Three

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Jake era el típico omega tímido de la universidad.

Se sonrojaba y avergonzaba por todo

Eso atraía a muchos alfas

Pero él simplemente los ignoraba de la mejor manera posible.



—Me siento alagado de gustarte, pero no creo que esto funcione—



Jake siempre pensaba que había sido elegido para algo, desde muy pequeño.

Sus padres eran betas, y es muy raro que dos betas puedan dar a luz a un omega. Su madre siempre le decía que para todo había una razón.

Pero lo que más anhelaba en el mundo era conocer a su destinado, la persona con la que sentiría una conexión única.

Muchos le decían que aquello era tonto, que tal cosa como los destinados no existía y solo eran cuentos de hadas. Pero él sabía en el fondo que eso no era cierto.

Mientras caminaba por la universidad inmerso en sus pensamientos, no pudo notar que venía alguien corriendo.

Accidentalmente ambos chocaron y el omega cayó al piso.


—Fue mi error, lo siento, no debo correr por los pasillos, pero se me hacía tarde para llegar a clase — dijo aquel alfa —¿Te hiciste daño?—


Jake miró hacia arriba y en lo primero que se fijó fue en aquellas perfectas facciones del rostro contrario, parecía un príncipe sacado de una película de Disney.


—S-Si no te preocupes estoy bien— dijo con nervios mientras se paraba

—Me alegro, soy Park Sunghoon y si necesitas algún favor, pídemelo, te debo una— dijo sonriendo —Bueno debo irme, llego tarde, adiós—


Jake se quedó viendo como el alfa corría a su clase.


—Que interesante—

𝑫𝑬𝑨𝑫 𝑳𝑶𝑽𝑬  [𝖩𝖺𝗄𝖾𝖧𝗈𝗈𝗇]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora