Capítulo 61: No hay manera.

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No vuelvo a visitar a Marc en lo que está en el hospital. Incluso cuando le dan el alta tampoco voy a Cervera. Quiero dejarle espacio unos días. Aunque con Àlex no dejo de hablar ningún día. Me va contando cómo va Marc y de que humor está tanto por no poder hacer nada, como por lo nuestro. Hay cosas que me gustaría que no me contara, no me son importantes saberlas. Cómo que no puede ir solo al baño y tiene que ayudarle con todo. No, gracias Àlex, pero no quiero imágenes como esas pasando por mi cabeza todo el día.

Estoy tan mal con lo de Marc que empiezan a pasárseme versos de posibles canciones, y a ratos porque no, le hago caso a mis neuronas y empiezo a apuntar cosas por si acaso acabe creando un éxito mundial. Vale, ya me estoy pasando con mi ensoñación. Pero con algo me tengo que entretener, ¿no?

Estoy en uno de esos momentos de inspiración cuando suena mi móvil. Y sin mirarlo sé que es Àlex. Porque estamos con mensajes todo el día, y porque le he puesto un tono personalizado a su contacto. Sí no es Àlex, o Marc, no quiero hablar con nadie más.

Cómo le digo a Àlex por WhatsApp no sé si es el mejor momento para ir a ver a Marc

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Cómo le digo a Àlex por WhatsApp no sé si es el mejor momento para ir a ver a Marc. No han pasado tantos días y aún tiene la operación reciente. Está de mal humor por no poder ir a coger la moto y por no poder hacer absolutamente nada. Si le sumamos el cabreo que tiene conmigo, por razones que no son ciertas, pues acaba la casa volando por los aires.

Pero es que tengo un cuñado/ hermano mayor muy pesado. O le hago caso o me va a llamar eternamente hasta que acceda a ir. Así que mejor ir por las buenas. Yo tampoco estoy de humor para que me toquen mucho los ovarios estos últimos días.

Me doy una ducha rápida, me visto con lo primero que veo, y salgo de casa para coger el coche y poner rumbo a Cervera. Algo me dice que estoy perdiendo tiempo, gasolina, neumáticos y paciencia por gusto y por hacer caso al pesado de Àlex. Pero es Àlex, sólo quiere que arreglemos nuestra relación por culpa de él no decirle a ninguno de los dos lo que había pasado con Pablo. Que, hablando de mi hermano, tengo una conversación pendiente con él. Sí voy a Almería en Navidad le voy a dejar claro lo que pienso sobre lo que le ha hecho a Àlex.

Cuando llego a Cervera aparco dónde primero encuentro, no me importa tener que caminar un poco. Una vez he aparcado y cerrado el coche, voy directamente a casa de Marc. Y no me sorprende que una vez allí el que me abra sea Àlex, con una sonrisa radiante. ¿Qué estará tramando este chico ahora?

-¿Qué tramas?
-Yo también me alegro de verte, Xenia.
-Àlex...
-Nada. No tramo nada.
-Sí tú lo dices...
-Marc está en la terraza con los perros. Vete yendo tú.
-Àlex...
-Ahora voy. No te voy a dejar sola con él, tranquila.
-Yaa.

Voy a dónde me dice mi cuñado o excuñado, ya no sé ni lo que es. Se supone que Marc no quiere verme y Pablo y Àlex ya no están juntos. Así que... Excuñado.

Veo a Marc que está dándome la espalda ahora mismo y no le veo tan mal como esperaba. El factor sorpresa no dura mucho. En cuanto pongo un pie en la terraza Shira y Stich empiezan a ladrar y a correr hacia dónde estoy. Así que Marc se gira esperando ver a Àlex, imagino, porque veo de refilón como le cambia la mirada varias veces hasta que se queda con una de enfado. No, no parece que vaya a ir bien esto.

-Hola.
-Hola. Àlex no sé dónde está.
-No... No vengo a ver a Àlex, Marc.
-Pues entonces puedes irte de vuelta a Almería por dónde has venido.
-Marc...

No me deja decir nada más. Ni siquiera me mira cuando apenas pasa por mi lado y desaparece dentro de la casa. Quiero seguirle, pero Shira y Stich no dejan de pedirme mimos. Y no puedo no darle mimos a estas dos monadas que tiene Àlex como hijos.

-¿Y Marc?- pregunta Àlex cuando me ve sola con los perros.
-Sé ha ido. No sé a dónde.
-Voy a buscarlo.
-No. Déjamelo a mí.
-Quiero ayudar, Xenia.
-Lo sé. Pero es cosa nuestra. Mía y de Marc.
-Vale. No me meto en lo vuestro más.
-Eres el mejor hermano que nadie podría tener, Àlex. No lo olvides. Y no te preocupes por Marc. Tú mejor que nadie debería saber que humos tiene.
-Sí, lo sé. Lo sé muy bien.

Dejo a Àlex con Stich y Shira, y me voy dentro a intentar buscar a Marc. No tardo en encontrarle. Está malhumorado en el salón. Y ahora mismo no sé qué hacer. No quiero empeorar las cosas, pero no he venido a ver cómo me pone malas caras.

-Marc.
-Vete Xenia.
-Por favor, déjame hablar. Escúchame y luego dime todo lo que quieras.
-No quiero escusas.
-Te voy a contar la verdad Marc. Solo eso.
-No, gracias. No quiero saber el número de veces me pusiste los cuernos con Àlex.
-Cero. Ese es el número.
-Ya claro.
-Marc. Recapacita. Àlex es gay.
-Eso dice él.
-¿No me vas a dejar explicarte nada?
-Estoy cansado Xenia. No quiero escuchar excusas baratas. Vete.
-De acuerdo. Me voy de tu casa ya Marc. Sé cuándo no me quieren en algún lugar.
-No hace falta que te vayas de la casa. Sólo quiero no tenerte delante. Seguro que Àlex no piensa lo mismo.
-Te daría una bofetada ahora mismo por lo que estás insinuando. Pero no va conmigo golpear a convalecientes. Solo te diré algo más, Marc. Espero que no tardes mucho en darte cuenta de la verdad. Porque no pienso esperar eternamente por una disculpa.

No le dejo responder. Me doy media vuelta, busco a Àlex del que me despido rápido y salgo de esa casa para no volver más. No hasta que Marc abra los ojos y se dé cuenta de que es una estupidez lo que piensa.

Busco mi coche, me subo a él y conduzco hasta Barcelona. Al menos no tengo que ir hasta Almería como me ha dicho Marc. Entonces sí que habría sido una pérdida de tiempo el venir desde Almería para esta mierda.

Soy fuerte hasta llegar a casa. Pero una vez dentro del piso las lágrimas salen derramadas por mis ojos hasta a saber cuánto tiempo después. Lo único que sé es que en cuanto termino de derramar todas mis lágrimas busco mis anotaciones de los últimos días, y en unas horas tengo una canción completa. Que no dudo en mandar a la discográfica. Si les gusta, podría ser el single promocional del próximo disco. Y sé que en cuanto suene, Àlex sabrá en quién me he inspirado. Y de dónde me han salido los versos.

Triple Márquez (TM 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora