disco y haré la gira. Pero quiero tiempo espaciado para estar con Marc. Y tener libres los fines de semana de Gran Premio en España. Costó un poco que cedieran, pero no querían que me fuera, así que dieron a brazo a torcer sin problema. Ahora toca ir a Cheste con los chicos, y terminar de preparar la sorpresa de Marc.

Triple Márquez (TM 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora