𝑫𝑬𝑨𝑫 𝑳𝑶𝑽𝑬 [𝖩𝖺𝗄𝖾𝖧𝗈𝗈𝗇]

Seventy

Todos llegaron al punto de encuentro.

Jake ya no podía ver a HueningKai como antes, ahora sentía cierta molestia.

Sunoo estaba con él y tenía que hacer la prueba.

Si Hyuka podía observarlo entonces necesitaba preocuparse.

Mientras el grupo caminaba, el fantasma se puso frente a HueningKai.

Sorpresivamente si pudo tocarlo.

Hyuka se tropezó, pero lo que le estaba confundiendo era con qué se había tropezado.

No podía verlo.

Jake, que era el único que podía ver a Sunoo, entró en pánico.

—Hyuka, ¿Estás bien?— dijo Soobin ayudándole a pararse

—Si, solo ... ¿Tropecé? La verdad es que no sé cómo me caí si no hay nada frente a mí— manifestó algo confundido

—Tal vez solo fue un mareo— dijo Jay —Así como esos que le dan a Noona últimamente— la omega también entró en pánico

—Bueno vamos yendo a la sala— formuló Jake para que la notoria tensión se vaya

Sunghoon se sentó al lado de Jake.

Pudo percatarse de que algo le preocupaba.

—Jakey, ¿Todo está bien?— preguntó el alfa preocupado —Siento que algo te inquieta—

Jake no podía mentirle —Estoy bien solo ... — le fue imposible no recordar lo que había expresado Sunoo —No quiero que te vayas de mi lado—

—Nunca me iré Jake, de eso no lo dudes ¿Ok?— dicho eso lo apegó más hacia él.

Ahora que Jake sabía lo que estaba pasando, no podía dejar que Heeseung ganara.

Ahora si lo quería lejos, lejos de su vida y de Sunghoon.

Era consciente que le había permitido mucho. Demasiado

Había perdido su dignidad, reputación, casi a Sunghoon y todo se debía a las cosas que hacía Heeseung.

Jake podía ser malo cuando quería, pero era una faceta que no le gustaba sacar.

No era de enojarse mucho, pero si Heeseung volvía a meter su nariz en su relación tendría que hacerlo.

También tenía que medir bien sus palabras, pues ahora ya no sabía si Hueningkai lo estaba escuchando.

Estaba con los nervios de punta, ya no sabía que podía pasar luego, pero al sentir el calor que le brindaba Sunghoon fue capaz de calmarse.

Ya a la mitad de la película, Arin tenía unas tremendas ganas de vomitar.

Había comido un poquito de palomitas de maíz, y ahora le dolía tanto el estómago que necesitaba botar todo.