Triple Márquez (TM 1)

Capítulo 24: GP de Aragón.

Es jueves y María y yo estamos rumbo a Aragón en un AVE. Al final la elegí a ella porque no tenía ganas de irse a un Gran Premio de MotoGP con Pablo. Me iba a joder la experiencia y el fin de semana. Que me diga lo que le dé la gana al volver a Almería. Pero mejor llevarme a María. La que ya se ha cogido varios días en el trabajo ya por acompañarme, primero a Sachsenring y ahora a Aragón. Prometo llevarme a Pablo si voy a Valencia. O ir sola. Sé que le gusta estar en el circuito, pero la pongo en un compromiso conmigo y con la empresa al pedirle que me acompañe. No le conté que tenía dudas con si el regalo era de Marc o de Àlex. Sigo sin creerme del todo que sean palabras de Àlex las de la carta, de la que no he hablado con María tampoco. Solo le conté lo de los billetes, y lo de los pases. No le conté que ponían ser de Marc, ni que no sabía que pensar ni qué sentir al respecto si realmente fuese suyo. Mejor no hablar ni pensar en todo eso.

Cuando le dije a María que si quería venir conmigo a Aragón no lo dudó ni una sola milésima de segundo. Se me tiró encima y me llenó de besos por ofrecerle el segundo pase que me habían mandado los dos hermanos Márquez Alentà. Es una loca de este deporte y no podía no aceptar una invitación como esa. Y más siendo en uno de sus circuitos favoritos como me dijo un instante después de calmarse por fin de la noticia y de interrogarme hasta asegurarse de que la oferta era real y no le estaba tomando el pelo. Si fuera Pablo no habría dudado dos veces en gastarle una broma incluso peor que esa, pero a María con las cosas que me aguanta es imposible que le pueda jugar algo así. Ilusionar a mi mejor amiga para luego decirle que no va a ir a ninguna parte es de muy mal gusto. Lleva desde entonces mandándome recordatorios de cuanto quedaba para el Gran Premio de Aragón. ¡MotorLand Aragón, allí vamos! Espero pasarlo mucho mejor esta vez. Y para asegurarme de ello... Aunque me duela mucho pensarlo. He salido de casa sin avisar a Pablo, he cerrado con llave. La misma la que él no dispone, le he bloqueado en WhatsApp y le he metido en la lista negra de llamadas y mensajes de texto. Ahh, y sintiéndolo también he hecho lo mismo con el número de Aymar. Sé dónde va a acabar mi hermano y no quiero que me dé la lata desde ningún número. Igualmente, me he traído mi Canon EOS y bloquearé, apagaré y me olvidaré del móvil al máximo posible. Con una vez ya he aprendido. Voy a disfrutar, a divertirme y a ver a esos dos locos. No a cogerme un ataque de ansiedad con noticias o con Pablo.

Cuando llegamos por fin a Alcañiz, y sobre todo al circuito, con maletas y todo, nos volvemos locas. No es el primer circuito en el que estamos. Pero este está en España, Àlex se ha pegado toda la semana pasada y esta con que no nos vayamos a ningún hotel que hay sitio de sobra con ellos, y si todo esto no era suficiente... Hoy van a nombran a una curva con el nombre de Marc. Así que es Àlex el que nos da la bienvenida, nos lleva a soltar las maletas y luego vamos los 3 a ver como Marc hace la ceremonia de nombramiento de su curva. Le han puesto hasta una torreta con una Hormiga y su logo. Está muy chulo todo. Marc incluido. Por qué Marc es único en su especie. Una vez el monolito está descubierto y ya ha pasado todo, el protagonista del día viene a dar con nosotros y curiosamente nos da dos besos a cada una. Enseguida tengo que preguntarle a Àlex si su hermano está enfermo, y aunque Àlex y María se ríen, Marc se queda serio. No le ha gustado un pelo que me haya metido con él.