Amor de verano (Kim Taehyung) ~RESUBIENDO~

CAPÍTULO 12

Seguí a Taehyung hasta afuera de la casa. Todo estaba completamente oscuro y el aire refrescaba, logrando que un pequeño temblor recorriese mi cuerpo por el frío que empezaba a sentir.

-¿A dónde me vas a llevar? -envolví mi cuerpo con mis brazos, tratando de darme algo de calor- ¿No ves que estoy en pijama?

-No pasa nada, ___. Nadie más que yo te verá así, no te preocupes.

El chico empezó a caminar hacia la oscura intemperie. Antes de seguirlo, tallé mis ojos, despertándome por completo.

Apresuré mis pasos ligeramente para lograr alcanzarlo. ¿Estaba loca por hacer esto? No hay duda de eso, pero qué más daba, ya me había metido hasta el fondo. Además... ¿Qué más podría hacer? Volver a dormir no era opción, ya que tardaría unas cuantas horas en volver a conciliar el sueño.

-No habrás cavado algún pozo para que me caiga mientras camino, ¿verdad? -comenté para suavizar el ambiente- Porque no veo absolutamente nada y ni siquiera sé por dónde voy.

-¡Oh! -Taehyung se acercó más a mí- Perdón, olvidé que aún no estás acostumbrada al camino.

El chico estiré su brazo, indicándome que lo tomara y así pudiese guiarme. Haciéndole caso, entrelacé mi brazo con el suyo, pegando mi cuerpo ligeramente con el de él. Esto permitiría que fuese mucho más fácil mantener el equilibrio en caso de que termine cayendo.

Caminaba con bastante torpeza, ganándome algunas risas de parte de Taehyung. De vez en cuando agregaba que "no debería estar tan tensa", recibiendo como respuesta mi mirada asesina. ¿Cómo se supone que no lo esté? Si ni siquiera sé a dónde estoy yendo o dónde estoy parada.

-Mira, Tae -volví a hablar después de unos cuantos minutos de completo silencio- Será mejor que me digas qué es lo que tienes en mente porque no pienso seguir caminando en pijama por todo el pueblo. Además... Tengo algo de frío -admití-

-Espera un momento.

Este detuvo el paso antes de separarme de él. No tuve ni tiempo para reaccionar cuando él se quitó la polera que llevaba para después entregármela, como una señal de que me la estaba prestando.

-No, úsala tú -empujé su mano con la prenda- No era una queja, solo lo dije para que te apurases.

-Son cuatro y media de la madrugada, ___ -volvió a extender la polera hacia mí- Obviamente que hace un poco de frío.

-¿Y tú piensas aguantar el frío? -fruncí el ceño- No, Tae. Es tuya, tú úsala.

-Estoy acostumbrado a este clima -negó, insistiendo aún con sus acciones- Tú te puedes enfermar y si lo haces, me enojaré contigo.

Cogí la polera, no sin antes soltar un gruñido de resignación. Sin embargo, apenas me la puse, el ligero frío que estaba recorriendo mi cuerpo desapareció en el acto. La calidez que emanaba la prenda hizo que esbozara una pequeña sonrisa.

-Gracias, Tae... Pero eso no quiere decir que no esté molesta contigo -lo señalé con el dedo índice-

-No estarás enojada por mucho tiempo, ya verás.

Taehyung despeinó mi cabello y volvió a estirar el brazo para que pudiésemos regresar a la posición en la que estábamos segundos atrás. Arrugué mi nariz, haciendo una mueca de falso disgusto antes de tomar su brazo.

Volvimos a retomar el camino, conversando algunas tonterías sin importancia. Poco a poco el mayor terminó apoyando su cabeza sobre la mía, ya que yo era mucho más baja que él.

Mis mejillas ardieron al sentir el contacto con el otro. Aún no lograba acostumbrarme del todo a estos tipos de afectos, por lo que mi cuerpo seguía reaccionando de manera inconsciente. Por otro lado, al chico no parecía importarle en lo absoluto porque seguía caminando de manera animada mientras me comentaba una que otra cosa sobre el campo.