Capítulo 64: ¿Qué hago?

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Debo tener unas ojeras del tamaño de las orejas de Dumbo. No exagero. Digamos que beberme todo lo que encontré delante de mí anoche, no fue una muy buena decisión. Y si luego le añades el notición de anoche, pues no duermes.

Se supone que hoy debería estar con Marc, Àlex y su familia celebrando el día de Navidad. Pero claro, eso fue antes de que la prensa rosa se metiera en medio de nuestra relación. Y de que mi querido novio con dos neuronas de frente, para cualquier cosa que no sea su magnífica Repsol Honda, no preguntara antes de dar por hecho cosas que no son.

Así que estoy con unas ojeras de tres metros el día de Navidad, sin hablarme con Marc desde hace más de un mes... Y embarazada. ¿Y yo ahora qué coño tengo que hacer? Esto sería mucho más fácil si al menos me hablara con el padre de mi hijo.

¿Debería abortar? No sé, no me veo capaz de hacerlo. Creo que, si lo hiciera, luego no me lo perdonaría nunca. Y menos sin que Marc haya tenido decisión en ello. Al fin y al cabo, es su hijo también.

Llevo desde que llegué a casa con el expediente del hospital en la mano. Dándole vueltas a todo. Debería hablar con Marc, pero... ¿Cómo? ¿Y cuándo? ¿Cómo consigo que me hable para poder decirle que vamos a ser padres? Esto es una locura. Ni en broma ha pasado en el mejor momento. Estoy segura de que cuando encuentre el momento para hablar con él va a pensar que no es suyo. Cómo si hubiera tenido tiempo de acostarme con alguien más últimamente... Jodido, Marc. Hasta para esto es bueno. Al menos he sacado algo bueno de todo esto. Ya sé qué pasó en la celebración del 8 Ball y el Winner Shot. De esta aprendo a alejarme de todo lo que tenga alcohol. Entre Marc que no lo tolera y yo que cuando empiezo no sé parar... Así hemos acabado.

-Ey. ¿Ya estás despierta?- pregunta María desde la puerta de la habitación.
-No te hagas la tonta. Sabes que no he dormido.
-No podía decirte que pareces un zombie.
-Me lo imagino.
-Cuéntame que está pasando por esa cabeza loca tuya.
-Para empezar que mejor que me aleje del alcohol. No por esto, sino porque es por lo que he acabado así. Y bueno, lo demás es cómo puedo contarle a Marc que estoy embarazada sin que me mande a la mierda primero.
-¿No tienes dudas sobre sí tenerlo?
-Claro que tengo dudas. Pero no sobre tenerlo o no. Sí Marc no quiere saber nada, pues que le den.
-Bueno, ya sabes que quieres tener ese bebé. Ya es un paso importante. Ahora toca pensar como avisar al padre.
-No es una opción dejar que se dé cuenta él solo, ¿no?
-Sí no se lo cuentas tú sí que va a pensar que no es suyo.
-¡¿Y de quién más podría ser?!
-Relájate. A mí no me tienes que dar explicaciones.
-Es ridículo. A Marc tampoco tendría porqué. ¿Cómo puede pensar que me he acostado con Àlex si es mi hermano? Bueno, no, no lo es. Pero como si lo fuera.
-Disfruta de las vacaciones, y cuando vuelvas a Barcelona lo intentas de nuevo.
-No sé. No quiero esperar tanto.
-Déjale tiempo.
-Tiempo es lo que no tengo. No voy a poder ocultarlo para siempre.
-Son sólo unos días más.
-Vaale.

María y yo pasamos la mañana hablando de lo primero que se nos viene a la cabeza. Intentando no volver al tema del bebé, pero siempre acabamos volviendo. Es prácticamente lo único importante de lo que tenemos que hablar ahora mismo. Pero no podemos hablar porque enseguida me agobio, y no queremos que le pase nada al mini Márquez².

-Esto es inútil. Las dos queremos hablar de esto. Es inútil y sin sentido intentar hablar de cosas que realmente no son importantes ahora.
-¿Quieres volver a Barcelona ya? Sé que aquí no estás bien, y quieres contarle a Marc esto en persona.
-No. Tienes razón. Necesita un poco más de tiempo. Aunque si podría intentar que Àlex me ayude.
-¿Se lo vas a contar primero a Àlex? Eso es un error muy grande. Eso no te va a ayudar a que Marc confíe en ti.
-¡No le voy a decir a Àlex que estoy embarazada! Sólo que necesito hablar con Marc de algo importante y que si puede ayudarme a que se vaya calmando.
-Vale. Eso me parece bien.

Saco el teléfono móvil del bolsillo y busco la conversación de WhatsApp con mi hermanito postizo. A ver si me hace el tercer grado por WhatsApp.

 A ver si me hace el tercer grado por WhatsApp

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No he bloqueado aún el teléfono y ya sé que Àlex no se ha quedado tranquilo

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No he bloqueado aún el teléfono y ya sé que Àlex no se ha quedado tranquilo. No me extrañaría tenerle mañana o pasado en la puerta de casa de María queriendo saber si voy a darle un sobrino. Pero es que no podía decirle menos, ni más de lo que le he dicho. Tenía que saber que era importante. Y que es algo que incumbe a Marc. Pero si Àlex no es tonto sabrá ya lo que es. Estoy segura de que si le pusiera a Marc lo mismo no sacaría ninguna conclusión. Sí le dijera que necesito hablar con él por algo que ha pasado y que tiene que ver con él. Seguro que lo único que hace es decirme que no le vuelva hablar. No pensaría nada más que en que está enfadado conmigo.

-No te extrañe si aparece Àlex mañana o pasado. Sé que no se va a quedar tranquilo con lo que le he dicho.
-El que tendría que venir es Marc, no él.
-Marc no vendría ni loco. No después de lo que piensa de mí.
-Ya lo resolveréis.
-Eso espero. Aunque me importa poco si no quiere saber nada del bebé. No voy a dejar de hacerlo si él no quiere saber nada de nosotros.
-Ya verás que en cuanto sepa lo que pasa empezará a recapacitar.
-A lo mejor.

Dejo a María sola en el salón y vuelvo a la que está siendo estos días mi habitación. Me tumbo en la cama y mirando la ecografía de ayer me dejo dormir. No he pegado ojo desde hace más de 24 horas. Ya es momento de descansar un poco. Sobre todo, por este pequeño o pequeña al que tengo que cuidar con mi vida de ahora en adelante.

No sé si seré buena madre, pero me tocará averiguarlo. Junto a Marc, o sin él. Lo pienso vivir de cualquiera de las formas.

Triple Márquez (TM 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora