Capítulo 19: GP de Brno

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Un par de semanas después de las pequeñas vacaciones en Mojácar y de la medio reconciliación, o más bien acercamiento con Marc, los dos hermanos Márquez Alentà tienen que viajar a la República Checa para el Gran Premio de Brno. No he vuelto a cruzar palabra con Marc desde que él se disculpó por WhatsApp por ser un borde y un antipático en Sachsenring y en Mojácar, y desde que yo le hice llegar su aceptación de disculpa mediante Àlex. Este último se ha encargado de fomentar el buen rollo entre ambos. Pero sigo algo distante a la hora de tener una relación cordial con Marc. También se han encargado bien tanto él, como María de recordarme que esta semana se da a fin el parón de verano en MotoGP y sus categorías inferiores. Y, por tanto, este domingo hay carrera de Moto2 y de MotoGP que ver en casa con María y puede que con Pablo. Aunque con mi hermano sigo enfadada. Aún no ha dado señales de vida ni se ha dignado a pasar por aquí ni siquiera para pasar a por algo de ropa limpia. Salvo que seguramente, de eso ultimo le sobre si está con Aymar.

Estoy nerviosa. La última carrera que vi fue en el propio circuito, y con los malos modos de Marc hacia mí, pues no pude disfrutar mucho de la carrera. Me centré más en mi odio rotundo hacia tal individuo. Sigo sin dirigirle mucho, o más bien nada, la palabra a Marc. Pero intentaré no pensar en Sachsenring y en Marc este fin de semana. Y si es posible, en mi hermano parásito tampoco. Pablo ahora mismo es eso mismo. Se va a casa de Aymar hasta que le chupa hasta el alma y una vez se cansa vuelve al único lugar dónde puede quedarse. Mi piso. Si no me diera a veces pena mandarlo a la calle con todas sus cosas ya hacía tiempo que le habría puesto la ropa en bolsas de basura y se las habría sacado a la calle. Ni esperar a que vuelva. Pero es mi hermanito, y lo vuelvo a acoger cada vez que vuelve y se disculpa por ser un completo imbécil tanto conmigo, como con Aymar. Soy demasiado blanda con mi hermano pequeño. Es un idiota con todo el mundo. Pero siempre será el niño pequeñito que llegó a mi vida cuando yo aun empezaba a hablar y caminar. Siempre será mi hermanito y nunca podré odiarle sin perdonarle nunca más. O eso espero, porque el día que ocurra eso es que me habrá hecho una buena a mí o a quién sea. Esperemos que ese día no llegue nunca. No quiero imaginarme a mi hermano solo y abandonado en la calle por hacer alguna de sus tonterías. O puede que, en ese caso, no lo fuera tanto, o nada. Mejor no pensar en Pablo y sus locuras. No quiero estar mal por culpa de él. Hoy no. Hoy solo quiero planear el fin de semana con María para que salga perfecto. 

Cojo el teléfono móvil y busco en la agenda el número de María. Con lo bastante que la llamo, y los pocos contactos que utilizo además del ella ya la podría tener en marcación rápida que acabo antes que ir a la agenda, buscar entre todos los nombres hasta llegar a María, abrir el contacto y darle a llamar. Pero es que yo nunca he sido muy ágil con nada. Siempre me voy por el camino más largo tiendo la solución al lado mío. Encuentro el número al fin, y le doy a llamar. Suena tono tras tono. Y tono tras tono. Ya se va a cortar la llamada o ya pensaba colgar también pensando que no iba a responder cuando escucho a María al otro lado de la línea.

-Hola Xenia. Lo siento, casi no encuentro el móvil en el bolso.- responde al fin María.
-Hola. No pasa nada. No es nada muy urgente. Podía esperar a más tarde si estás ocupada.
-No, no. Puedo hablar.
-Bueno, era para organizar un poco como vamos a hacer o si quieres o puedes quedar para ver la carrera de esta semana.
-No me la perdería por nada.
-Eso pensaba, pero podías tener algo que hacer.
-No. Estoy libre. ¿Qué tenías pensado?
-Bueno, pues que vinieras el domingo como las últimas veces.
-¿Vas a ver los entrenos?
-No creo. Todavía no entiendo mucho todo esto y casi una hora viéndolos en la tele dando vueltas... Si eso veré el sábado las Qualys.
-Si quieres me paso por ahí el sábado también.
-Si quieres venir eres bienvenida.
-Pues ahí me tienes el finde. ¿Cómo vas? ¿Ya has hablado con Marc?
-No. Y con Àlex tampoco he hablado en algunos días.
-No muerde. Solo es un poco cabezota. Marc, digo.
-Ya sé a quién te referías, Àlex no podía ser. Y Pablo es un caso aparte.
-¿Sigue sin ir por ahí?
-Sí. Sigo sola. Como no venga antes del viernes, el lunes le cambio la cerradura a la puerta. Y no pienso darle copia venga antes del lunes o no.
-Pero a mí sí, ¿no?
-Claro. Necesito tener una de repuesto fuera de casa.
-¿Solo me la vas a dar por eso?- pregunta intentando picarme.
-Sabes que no. Oye, ahora que recuerdo creo que tenía que llamar a la discográfica para algo. ¿Nos vemos el sábado y el domingo?
-Sí. Yo llevo el picoteo.
-¡Adiós!

Me despido de María, llamo a Antonio me cuenta todas las novedades con el disco y todo lo que dice la discográfica y luego me paso toda la tarde haciendo el tonto.

Pasan los días acercándose más y más el fin de semana de carreras. El viernes miro por encima las redes sociales para ver cómo les han ido a los dos hermanos Márquez Alentà. Àlex, hizo un 5° puesto en el FP1, y un 4° puesto en el FP2. Marc, en cambio hizo un 3° puesto en el FP1 y por la tarde en el FP2 hizo un 10° puesto. Ver los resultados hace que me entren ganas de ver las Qualys el sábado. Está empezando a entrarme el gusanito de ver las motos. Es algo que disfruto viendo. Y que me distrae de mi vida últimamente.

Tenía tantas ganas de ver motos que cuando llega María ya he estado viendo los FP3 hace un rato. Marc vuelve a mejorar consiguiendo un 4° puesto en esta prueba, y Àlex sigue mejorando también, acabando 3°. María viene hasta arriba de porquerías. Pero yo la dieta me la he pasado siempre por dónde yo me sé. Así que me atiborro de patatas fritas y de todo lo que me ponen delante mientras veo la Q2 de MotoGP, dónde Marc consigue la 3ª posición en la parrilla de salida para la carrera del día siguiente. Y como mucho más aún cuando le llega el turno a Àlex. La Q2 de MotoGP dura 15 minutos, y como salga Marc en carrera me da bastante lo mismo. Pero tener que ver durante 45-50 minutos como se disputan las posiciones para salir en Moto2... Eso me está poniendo de los nervios. Las posiciones cambian a cada vuelta que dan y cada vez veo a Àlex más abajo en la tabla. Aunque cuando acaba el tiempo de la prueba, ya han pasado todos por meta y veo a Àlex 2° tiro todo por los aires y me pongo a dar saltos por toda la casa. ¡Qué sale 2°! ¡Y en mejor posición que Marc!

-Parece que te ha gustado el resultado de la prueba.
-Un poco.
-Menos mal que Pablo no está aquí.
-Sí. Menos mal.

Me despido de María unas horas más tarde, después de comer juntas, con la promesa de vernos mañana aquí de nuevo para ver las 3 carreras. Me vuelvo loca durante toda la tarde. Llamo a Àlex, le felicito por la Qualy, hablamos un buen rato y luego, antes de colgar le pido que le dé suerte de mi parte a Marc también. No quiero ser maleducada ni desconsiderada con él. Mejor mandarles buenos deseos a los dos por igual.

La noche es horrorosa. Me la pego dando vueltas en la cama sin poder dormir. Y cuando llega María para ver Moto3 intento no dejarme dormir, pero aún con un café y con todos mis esfuerzos no veo la primera carrera porque me dejo dormir. Aunque si me despierto para Moto2.

Àlex sale 2°, y con las mismas se pone 1° liderando la primera vuelta. Pero entre la segunda y la tercera vuelta le adelantan hasta 5 pilotos quedando 6°. En las siguientes vueltas vuelve a adelantar y en la vuelta 9, yendo 3° de nuevo se cae intentando defender la posición y no puede retomar y menos aún acabar la carrera. Estaba bebiéndome un café con leche cuando lo vi caer. Me ahogue sin remedio. El ver que se caía la bebida se me fue por el conducto indebido.

No vi el resto de la carrera. Y me pegue un rato importante dejándole llamadas perdidas hasta que Àlex me lo cogió. Me dijo que estaba bien, que no había sido nada y que no me preocupase por él. Que eran cosas que pasaban. Algo más tranquila me quedé. Pero no mucho. Y menos para ser capaz de atender mucho a la carrera de MotoGP. ¿Y si Marc también se cae?

María me anima y me ceba con todas las chucherías que ha traído para picar viendo las carreras. Veo empezar la carrera, pero tampoco atiendo mucho al detalle.

La carrera comenzó y un tal Andrea Dovizioso aprovechó que salía desde la pole para ponerse primero en las primeras vueltas, aunque Valentino Rossi le adelantó en varias ocasiones. Marc aguardaba el 3°. Rossi se puso 1° en la octava vuelta, pero solo duró tres vueltas, ya que tanto Dovizioso como Marc le superaron.

A falta de un tercio de la carrera la lucha por la victoria estaba entre Dovizioso, Marc y Jorge Lorenzo que había adelantado a Rossi vueltas atrás.

A tres vueltas para el final, Lorenzo superó a Marc. Y finalmente Dovizioso consiguió la victoria en Brno, con Marc 3°.

La carrera no estuvo nada mal. Pero no la disfruté. Con el pilotaje de Marc y la caída de Àlex no hacía más que taparme los ojos para no verle caer al igual que a su hermano. Pero no, Marc no se cayó. Quedó 3°.

María me sacó de casa nada más acabar la carrera y me ayudó a distraerme. Aunque no pude quitarme de la cabeza la caída de Àlex y las muchas veces que podría haberle pasado lo mismo a Marc. Pero son cosas que pasan, ya me lo dijo Àlex.

Triple Márquez (TM 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora