Capítulo 54: Doble Celebración.

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Este sábado es la celebración en Cervera del 8 Ball, y del Winner Shot. Vamos, del 8° Mundial de Marc, y del 2° Mundial de Àlex. Respectivamente, su 6° Mundial de MotoGP y 1° de Moto2. Ha sido llegar de Malasia y empezar a preparar la celebración y seguir entrenando para la semana que viene en Cheste, Valencia. Último Gran Premio de 2019, y con los dos Mundiales ganados ya.

Llamo a cada uno todos los días. Los dejo locos, sobre todo a Àlex. Nunca me voy a cansar de felicitarle, y de recordarle que es el Campeón de Moto2 actual. Y más se lo voy a gritar y recordar en Cervera. Aunque ellos no saben que voy a ir. La idea es que fuera. Pero les llamé ayer a cada uno por separado y les dije que me habían sacado un compromiso de última hora y que me era imposible asistir a la celebración. Que ya nos veríamos en Valencia.

No hay ningún evento. Y sí voy a ir. Lo único es que en vez de ir desde el jueves y aprovechar tiempo con Marc en su casa, voy a ir el mismo sábado para darle la sorpresa de estar allí con él. Sí, sé que es una tontería. Y que pierdo tiempo de poder pasar con Marc. Lo sé. Pero la sorpresa valdrá la pena. Además, después de Valencia tendremos más tiempo para nosotros. Cuando no esté de test, claro.

Ya tengo todo preparado. Y hay momentos en los que me gustaría salir ya, y darles la sorpresa antes. No sé, ya veré. Si veo que se me cruzan los cables, cancelo los billetes para el tren y AVE, y cojo el coche y me voy a Cervera tan a gusto. Quiero sorprender a Marc. Pero también quiero tener tiempo con él, y ese día va a ser de todo, menos para nosotros dos.

Le doy vueltas al asunto más de 20 veces. Y al final me decido a salir de aquí el jueves después de comer. Eso me da tiempo de llegar a Cervera por la tarde o noche, y poder estar con ellos, sobre todo con Marc, todo el viernes y lo que pueda del sábado. No me esperan, así que será sorpresa de todas maneras. Solo espero no ser yo la sorprendida. Nunca se sabe lo que te puedes encontrar cuando no te están esperando.

-¿Estás segura de que no vas a poder venir?- me pregunta Marc por teléfono el jueves por la mañana.
-No. Lo siento, nene.
-¿Ni siquiera el sábado? ¿Por la noche? Por favor, inténtalo.
-Ya lo he intentado muchas veces. No quieren dejarme libre hasta después de la celebración y no llegaría hasta el domingo ya, y conduciendo toda la noche.
-No. Mejor nos vemos en Cheste.
-Sí, mejor.
-Tengo tantas ganas de verte nena.
-Y yo nene. Y yo.

Termino de hablar con Marc sin que se me escape que estoy a punto de salir para Cervera. Que difícil ha sido. Me ha insistido tanto y se le veía tan desesperado, pero poco me ha faltado para decirle que estaba a punto de ir. Puede que me mate cuando me vea en Cervera, pero valdrá la pena por verle la cara. Solo me da pena Àlex. Cada vez que voy estamos Marc y yo, y luego él solo. Si no fuera porque sé que está con mi hermano no me daría tanta pena. Solo los he visto juntos 3 o 4 veces. Y la mayoría de ellas han sido antes de que supiera incluso que estaban juntos. Así que casi no los he visto juntos nunca.

Miro de nuevo si tengo todo preparado. Llevo la maleta al coche, y me preparo para irme a Cervera. Reviso los niveles del coche, no quiero quedarme con el coche votado a medio camino de Cervera. Y una vez compruebo que todo está correcto, arranco el coche y me dispongo a hacerme 8 horas en carretera hasta Cervera. Menos mal que no me quedan muchas más veces que hacer este trayecto, sino ya podría volverme loca de remate yendo y viniendo a menudo desde Almería a Cervera y viceversa. Pero esto se acabará con la sorpresa que le tengo a Marc que le estoy preparando con Àlex. Espero que salga bien.

8 horas más tarde. Cansada como si hubiera hecho una maratón. Y no es raro, le he metido al acelerador tanto para llegar lo antes posible que tengo el cuádriceps un poco cargadito ahora mismo. Aunque eso es lo que menos me importa ahora mismo. Ahora lo que quiero es salir del coche y correr a casa de Marc. Y eso mismo es lo que hago. Ni saco la maleta del coche. Solo salgo yo, cierro porque no me queda más remedio y corro a tocar el timbre de la casa.

No me espera nadie, y no he avisado. Así que podría no abrirme nadie. No solo porque no esperan a nadie y querrán tranquilidad, si no que podrían no estar tampoco. Pero no, tengo suerte y la puerta se abre minutos más tarde. No es la persona que esperaba, pero casi que es mejor. Así no ve nadie como me subo a Marc como si fuera un koala.

-Pero...- dice Àlex y luego se calla cuando le señalo con un dedo en los labios que no diga nada más.
-¿Sorpresa?- pregunto en un susurro.
-Sorpresa la que se va a llevar Marc, pasa. Está en el sofá con los perros.

Entro y voy hasta el salón sin hacer ruido. Le veo de espaldas en el sofá sentado con Stich y Shira encima suyo. Me acerco muy despacio sin que me oiga, mientras Àlex pasa delante de mí como si no hubiera nadie más.

Aprovecho que Marc se concentra en Àlex y en nuestros sobrinos para seguir con mi plan de acercarme poco a poco.

-¿Quién era?
-Nadie. Sería algún niño haciendo bromas. O algún fan que luego le ha entrado vergüenza y se ha ido.
-Será eso sí. Por un momento pensé que era Xenia. Ya sé que no puede venir... Pero bueno, tenía la ilusión de que fuera ella al final.
-Sí dejas de atender a Shira quizás se te cumpla el deseo.- le susurro ya pegada detrás de él.

Marc mete un brinco en el sofá y corre a quitarse a Shira de encima y a levantarse del sofá.

-No puede ser...
-Estoy aquí bobito mío. ¿Cómo iba a perderme la celebración del título?
-Te mato.
-Mejor si es a orgasmos.
-Eso luego. Ahora ven aquí.

No lo dudo un solo segundo. Corro hasta él y me tiro a sus brazos. El beso que nos damos podría durar segundos, minutos u horas. Y aun así sigue siendo poco. Pero con Àlex delante, mejor no provocar. Es lo mejor.

Pasamos todo lo que queda de jueves, y todo el viernes en la habitación. Y Àlex no duda en echarnos puntas del tipo: "Sobrinos no, por favor" a cada rato que no pasábamos en la habitación. El sábado ya nos toca separarnos. Los chicos van por la mañana al ayuntamiento, y luego tienen que revisar todas las cosas para la Rua.

Luego estoy toda la tarde del sábado peleándome con ellos porque quieren que me suba al camión ese. Y yo ni de coña me subo ahí. No. Con el vértigo que tengo yo ahí no me subo. Y menos con lo borrachos que van a acabar todos. Que suban los dos equipos y yo ya los veo después. Y eso es lo que finalmente pasa. Por la tarde tienen entrevista. Luego la Rua. Y después los veo en la cena de después, que es una locura tremenda.

 Y después los veo en la cena de después, que es una locura tremenda

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Entre el pedo que ya han cogido encima del camión, y lo que siguen bebiendo en la cena

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Entre el pedo que ya han cogido encima del camión, y lo que siguen bebiendo en la cena. Que yo no me quedo muy atrás viéndolos a ambos, pues cuando llegamos a casa podría pasar cualquier cosa. De la que no tengo ni idea al día siguiente. Y Marc tampoco. Supongo que no habrá pasado nada o al menos que sea importante. No me veo ningún anillo en el dedo, así que ninguna locura importante.

Triple Márquez (TM 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora