𝑫𝑬𝑨𝑫 𝑳𝑶𝑽𝑬 [𝖩𝖺𝗄𝖾𝖧𝗈𝗈𝗇]

Ninety one

Jake entró a su casa con el cuerpo temblando.

¿Qué se supone que haría ahora?

Ni siquiera habría forma de culpar a Jay, el recinto de entrenamiento no quedaba muy lejos.

Para colmo acababa de dejar caer el paquete.

Jake lo abrió con cuidado y pudo ver que los patines estaban bien. Las cuchillas se veían lo suficientemente fuertes como para que cualquier leve caída llegara a dañarlas.

De todas formas se encontraba muy nervioso.

—Tranquilo Jakey, no creo que Sunghoon sea tan tonto como para culparte a ti de lo que pueda pasar— dijo Sunoo tratando de aligerar el ambiente

—No lo sé Sunoo, Sunghoon es impredecible en algunas cosas y temo que algo salga mal, Heeseung ya debe tener un plan para que todo vaya como él quiere— suspiró frustrado —Odio esta situación, la detesto— dijo ocultando su rostro con las manos

—Muy pronto acabará, pondremos a Heeseung en su lugar y todo volverá a ser como antes—

Sunoo sabía que con algo de suerte, todo iría bien, pero la situación se había vuelto tan incierta que no había una forma de saber el posible final de esto.

El teléfono de Jake sonó.

Era Arin.

—¿Noona qué paso?—

—S-Soobin ... S-Soobin se fue Jake— dijo mientras lloraba

—¿¿C-Cómo que se fue?? ¿Le pasó algo grave? ¿¿Hueningkai le hizo algo letal??— preguntó preocupado

—N-No ... Estoy en el aeropuerto n-no pude alcanzarlo— dijo mientras se lamentaba

—¡¿Qué rayos ocurrió hoy que falte?!— gritó desesperado

—Soobin dijo que había terminado con Kai, luego dijo que volvería a Ansan dónde tiene familia ... Nunca había sentido esto Jake ... Él quería quedarse, quería que yo se lo pidiera y prácticamente le dije que se vaya— Arin no podía para de llorar —Ahora tengo miedo, estoy vulnerable ... Hueningkai ahora viene por mí, estoy segura qué ya no estaré a salvo—

—Arin noona, tienes que ser fuerte, yo también debo serlo—

—Cómo serlo si él se fue ... ¡Mi alfa se fue Jake!— el omega se quedó mudo —Por más tonto que suene yo sé que es él—

—Noona ... Solo nos queda tener fe, ni siquiera sé si eso existe ahora, pero habrá que encontrarla—

Jay acababa de llegar a la casa de Jungwon.

Apenas tocó el timbre, el omega le abrió la puerta.

Hueningkai se escondió entre los arbustos y se colocó lo más cerca a la ventana, debía escuchar.

Jay cruzó la puerta y Jungwon lo envolvió en un gran abrazo.

—Creo que es de los abrazos más desesperados que me has dado—