Triple Márquez (TM 1)

Capítulo 22: GP cancelado.

La semana del Gran Premio de Gran Bretaña la paso de lunes a sábado con cosas que hacer desde que me levanto hasta casi que me acuesto. Marc y Àlex tendrán que ir a Silverstone a trabajar, pero al menos a ellos les gusta su trabajo. Disfrutan de subirse encima de la moto y competir. Yo cada día estoy más y más cansada de la vida que trae vivir del espectáculo. He hecho unas 10 entrevistas en las últimas 2 semanas. Y más que seguiré haciendo, no lo dudo ni un solo momento. Al menos no he que viajar hasta ayer. Pero eso tampoco me ayuda a estar más tranquila. Pablo cada día está más tonto y cada día estoy de peor humor para escucharle. O simplemente para mirarle y no molestarme como se hace el tonto, el indefenso y la víctima. No es nada de eso, y ambos lo sabemos. Demasiado bien conozco a mi hermano pequeño. Al único hermano que tengo. El que se me ocurrió querer y adorar desde cuando tenía 3 años hasta hace un par de años. Una vez llegó al Bachillerato mi hermanito se convirtió en otro chico, y yo en vez de dejar que el desconocido en el que se había convertido se fuera a la mierda o dejarle claro que conmigo no iba a aguantar que fuera así, me apiade de la bolita que llegó a casa y que solo estaba tranquila en mis brazos. Que buenos tiempos aquellos en los que mi mayor preocupación era que Pablo no llorase o aprender a leer y escribir. Era feliz y no lo sabía. No sabía que esa bolita adorable me iba a dar problemas. Que se iba a convertir en mi peor enemigo dentro de mi propia casa y que iba a preferir en algún momento vivir con el otro Márquez con el que me llevo a muerte.

-Te juro que prefiero convivir con Marc. Ya no lo aguanto más María.
-Últimamente nombras mucho a Marc.
-Últimamente Marc es el mayor angelito del cielo comparado con mi hermano. No pienses cosas raras.
-¿Qué tal en Madrid?
-Bien. Me ha tocado una estudiante de tercer año de periodismo muy amable y muy graciosa. Ahora estoy esperando para ir a coger el AVE a Almería.
-¿Todavía estar ahí?
-Sii. No encontré ni vuelo, ni tren ni nada hasta hoy. Así que tendremos que posponer la charla sobre los libres y las Qualys de Silverstone para mañana tras las carreras. No tengo ni idea de cómo ha quedado nadie hoy. Ni ayer tampoco.
-Te lo puedo decir en un momento.
-Ya lo veré con calma en casa. ¿Hablamos después? Necesito un café o me dejo dormir aquí, y no vuelvo hoy tampoco.
-Claro.
-Mañana en mi casa para ver las carreras.
-Sii.

Cuelgo la llamada que estaba teniendo con María y tras mirar la hora que es y decidir que es mejor abandonar ya la habitación del hotel cojo mi bolso, mi pequeña maleta y cerrando la habitación bajo a recepción a entregar la llave de esta e irme a dar una vuelta hasta la hora de mi viaje. Tengo bastante tiempo por delante así que al ver el famoso logo de Starbucks caminando por las calles de Madrid me meto en el establecimiento y pido un Frappuccino Mocca. Me sorprendo bastante al ver que tras decir mi nombre no me llueven halagos o reconocimientos. Me agrada y me defrauda un poco a la vez. Me he acostumbrado tanto a que no me dejen tranquila qué que no me molesten o digan nada me resuelta raro.

Me siento en una mesa apartada del mundo y de todo. Estoy en pesca profunda tomándome mi bebida que sabe a gloria, cuando me doy cuenta de que se me ha acercado alguien. Ya estoy preparando mi sonrisa de, soy la cantante más feliz del mundo, pensando que es un fan que me ha reconocido cuando me doy cuenta que conozco a la chica. Es la que me hizo la entrevista ayer. La que aún no ha acabado la carrera de periodismo.

-Hola.
-Hola. Leti, ¿verdad?
-Sii. No creí que te acordases siquiera de mí cara.
-¿Quieres sentarte?
-¿Puedo?
-Claro.

