Triple Márquez (TM 1)

Capítulo 68: De vuelta a la "normalidad"

Después de pasar las fiestas y de arreglarlo con Marc todo va sobre ruedas. Todavía no les he dicho nada de mi embarazo a la discográfica por miedo a lo que me digan. Yo quiero tener este bebé, y Marc me ha más que demostrado en las últimas semanas que también. Ha sido tan mono todo este tiempo. Aunque supongo que solo quiere recuperar el tiempo perdido por culpa de las ideas que tuvo y que no le dejaron pensar en nada más.

Apenas se ha separado de nosotros en todo el tiempo desde que vino a hablar conmigo y nos reconciliamos. Si se va por la mañana a entrenar o a hacer algo, por la tarde o la noche ya lo tengo de vuelta en casa. Así que Àlex prácticamente está viviendo solo en casa de Marc, con Stich y Shira. Y yo estoy viviendo con Marc. Al menos casi todas las noches.

Algunas noches le habla al gusanito, cómo él le llama, y otras se preocupa por cómo estoy, o por si necesito algo. Y la verdad es que desde que Marc ha vuelto, las náuseas han casi desaparecido. No digo que Marc sea milagroso, pero supongo que estar con él hace que me sienta mejor, y si yo me siento mejor, el gusanito también.

Quedan un par de semanas para que veamos al bebé. Bueno, para que Marc lo vea por primera vez. Yo ya lo he visto. Aunque será especial estar junto a él esta vez. Todo es diferente con Marc. Absolutamente todo.

Siempre quise ser madre, en algún momento de mi vida. Pero nunca pensé que sería así, y menos aún con Marc. No es que no quiera ser madre con él, pero no había pensado en esa posibilidad. No había pensado en formar una familia o en avanzar más en nuestra relación. Pero ahora estoy muy feliz con la idea de tener este bebé con él.

-Estás pensativa. ¿Te pasa algo?
-Nada, nene. Pensaba en el bebé.
-¿Le pasa algo?- pregunta mientras corre a mi lado.
-Está muy bien, papi. Relájate.
-Me va a costar mucho irme a la presentación de la moto y a los test.
-Pero tienes que irte, no nos va a pasar nada.
-¿Y si sí?
-Te avisaría. Pero no va a pasarme nada. De momento la discográfica no me ha sacado ningún evento.
-¿Por qué no les dices ya lo del bebé?
-No... No puedo.
-¿Tienes miedo?
-Sí.
-Ya lo hemos hablado, Xenia. No voy a dejar que te digan nada malo.
-Te vamos a echar mucho de menos cuando te vayas a Indonesia y a Malasia.
-Ojala no tuviera que ir, o pudiera dejar a Àlex aquí. Pero el enano es mi compañero de equipo.
-De enano, tiene bien poco, Marc.
-Me has entendido.
-Sí. Te he entendido.

Marc se va a Cervera cómo cada mañana que se queda en casa conmigo. Tiene que seguir con la recuperación y con parte de entreno también. Empiezo a pensar que quizás nos vendría mejor que me mudara yo a Cervera con él y Àlex. Seguro que a los dos les gustaba tenerme por allí. Pero ninguno dice nada por no molestarme.

A principios de febrero será la presentación de la Honda 2020 en Yakarta, Indonesia. Y unos días después los test en Malasia. En el circuito de Sepang. Y viendo cómo está Marc, dudo de si no querrá quedarse aquí en Barcelona conmigo en vez de ir a dónde le toca. No puedo impedirle nada. Pero tampoco puedo dejarle que se quede. No me va a pasar nada por ponerme a componer algunas canciones. Y si me pasa algo por mucho que estuviera aquí tampoco podría hacer nada. Mejor será que lo convenza pronto o no se va a concentrar con la moto y además del hombro va a tener alguna lesión más antes de empezar la temporada.

Me río pensando en el otro día. Marc se quedó en Cervera porque tenía una exposición por la mañana en el museo de Cervera. "Pintados" por él. Más bien salpicados por la rueda trasera de su moto. Pero bueno, si la gente quiere comprarlos, es cosa suya. Ni siquiera yo que estoy saliendo con Marc y que voy a tener un bebé suyo estoy tan loca como para comprar eso. Será que mi gusto en arte es pésimo.

A lo que iba, Marc no durmió esa noche en mi piso. Y no tiene la obligación de hacerlo, claro. Pero mientras Marc estaba con la exposición, Àlex vino a Barcelona. Seguramente mandado por Marc. Aunque no me lo quiso reconocer.

No me dejan sola más de dos días. La próxima semana cuando tengan que irse a la otra punta del mundo a Marc le da un infarto antes de subirse al avión en el Prat. Lo veo capaz de no subir y venirse aquí. Y espero que no lo haga. No podría soportar ver cómo descuida su vida profesional por mi culpa. Aunque me encante tenerle en casa conmigo y el bebé.

(Una semana más tarde)
-¿Cómo estás?
-Estoy bien, Marc.
-¿Segura?
-Sí. No me ha pasado nada nuevo desde hace dos horas cuando me llamaste antes de la presentación de la Honda.
-Me preocupo.
-Marc. Sé que te preocupas, pero así solo me agobias y es justo lo que no necesitamos. Y además, tú te tienes que centrar en los test de dentro de dos días.
-Preferiría estar ahí contigo.
-Nene, necesito que seas el Marc del que me enamoré. Sé que nos quieres y te preocupas por los dos. Pero queremos al Marc competitivo en pista. ¿Me harás ese favor? ¿Pensaras un poquito menos en nosotros y más en lo que tienes que así allí?
-Vale. Te entiendo.
-Te quiero.
-Y yo a ti.

Hace un rato he visto la presentación de la Honda 2020 y me ha encantado. Vaya presentación más alucinante. Con los dos pilotos encima de las motos entrando de forma increíble.

Me ha encantado ver a los dos juntos en la presentación, cada uno con su moto. A Àlex con los colores de Honda Repsol. Es un sueño hecho realidad para los dos. Pero Marc no sabe disfrutar de ese momento. Solo sabe llamarme cada vez que tiene un rato. Y lo entiendo, pero dentro de poco tendrá que ir y venir constantemente, y no quiero que deje de dar el máximo solo por mí o por el bebé. No me lo perdonaría nunca. Espero que se calme un poco cuando vuelva de Malasia y vayamos a la revisión del bebé. Quizás después de ver que está bien se calme un poquito y se centre por fin en su trabajo. O eso espero. Cómo haga todo lo contrario me voy a querer matar yo misma.