Àlex le cambia el sitio a María en el vuelo de Madrid a Almería. No me encanta al principio, ya me he pegado todo el viaje desde Múnich a Madrid con él a mi lado. Pero al final me pego otra hora de viaje hablando alegremente con el pequeño, solo en edad, de los Márquez. Aunque por último ya me estaba dejando dormir de llevar todo el día en pie y Àlex finalmente me tuvo que despertar al aterrizar porque me había quedado dormida apoyada en su hombro. Qué vergüenza me ha dado al darme cuenta de que del sueño que tenía me he cogido la confianza de apoyarme en él para dormir.
-¡Qué vergüenza!
-Tranquila. A mí también me pasa mucho lo de quedarme sopa después de estar viajando todo el día.
-Lo siento mucho.
-Ya te digo que no pasa nada.
-Pero no es muy adecuado que me deje dormir encima tuyo. Casi no nos conocemos, y, además, no somos dos personas cualquieras. Podrían sacarnos una foto y mandársela a la prensa y liarla aún más. Me voy a volver loca cuando llegue a casa y vea todo lo que deben haber inventado durante estos días.
-No pienses en eso. No debería afectarte tanto.
-¿Es que a ti no te molesta?
-No van a dejar de inventarse cosas porque me enfade por algo que no es verdad.
-Parece que llevas mucho mejor que yo esto de la prensa.
-Es mejor pasar de lo que dicen, ya lo irás aprendiendo con el tiempo.
-Intentaré ponerlo en práctica.Me levanto del asiento del avión para dejar pasar a Àlex y para estirar las piernas que están algo adormecidas aún solo habiendo durado el vuelo una hora. Cuando ya tengo las piernas mejor, voy a abrir el compartimento de las maletas para coger la mía, pero Àlex se me adelanta y me la baja.
-Gracias.
-De nada.Avanzo por el pasillo del avión hasta salir de él. Y una vez en el suelo del aeropuerto me quedo esperando por María porque no la veo por la terminal todavía. Unos minutos después la veo salir riendo junto a Marc y tengo que contener las ganas de reír. No le ha hecho falta ni media semana para caerle bien al gnomo de jardín. Aunque a mí no me hicieron falta ni 3 minutos para caerle bien a Àlex. Y eso que los dos sabíamos los rumores sobre nosotros que estaban recorriendo las redes, infundados por la prensa rosa.
-¿Ya nos podemos ir o necesitas dos horas más para despedirte del rey de la bordería?
-No es tan borde Xenia.
-O sí, es verdad. Que la única persona que le cae como el culo soy yo. Que me perdone su real majestad.
-¡¡XENIA!!
-Baja el tono María, que no quiero que nos caiga una horda de fans.
-Lo siento.
-Chicos, un placer conoceros. Nos vamos a casa ya.- les digo a los dos, aunque el placer solo es por Àlex, Marc ha sido un borde, un antipático y un engreído con respecto a mi persona.
-Espera. ¿Vas a volver a irte sin darme tu número?- me para Àlex agarrándome del brazo también.
-Claro. Dame tu móvil para grabártelo.
-Claro.Àlex saca su iPhone de último modelo, me lo da en la mano y yo me queda haciendo cruces porque no tengo ni pizca de idea sobre cómo se maneja este cacharro, que no es un cacharro, claro.
-Si no te importa, mejor ábreme tú la agenda que yo ahora mismo estoy perdida.
-Tampoco es tan diferente de otros móviles.- responde riéndose.Me quita el iPhone de la mano, busca la agenda, abre la opción de nuevo contacto y me lo devuelve. Ahora sí que puedo apuntarle el número. Tecleo rápido el número, pongo Xenia Márquez como nombre de contacto y le doy a guardar. Le devuelvo el móvil, y cuando pretendo alejarme de nuevo, me vuelvo a ver retenida por Àlex.
-¿No me vas a dejar irme hoy?
-¿Tenéis algo que hacer esta semana?
-Ehh, yo al menos no. ¿Por?
-Vamos a pasar toda la semana en Mojácar de vacaciones. Y he pensado que quizás os quisierais apuntar...
-¿Mojácar? ¿Pasar la semana con vosotros? ¿Puedo pensármelo?
-Claro. Te mandaré un WhatsApp al llegar. Así podrás responderme cuando lo decidas.
-Claro.
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Triple Márquez (TM 1)
FanfictionLa vida te puede cambiar de un día para otro, pero no todo tiene que ser para mal. Xenia Márquez Pérez es una recién descubierta cantante, que tras subir un vídeo a YouTube y llegar a miles de visualizaciones llega de golpe a la fama sin quererlo de...