La joven madrileña que se sienta en frente de mí parece muy ilusionada de poder sentarse conmigo. Imaginaba que debía ser fan de mis canciones, hasta que vi que tenía su lado cotilla encendido. Me recordó a mi hace unos años. Yo hace 2 años también era una chica muy cotilla y muy animada que estaba a punto de terminar su carrera de Fisioterapia. Ahora soy una cantante frustrada. Y la verdad, me apetece hablar con Leti.

-Suelta lo que estés pensando. No mato a nadie.
-¿Cómo es conocer a Marc Márquez?

Juro que me quedo en blanco. Esperaba cualquier pregunta. Cualquiera. Menos esa. ¿Cómo es conocer a Marc? Pues... No sé si tengo una respuesta que no sea borde a esa pregunta.

-No lo sé. No estaba muy hablador en Sachsenring.
-Bueno, llevaba 8 años consecutivos ganando. Estaría nervioso por la presión de ser el favorito del fin de semana.
-Sinceramente, la culpable de su mal humor fui yo. Antes de ir a Sachsenring solo había visto 2 carreras de Moto3 y Moto2, y una de MotoGP. No le había visto la cara hasta ese día. Le confundí con un mecánico más y eso le dolió bastante.
-¿Enserio?
-Mucho. Menos mal que apareció Àlex a tiempo de que no nos matásemos.
-No quiero ser indiscreta, pero... ¿Es verdad lo de que estás con Àlex?
-No. Tu profesión es una mierda, sin ánimo de ofender.
-No. Lo entiendo. La prensa del corazón es muy dañina.
-Me caes bien.

Tras decir eso, Leti se sonroja y seguimos hablando como si nos conociéramos de toda la vida. Hasta que veo la hora y me tengo que ir casi sin despedirme. El AVE a Almería se me va a escapar como no corra. Aunque no me voy sin antes dejarle mi número a Leti y yo guardarme el suyo. Me ha caído muy bien. Cuando tenga que venir a Madrid ya tengo a quién llamar. Y prometo presentarle a Marc en cuanto me sea posible.

El viaje en el tren de alta velocidad me lo paso dormida. Estaba muerta ya de tanto trabajo durante toda la semana. Y cuando llego a casa veo los resultados de los dos hermanos Márquez en estos dos últimos días como le dije a María que haría. Marc quedó ayer 10° en el FP1 y 4° en el FP2. Àlex en cambió, quedó 5° en el FP1 y 1° en el FP2. Hoy Marc ha co seguido el mejor 9° puesto en EL FP3. Y ha hecho una Q2, respetable. Mañana saldrá 5°. Àlex, hizo un 2° puesto en el FP3. Y un muy buen QP consiguiendo una primera línea de salida con la 3ª posición.

María llega bien temprano el domingo. Casi la mato. Pero sé que habíamos quedado para ver las carreras. Lo que pasa es que la pista y el tiempo en Silverstone no parece estar de acuerdo con qué haya madrugado para ver unas carreras de MotoGP. Está lloviendo a cántaros, la pista parece una piscina del agua que hay. No deja de llover. No para. Y por lo que oigo y lo que me explica María parece que han re asfaltado el circuito y que el asfaltado a sido una auténtica mierda. No drena el agua y no hay manera de correr a menos que deje de llover y se pueda drenar de alguna manera el asfalto. Los Safety Cars dan y dan vueltas a la pista. Horas. Horas que ya no sé si cuantas han sido, esperando a que ver si se puede correr cuando después de haber acortado carreras en vueltas, e incluso cancelar la carrera de Moto3 Dorna habla con los pilotos y llegan al acuerdo de que no correrá ninguna categoría hoy. La pista no está en condiciones para ninguno.

Es entonces cuando decido hacerle una pequeña videollamada a Àlex. Lo gracioso fue verlo con el casco en la cabeza al aceptar la llamada.

-¿Aún no te has enterado de que no hay carrera?
-Claro que sí.- dice sacándose el casco.- Sólo me ha parecido gracioso ponérmelo para responder.
-Yaa. ¿Qué tal estáis por ahí?
-Un poco mal. Nos hubiera gustado correr, pero las condiciones de la pista son muy malas.
-En Misano, Àlex.
-Sii.

Sigo hablando con Àlex un rato, incluso se une Marc a la conversación y hablamos los 4 de lo que ha pasado hoy y de la semana que hemos tenido todos. A todos nos ha ido de pena esta semana.