𝑫𝑬𝑨𝑫 𝑳𝑶𝑽𝑬 [𝖩𝖺𝗄𝖾𝖧𝗈𝗈𝗇]

Eighteen

Jake tenía razón, era el real desastre patinando.

Estaba muy avergonzado, pues se había caído un par de veces enfrente de mucha gente, provocando risas de pequeños niños que se encontraban cerca.

Sunghoon veía la escena con mucha ternura, ver a Jake intentando mantenerse de pie era muy divertido y dulce.

Después de varios intentos, el alfa decidió ayudarlo y lo tomó de las manos para atraerlo a su lado.

Jake estaba más rojo que un tomate, pero decidió seguir los pasos de Sunghoon para evitar volver a desplomarse en el medio de la pista.

El tacto de Sunghoon cautivó a su lobo, se encontraba disfrutándolo, sin embargo Jake trataba de esconder cualquier rastro que puede ser malinterpretado por el alfa.

De verdad se sentía cómodo en sus brazos, ya no importaba si muchos lo estaban viendo, le gustaba estar así.

Sunghoon comenzó a soltarlo

—E-Espera no me sueltes— dijo Jake con cierto miedo

—Tranquilo, si te vuelves a caer, yo te sostendré, lo prometo— el omega trató de confiar en Sunghoon, pero apenas soltó su mano comenzó a tambalearse de nuevo

El alfa lo atrapó antes de caer al frío hielo.

El contacto visual duró unos segundos, pero para ellos fueron eternos.

Sunoo veía todo a lo lejos, estaba feliz.

Se estaba logrando el cometido.

Pero su corazón estaba triste.

Triste porque jamás pudo experimentar algo así en vida.

Triste porque la persona con la que se sintió alguna vez completa nunca fue capaz de visitarlo en el cementerio.

Sabía que si estuviera vivo hubiera terminado amando a Sunghoon, pues ese era su destino, aunque no lo hubiera querido, su lobo jamás hubiera podido soltarlo luego de conocerlo.

Así de simple era para un omega olvidarse de sus antiguos amores.

El destinado siempre se llevaría toda la atención y mente del otro

Pero nada se compara como el primer amor antes del final.

Porque si, alguna vez amó, pero jamás sabrá la respuesta del otro, por más clara que él la considere.