CAPÍTULO 4

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Sentía mi cuerpo algo pesado y adolorido, pero eso no me impedía que siguiese corriendo para alejarme de todo. Sin embargo, me había tranquilizado el hecho de que las ganas de llorar habían desaparecido, ya que me encontraba enfocada únicamente en escapar.

El día ni siquiera había terminado y todo esto ya había ocurrido, no me imaginaba cómo sería aguantar tres semanas aquí. No sabía cómo iba a aguantar tanta mierda por tanto tiempo.

A diferencia de la escuela era que, al término de esta, podía refugiarme en la seguridad de mi casa. En cambio, aquí era estar todo el día encerrada con mis enemigos, sin ninguna oportunidad de escapar de ellos. Estaba casi segura de que ellos no me darían ni un solo segundo de respiro.

Al volver a fijar mi vista al frente, pude ver dos cuerpos que hicieron que me detuviese del susto. Por la oscuridad, no podía distinguir sus facciones del todo. Lo único que logré diferenciar fue que uno era más alto que el otro.

Ambos extendieron los brazos de lado a lado para indicarme que no iba a poder pasar, que ellos no me lo permitirían.

-Buenas noches, señorita -habló el más bajo de manera cordial- ¿Qué hace corriendo usted por aquí? Debería estar en la cena con sus compañeros.

-Me voy -dije intentando regular mi respiración- No quiero... Estar aquí.

-Me temo que eso no se podrá -habló el más alto esta vez- No puedes abandonar el lugar sin permiso. Y aunque quieras escapar... ¿A dónde irías? No conoces el lugar.

Era verdad, no tenía ni idea de en dónde estaba parada. Aún así, cualquier cosa era mejor que quedarme en este infierno. Tal vez podría llegar a un restaurante o alguna pequeña tienda en el cual pueda pedir prestado un teléfono, para llamar a mis padres y pedirles que me saquen de este lugar.

-Tengo permiso -volví a decir cuando recuperé el aliento-

-¿De quién? -el más alto alzó la ceja-

-Mira...

A paso lento, me acerqué a ambos y puse una mano en cada uno de sus hombros. Después de esto, los separé, empujando uno a cada lado. Ninguno puso mucha resistencia ante mis actos, por lo que se me hizo bastante fácil hacerlo.

Alcé la vista para sonreírles y solté vagamente un "permiso" antes de volver a retomar mi camino solo que esta vez opté por ir a paso rápido en vez de correr.

Volteé a verlos de reojo y pude observar cómo ambos chicos se habían quedado perplejos por lo que acababa de hacer, quedándose petrificados por unos cuantos segundos.

Cuando por fin salieron del shock, ambos corrieron para ponerse en frente de mí, de nuevo.

-Muy astuta -rio el más bajo- Pero ese no es permiso suficiente.

-Me imagino que ustedes son los otros dos guías, ¿verdad?

-Yo soy Jimin y él -señaló al otro chico- Es Jungkook. Mucho gusto

-___, pero pueden decirme la chica que se escapó.

-Nop -Jungkook puso su mano frente a mi rostro- Te llamaremos ___ y tú puedes llamarnos Chimchim y Kookie.

-¡Chicos!

Una voz interrumpió nuestra "conversación". Los tres volteamos a ver a la persona que estaba jadeando fuertemente para percatarnos de que se trataba de Taehyung.

Supuse que había estado corriendo porque le tomó unos cuantos segundos para poder recuperarse del todo.

-Veo que ya conocen a ___ -dijo poniendo una mano en su pecho, intentando estabilizar su respiración-

Amor de verano (Kim Taehyung) ~RESUBIENDO~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora