𝑫𝑬𝑨𝑫 𝑳𝑶𝑽𝑬 [𝖩𝖺𝗄𝖾𝖧𝗈𝗈𝗇]

Fifty two

Los problemas comenzaron para el joven alfa

A Sunghoon le era difícil contenerse, el aroma de Jake estaba por toda la casa.

Las fresas lo estaba embriagando.

Pero no quería ser tan descortés y aprovechado con el pequeño.

Su lobo estaba con unas ganas tremendas de fornicar, pero su parte humana le decía que aún no.

Las acciones de Jake tampoco hacían la situación fácil, pues el omega se restregaba en él cada vez que podía, impregnando más aún su dulce aroma.

Las acciones de Jake iban en doble sentido, su parte animal tenía el control total sobre él, sin embargo, se podía notar la inexperiencia del pequeño.

Es por eso que Sunghoon no sabía si era lo correcto tomarlo ahora mismo o esperar un poco más.

El omega exigía mimos todo el tiempo, haciendo tiernos gestos que derretían el corazón de Sunghoon, se sentía afortunado de ser la primera persona con la que Jake estaba de esta forma.

Sunghoon decidió cocinarle algo a Jake, puesto que ya eran casi las tres y no habían almorzado.

El omega no se despegó de él en ningún momento, estaba en modo chicle.

—Hoonie te quiero mucho— dijo el omega con su rostro pegado a su espalda.

—Yo también te quiero Jakey— dijo tomando de los brazos al omega

—¿Mucho mucho?—

—Mucho mucho, y un poco más—

Jake se sintió tan feliz que desprendió más feromonas de lo habitual, se aferró más a Sunghoon y volvió a marcar territorio con su aroma.

El alfa como pudo terminó el almuerzo, que era una sopa de verduras y puré de papas.

Jake era como un bebé, y como todo bebé quería que le den de comer en la boca. Así que ahí estaba Sunghoon, perdiendo su dignidad con una gran sonrisa mientras hacía la táctica del avioncito con el omega.

Obviamente no le diría a Jake que hizo eso. Tenía una reputación que cuidar.

Por otro lado, Sunoo había salido a caminar 🚶🏻‍♂️

No podía estar en casa o en otra habitación, pues Sunghoon ahora era capaz de sentir su presencia. Además de que si follaban no quería escuchar los gemidos de Jake.

Al menos era un día soleado

Volvió al parque en el que había estado ayer y se sentó en una banca vacía que daba en dirección a un gran lago.

Extrañaba su antigua vida, jugar con Niki, salir a pasear con sus padres, visitar nuevos lugares ... Sentirse vivo.

Pero bueno, no había nada que pudiera cambiar el pasado.

Mientras observaba el lago, un chico pasó en frente suyo.

Era HueningKai.

¿Qué hacía el omega por aquí?

¿No debía de estar en la universidad?

¿Estará esperando a Soobin?

Grata fue su sorpresa cuando escuchó una irritante voz.

—Oh, llegaste antes de lo acordado—

¡¿Qué hacía Lee Heesung aquí?!

¿Acaso esto era un complot?

—Bueno, ¿Para qué me llamaste kai?— preguntó el beta

—"Malas" noticias primero— heeseung se puso serio —Jake entró en celo y seguramente Sunghoon ahora mismo está ayudándolo—

Heeseung puso una cara de disgusto y horror, su corazón ya estaba lo suficientemente roto, pero esto ya le había llegado al alma.

Jake y Sunghoon en la misma cama era desgarrador

—¿Hay alguna noticia más aparte de esto?— hyuka asintió

—Tengo información valiosa que conseguí por parte del equipo de patinaje— el beta puso más atención —Conocí a Yuna que es una amiga de Soobin, y me dijo que un día antes de la competencia todos los patinadores dejan sus patines de hielo en la zapatería para que los lustren y arreglen, de ese modo están listos para competir—

—¿Y eso de que me sirve a mí? ¿En qué ayuda a mi plan?— preguntó algo irritado

—El tema es que, a Sunghoon solo le hacen una lustrada, no permite que toquen el filo de las cuchillas— Heeseung se puso a pensar —Generalmente la entrega de patines es ese mismo día en la tarde, pero solo en un tiempo predeterminado — procedió  a explicar —Si logramos demorar a Sunghoon puede que mande a Jake por los patines—

—Entonces si algo sale mal con los patines la culpa entera será de Jake— Heeseung sonrió como nunca —Hueningkai, eres todo un genio—

—Lo sé— dijo con una sonrisa ladina —¿Y mi paga?—

Le entregó un sobre con dinero—Después de que el plan esté ejecutado te daré lo que falta—

—Sigo sin entender por qué tu amigo Jungwon no quiso darte su ayuda— decía mientras contaba los billetes con fascinación

—Es un omega miedoso, no quería ser parte de esto por miedo a que lo suspendan, como es el mejor de su carrera no quiso arriesgarse, pero me prometió que no diría nada al respecto, si lo hace tengo con que amenazarlo— Heeseung tenía todo fríamente calculado

—¿Ahora si puedo terminarle a Soobin? Extraño mi libertad— dijo ya cansado —Además, la chica esa Arin me sigue vigilando de cerca y es muy abrumador tener que soportar su mirada cuando estoy solo—

—Todavía no, no es prudente ahora, solo llevan unas semanas, aparte Arin comenzaría a sospechar más, y no tiene que meter su nariz dónde no le incumbe— dijo Heeseung —Luego de que todo este hecho, te inventas una excusa o pelea y ya te puedes ir tranquilo—

—Más le vale que luego de eso no se vuelva loco y comience a molestarme o seguirme— Hyuka se levantó —Es todo por hoy, yo te aviso si encuentro algo más que nos sirva—

Ambos se despidieron y se fueron en caminos distintos.

Sunoo no lo podía creer

Ese beta no paraba.

¿Acaso se había vuelto loco?

¿Cómo era posible que pensara en sabotear la victoria de Sunghoon?

En serio se arrepentía mucho de no haberlo matado aquella tarde.

Lo bueno es que con esta información, podía tomar ventaja de algo.

No podía dejar que los separen.