La velada con Joan fue buena, entre plática y sexo descubrí muchas cosas acerca de su persona. Datos necesarios para revelar ante mis amigas con la finalidad de que puedan ayudarme a comprender un poco la situación.
Ese idiota no me llevó temprano al departamento, quiso aprovechar al máximo la noche extendiéndose hasta la madrugada. Durante la mañana fui un zombie, luego dormí un poco y vine a trabajar. No he probado bocado en horas; al menos contamos con el descanso para comer, caso contrario estaría perdida.
—¿Y bien? —pregunta Alison pasándome un café—. ¿Cómo estuvo el primer encuentro de tu estrategia?
—Muy bien —confirmo—. Creo que Ema tenía razón en eso de hacer preguntas a futuro.
—¿Se las hiciste? —Se sorprende—. Solo fue un decir, no pensé que las harías.
—Pero creí que...
—¡Ya cuenta! ¿Qué pasó?
—No quiere casarse. Joan no cree en el matrimonio y la unión eterna, tampoco quiere hijos, opina que no todas las personas nacen para ser padres.
—Es una lástima, tiene buenos genes —satiriza la pelinegro.
—Le dije que hablara con mi padre y se puso nervioso. Sé que lo hará si lo presiono, pero no pareció estar decidido.
—¿Crees que no está siendo serio con esta relación ilegal? —indaga la castaña—. Okey, no ilegal, pero sí prohibida.
—Es sincero, él me ama mucho y me lo ha demostrado. ¿Saben qué me pidió? Que lo elija a él sobre los demás, que olvide a Tad, que me ayudará a hacerlo.
—Jade, no creo que eso suene lindo, me suena a psicópata.
—No, Alison, es tierno, porque Joan me ama.
—¿Y qué hay de ti? Jay Jay, por favor... ¿Crees amar a Joan? ¿Estás segura?
—¡Lo estoy! Me hace bien, nos tratamos de igual a igual. Está asustado, no quiere que bese a Kurt o a Tad porque piensa que cualquiera de ellos es mejor que él.
—Entonces, ¿Tad no es mejor que él? Ya lo decidiste.
—¡No, claro que no! Tad también es bueno en todo.
Viene a mi mente la llamada que me hizo antes de ver a Joan y mi ánimo queda por los suelos, como si un baldazo de agua me trajera a la realidad.
—¿Qué sucede, Jadie?
—Ayer cuando salí de la agencia... Tadie me llamó para decirme que me extrañaba. Yo iba manejando, él argumentó que mejor me llamaba después porque no quería que me desconcentrara —Sonrío como tonta al recordar—. Le mentí, le dije que estaría con ustedes anoche y no podría verlo.
—Y eso te hizo sentir mal, ¿no? —pregunta Ema con una risa suspicaz.
—Sí, llegué al departamento a llorar mientras me bañaba antes de ver a Joan.
—¿Sentiste que lo estabas traicionando? —Continúa Ali.
—Me siento una basura, porque hoy vendrá a dormir conmigo y me comprará chocolates.
—Detallista, me agrada.
—Es más que eso. —Suspiro en tanto pienso si es prudente decirles—. Él recordó que mis pastillas anticonceptivas están por terminarse, dijo estar al pendiente.
—Ay, Jade...esto estará complicado... ¿Vas a comerte esa porción de cheescake?
—¡Alison! —grita Ema.
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Solo sigue las reglas [+21]
Romance¿Qué harías si un día decides experimentar cosas nuevas y quedas sumergido en un triángulo obsesivo del cual no puedes salir? Tad Bennett y Joan Grant son dueños de una de las mejores discográficas del país. Además de compartir los negocios, una cas...