Capítulo 44: Complicado para verse.

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Tras la celebración del 17 de febrero, tuve que irme unos días después. Aunque Marc casi no me suelta. Pero ambos teníamos cosas que hacer. Él tenía tests de pretemporada, y yo reuniones para ver cómo ir sacando los nuevos singles y demás cosas con la discográfica.

Ya ha habido tres Grandes Premios este año. Así que además de ver a Marc, y a Àlex por supuesto, por la televisión no he podido verlos de ninguna otra manera. Bueno, sí. Por videollamada. Pero ninguno ha tenido tiempo para ir o venir. Y aunque el próximo GP es el de Jerez no voy a poder ir. Ya tengo compromisos para ese fin de semana. Y no pude cancelarlos desde el principio. Así que el primer GP al que iré no sé cuál será. O si es que consigo ir a uno este año. Sería muy irónico que el año pasado fuera 3 veces y este ninguna cuando este año sí estoy con uno de los dos hermanos. Pero no puedo hacer mucho.

Marc quedó 2° en Qatar, 1° en Argentina, y se cayó al suelo yendo primero en Austin. Habría sido su 8ª victoria seguida allí. Pero pecó de confianza. Àlex en cambio, quedó 7° en Qatar, 3° en Argentina y 5° en Austin. Nada mal para ambos. Y mejor que les irá seguro.

En una semana mi cuñado por partida doble tendrá 23 años. Y dudo que pueda ir. No hago más que cabrearme y ofuscarme últimamente. No puedo ir a ver a Marc, él tampoco puede venir, y me voy a perder el cumpleaños de Àlex cuando me encantaría poder estar ahí con él y achucharlo. Quizás Pablo si piense ir. O quizás solo tienen una relación a distancia muy rara y me va a obligar a pisar la casa de nuestros padres para ponerle en su sitio. Yo fui a ver a Marc en su cumpleaños. Y todo lo que pasó detrás es cosa nuestra. Pero fui a estar con él.

Y... Hablando de los Márquez. Me suena el móvil y es una videollamada entrante. De Marc.

-¡Hola!
-Qué efusiva estás hoy.
-Me gusta verte. Aunque sea a través de una pantalla.
-Quizás pueda darme un salto. Hasta dentro de dos semanas no tengo que ir a ninguna parte.
-La próxima semana es el cumpleaños de Àlex. No puedes dejar a tu hermano solo.
-Pues que se venga y así puede aprovechar para ver a su chico.
-A menos que haya cambiado de novio, sigue siendo mi hermano y no vive conmigo.
-Mejor para nosotros.
-Marc... Quiero verte. Y quiero estar contigo. Pero seguramente tenga que estar yendo y viniendo estos días. Cuando pueda ir, voy.
-No me gusta que tengas que venir siempre tú. Pero si vas a estar ocupada... Ya nos veremos entonces.
-Lo siento. Sabes que me muero por verte amor.
-Lo sé. Y yo por verte a ti.
-Ojalá tenga un hueco pronto.
-Ojalá.
-Te quiero.
-No más que yo a ti.
-Claro que sí.

Y cuelgo. No pienso pelearme por quién se quiere más. Y Marc lo sabe. Así que no le suele molestar que le cuelgue cuando pasa algo así. Aunque no tengo tiempo ni para levantarme del sofá antes de que me suene el móvil de nuevo. Pero no es Marc, sino Àlex.

-¿Qué le pasa a mi cuñi?
-Qué no me has dejado saludarte.
-Pues haber asomado la nariz que no estabas por ninguna parte.
-No quería molestar.
-Me ahora me llamas... Todo muy lógico. ¿Cómo llevas que en una semana serás más viejo?
-Solo son 23. No estoy tan viejo.
-Para un piloto quizás sí.
-Pues si yo estoy viejo Marc ya debería retirarse, ¿no?
-No estaría mal. Así me lo puedo traer cuando quiera.- le digo haciendo como que me lo pienso de verdad.
-Yo voy cuando quieras, ya te lo he dicho.- oigo decir a Marc a la lejos.
-¡Y yo te he dicho que si vienes ahora te vas a quedar solo en casa!
-Déjalo. Está a lo suyo.- me dice Àlex.
-Bueno. Ahora me toca preguntar a mí. ¿Qué tal con mi hermano? No sé nada de él desde enero.
-Bueno... Ahora mismo no es que hablemos mucho. Está con los exámenes a la vuelta de la esquina. Pero vino hace poco y... Y nada.
-¿Todo bien?
-Todo bien.
-Me alegro. Si pasa algo, avísame y voy a dejarle claro las cosas.
-No creo que haga falta.
-Bueno, con Pablo nunca se sabe.
-No tienes que preocuparte Xenia. ¡No necesito una niñera!- y lo último se ve que se lo dice a Marc por el tono y por los gestos.
-Ya me encargaré yo de entretener a ese. Hablamos otro día Àlex.
-Sí. Buenas tardes Xenia.
-Buenas tardes cuñi.

La verdad es que me encantaría estar allí con esos dos. Pero si me mudo la discográfica me va a comprometer más aún para reuniones presenciales. Así que aquí estoy muy bien hasta que se acabe todo. Luego ya veré si me voy de aquí o no. Todo dependerá de cómo me vaya con Marc. La distancia en tantos sentidos es muy mala. No solo vivimos separados, sino que él está por todo el Mundo y no está en casa casi nunca tampoco. Así que una mudanza quizás tampoco me serviría de mucho. Aunque estar más cerca es una ayuda. Claro que sí. Pero ahora no es momento de pensarlo.

Los siguientes días estoy de aquí para allá. Y al final veo un pequeño hueco para poder ver a los dos hermanos el día del cumpleaños de Àlex. Normalmente avisaría a Àlex para sorprender a Marc, pero es el cumpleaños de Àlex. Así que preferí sorprenderlo a él.

 Así que preferí sorprenderlo a él

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Y tal cual le dije a Marc. Todavía no había salido de la sala de reuniones y ya estaba marcando el número de Marc.

-Hola.- me dice un poco seco.
-Hola. ¿Te pasa algo?
-No.- vuelve a decir en el mismo tono.
-Ehh, creo que mejor me vuelvo a Almería.

Me quedo un rato en silencio absoluto. Marc no responde y ya estoy por colgar y mandarle a la mierda cuando me responde y mucho más animado.

-¿Ya has salido?
-Sí. Estoy saliendo ahora.
-Estoy en la calle de detrás. Àlex está aquí conmigo de mala ostia.
-¡Ya voy!

Medio corro para dar con Marc. Y con Àlex. Y aunque me muero de ganas de abrazar y besar a Marc, cuando me hace un gesto con la cabeza hacia el coche le hago caso y voy a por Àlex.

-¿Hay sitio para alguien más aquí detrás?- le pregunto a Àlex alongándome para verle.
-¡Xenia!
-Esa misma.
-Menos mal que has venido.
-¿Estás bien?
-Mejor que Pablo sí.
-¿Qué?
-¿No lo sabes?
-¿El qué?
-No es nada importante, pero está con el brazo escayolado. Iba a venir ayer y me llamó por la noche para decirme que no venía al final. Y luego me mandó la foto con el brazo así.
-¿Qué brazo es?
-Podrá hacer los exámenes, tranquila.
-Menos mal.
-¿Podemos irnos?- pregunta Marc.
-Sí.

Nos vamos juntos a Cervera. Comemos todos juntos en su casa. Y luego me invitan a ver cómo se vuelven locos en el circuito con las motos. No les digo que no. Es el cumpleaños de Àlex, mi hermano no viene, está con el brazo hecho mierda, y no voy a fastidiarle los planes que tuviera por estar con Marc unas horas.

Una vez allí me encargue de hacer algunas fotos. Y Marc no podía no hacer el tonto.

-¿Podrías no poner morritos?-¿Acaso estas celosa?-No

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-¿Podrías no poner morritos?
-¿Acaso estas celosa?
-No. Sólo veo que mi novio está como una cabra.
-Eso ya deberías saberlo Xenia.
-No, si sorprendida no estoy, Àlex.

Los chicos están toda la tarde en el circuito y yo disfruto de poder verlos. Aunque Àlex me vacila de vez en cuando diciéndome que si quiero su moto y compito con Marc. Si no quiero romperme un hueso, mejor no.

Y esa noche la paso con Marc antes de tener que irme al día siguiente. Pasando por casa de mis padres a ver a Pablo lo primero. Que no vivamos juntos no significa que tenga que enterarme por Àlex de que está con el brazo roto.

Triple Márquez (TM 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora