Capítulo 36: Unas pésimas Navidades.

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Los hermanos Márquez se fueron como dijeron el día 23 por la mañana. Es decir, ayer. No fueron unos días muy agradables. No después del jarro de agua fría que me cayó encima al enterarme por miraditas de que mi hermano y mi mejor amigo del que creía estar enamorada están liados. Y lo peor, no saber hasta entonces qué Àlex era gay. Se lo dije a Marc, pero no quiso advertirme más que con "Habla con él". Eso podría haber significado cualquier cosa. Desde, "Él también está loco por ti", hasta, "No te mueras, pero mi hermano es gay".

Empezaba a llevarme bien con Marc, y ya la ha vuelto a fastidiar. No le he hablado casi en todos los días que estuvo en casa. Y tampoco es que hablase mucho con Àlex. Pablo siempre lo tenía retenido, y verlo salir de la habitación de mi hermano con las pintas de haber salido de un campo de batalla no dan ganas de hablar. Aunque intenté que no me afectase mucho respecto a nuestra relación de amistad y a la hora de relacionarnos. Adoro a Àlex, pero no puedo mirarlo como antes. No sabiendo o imaginando, al menos, todo lo que debe haber hecho en estos tres días con mi hermano.

Hace tiempo que no me junto en Navidad con mi familia, y hoy menos aún me hace gracia ir a cenar a casa de mis padres y que me pregunten si estoy con Àlex como se dice por todas partes. No por la pregunta en sí, sino por saber que no estoy con él porque nunca le llamaré la atención, al contrario que Pablo. No sé cómo pensé que se habían peleado y no que se habían liado cuando los vi venir despeinados y con la ropa fuera del sitio en el hospital... Porque soy idiota.

A Pablo si lo he obligado a ir a casa. Si no vamos ninguno seguro que me llaman y me vuelven loca toda la noche. No me gustan estas fiestas. Y menos desde que mi vida ha cambiado tanto. Además, con lo que pasó hace 4 días no estoy para comunicarme con nadie. Y menos aún de buena manera. Así que me meteré en la cama después de comer cualquier tontería y me olvidaré del mundo y de todo hasta que se acaben las fiestas. Qué solo están por empezar ahora mismo. No me queda nada... Que alguien venga y me mate.

María está trabajando y luego va a ir a cenar con su familia. Así que no puedo contar con ella hasta dentro de unos días. No sé si viviré para contarle lo que ha pasado en casa. Porque no sabe ni que he tenido a los hermanos Márquez en casa. Como no llegué a ir a su casa pues no le conté nunca que habían venido Marc y Àlex y que este último estaba liado con mi hermano desde el Gran Premio de Valencia, y, además, como es obvio, es gay. Como ya me dijo ella misma hace tiempo. Aquí la única ciega soy yo.

Paso toda la tarde en el sofá. Tirada encima de él. Sin hacer nada. Sin encender la televisión. Nada. Hoy y mañana son los peores días de estas fechas.

Para cuando llega la noche me preparo un sándwich con lo primero que veo en la nevera y tras acabármelo me meto en la cama, me tapo hasta la cabeza y me dejo dormir con el tiempo hasta el día siguiente. Con suerte Pablo se quedará en casa de nuestros padres y no me molestará hoy ni mañana. No estoy de humor para tratar con él, ni para imaginar o recordar cosas que le incluyan.

(Marc)
Nochebuena. Por lo normal estaría feliz de que sea por fin Navidad. Es de las pocas fechas que puedo celebrar ya que el mundial no está de por medio. Tiempo para pasar en casa, con la familia... Y todo sería perfecto si no estuviera cada cinco minutos recordando que Xenia me odia. Y no es una impresión. Me lo dijo ella misma cuando nos íbamos a ir ya de su casa. Han sido los peores 3 días de mi vida. Y mi hermano sigue sin saber nada. Eso o se hace el tonto.

Xenia me ignoró en todo momento. Y lo peor no es ver cómo me ignoraba. Si no ser consciente de cómo le jodía a cada momento ver a Àlex con su hermano. No te contuvieron lo más mínimo. Y las pintas de por la mañana nos lo dejaba demasiado claro a ambos. Aunque a mí me da igual a quién se tire mi hermano. Esa es su vida. Lo que no me agrada, es ver a Xenia hecha mierda por ello. Y en parte es culpa mía. Debí avisarla en el hospital y no dejarlo en manos de Àlex.

Hace un rato que Àlex ha grabado y subido un stories de Instagram después de mi sesión de fisioterapia en casa. El pobre Stich no sé cómo no se ha asustado con el loco de su padre que le ha dejado en primera plana todo el morro. O como lo queráis llamar. Stich es mi sobrino para mí y así será incluso cuando mi hermano decida adoptar algún día un bebé. O quizás no lo haga nunca, y por eso me ilusiono tanto con este pobre teckel. Que ya debe estar curado del susto. Entre Àlex y yo mismo no sé lo que debe pasarle por la cabeza. Que está en una casa de locos.

 Que está en una casa de locos

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Me encantaría poder quedarme en mi habitación y pasar de la cena de Nochebuena

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Me encantaría poder quedarme en mi habitación y pasar de la cena de Nochebuena. Pero ni me van a dejar, ni puedo hacerlo. Básicamente porque ya se encargará mi madre de cogerme por la oreja, obligarme a vestirme y de que vaya a casa de mi abuelo para la comida familiar. Sin duda no me voy a poder escaquear de la cena, ni de la comida de mañana. Ni siquiera con la excusa de que me molesta el hombro.

-¿Marc?- pregunta Àlex medio al aire, porque yo estoy en las nubes.
-Dime.
-¿Qué te tiene en las nubes?
-Nada, Àlex. ¿Has hablado con Pablo?
-No. ¿Debería?
-No sé. Es tu novio, ¿no?
-Bueno...
-¿No lo es?
-Sinceramente, no lo sé.
-¿Lo hablamos más tarde?

Àlex asiente y nos vamos a la cena Navideña. Saludamos a toda la familia y luego estoy toda la noche en las nubes. Àlex está colgado de Pablo, aunque me da la impresión de que a mi posible cuñado no le pasa lo mismo. Y ya tengo bastante con ver mal a Xenia para tener que ver a Àlex mal también. Por lo poco que nos ha contado Xenia de Pablo, no me parece un chico magnífico. Y menos para mí hermano. Aunque le prometí no meterme en sus relaciones ya hace muchos años. Él no se mete en las mías, y yo tampoco en las suyas. Y ya no somos niños. Tiene casi 23 años, él sabrá con quién quiere estar. Yo no voy a venir a decirle con quién le conviene y con quién no le conviene estar. ¿Me preocupa que le hagan daño? Claro, es mi hermanito. Pero ya he aprendido a callarme hasta que él crea necesitarme.

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Último capítulo de la semana, del mes y de 2020. Así que espero que tengáis una feliz salida de año, y entrada en 2021. Nos vemos el próximo domingo, 3 de enero.

Triple Márquez (TM 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora