𝑫𝑬𝑨𝑫 𝑳𝑶𝑽𝑬 [𝖩𝖺𝗄𝖾𝖧𝗈𝗈𝗇]

One hundred and nine

El viaje no fue tan largo, así que Sunghoon llegó en la madrugada, sin embargo no había tiempo que perder.

Pidió un taxi y le dio la dirección que Jake le había dado.

Si bien las calles estaban totalmente oscuras, pudo observar que mientras más carretera avanzaban, mas despojado se volvía. Fue así hasta que llegó a una casa, que por cierto, pequeña no era.

Sunghoon se bajó del taxi y comenzó a correr en dirección a la entrada, pues había un gran jardín en frente.

Tocó el timbre varias veces y nadie abría.

Sunghoon trató de llamar a Jake para saber confirmar si está era la dirección.

Entonces se dio cuenta del problema.

Casi no había señal

Era muy extraño que no hubiera casi nada, hasta había cables cerca.

Lo bueno es que la puerta se abrió dejando ver la silueta de una señora, por lo visto era Alfa.

—¿Qué sé te ofrece a estas horas joven?—

—Buenas noches, lamentó la interrupción, pero ¿Choi Soobin vive aquí?—

—¿Para qué quieres saber eso?— trató de intimidarlo, pero Sunghoon no tenía tiempo para esto

—Es importante que venga conmigo, a surgido una situación y—

—¿De dónde lo conoces?—

—De la universidad—

—¿Cómo se llama?—

—Yonsei—

—No te creo— sunghoon se quedó boquiabierto —Adiós niño—

—¡¡Pero es urgente!!—

Una voz sonó desde adentro, era una omega.

—Lisa, ¿Pero qué crees que haces? ¿Qué acaso no lo reconoces? Soobinnie nos habló de él, hasta nos mostró su foto— La alfa rodó los ojos y se adentró a la casa —Perdona a mi pareja, es que no quiere qué nadie moleste a Soobin, no se ha estado sintiendo bien emocionalmente, Por cierto soy Rosé—

—Mucho gusto señorita Rosé, necesito que Soobin me acompañé a Seoul, se trata de su amiga—

—¡OH! ¿ARIN? Ella siempre era tan buena, la recuerdo muy bien cuando aún vivíamos todos en la capital, ¿Qué le ocurrió?— dijo preocupada

—Ella está en una situación muy delicada, esta embarazada y tuvo un accidente—

—¿QUE?— Sunghoon pudo ver que Soobin estaba en las escaleras escuchando todo

—Sí, está mal y pidió qué por lo menos estuvieras en la sala de espera— dijo Park

—¡¿Sus bebés, cómo están?!— gritó desesperado

—Todavía no lo sé, pero por el momento tus hijos aún viven —

— ... ¿Mis hijos? ...—