Solo sigue las reglas [+21]

38• Desahogo

TAD

La patrulla llegó y, junto a ella, una ambulancia. Lo que en un inicio sería solo asistencia médica para las chicas terminó sumando a Joan, inconsciente y sin reacción alguna.

Alison se encontraba despierta, con la mirada perdida como somnolienta, a diferencia de Jade y Ema que continuaban desmayadas. Decidimos llevarlas al hospital nosotros mismos detrás de la ambulancia para no perder tiempo. El enfermero consideró que Joan debía ser llevado a emergencias, recibió un fuerte golpe en el rostro y tenía un leve corte a un costado de la sien.

Junto a Kurt fuimos a socorrerlo, pareció estar muerto en cuestión de segundos. Ayudamos a subirlo a la camilla, mis manos quedaron manchadas de sangre; ya no podía diferenciar a quién le pertenecía. Ahora estamos en el hospital a la espera de tener noticias de todos ellos.

—Él está muerto —dice Kurt con la voz temblorosa—. No tenía pulso cuando lo toqué.

—¡Cállate! —Recrimino sentado a su lado; sin embargo, yo tampoco noté pulso.

—Si Grant muere no me lo voy a perdonar.

—¡Basta, los dos! —musita Brendan—. No está muerto.

Me siento un hijo de puta por todo lo ocurrido, jamás me lo voy a perdonar. La mujer que amo está en una de las habitaciones, drogada e inconsciente junto a sus dos amigas; y en otra parte está Joan, mi mejor amigo, mi socio, mi rival si así quisiera llamarle.

¡Imbécil! ¡Maldito imbécil! ¿Por qué siempre tienes que ser el héroe?

—¿Por qué mierda estás llorando? —pregunta Kurt poniéndose de pie—. ¡Tú también sabes que está muerto! Lo tocaste, no tenía pulso, ¡perdió mucha sangre!

Nunca he visto a Riley así, se ve más pálido de lo habitual, no llora; aunque se encuentra a punto, y en todos estos años jamás mostró debilidad.

—No le pasó nada —dice Brendan—. Ya deja de joder.

—Tú no lo tocaste —insiste.

—¿Lo manoseaste o algo? ¡¡En qué momento lo tocaste tanto si llegó la ambulancia a los segundos!! Deja de generar un drama, Riley. ¿Y a ti qué te pasa? —Me pregunta enojado.

Si no lo digo ahora será peor, si algo malo sucede no voy a poder con la culpa.

—Le hice creer a Joan que me estaba acostando con Jade, por eso él insistió con esa estúpida apuesta. Ella lo vio todo, luego ustedes vinieron, Jade besó a otro, y Joan salió. ¡Esto es mi culpa! Ahora los dos están internados, no lo sé...

—Eres una mierda, Tad—contesta Riley en forma despectiva para no perder la costumbre—. Lo calculaste todo.

—No se peleen ahora, por favor —interviene Brendan—. Estamos en un hospital, mantengan respeto por las personas que se encuentran alrededor.

—Toda esta estúpida apuesta salió a causa de tus comentarios. Si tienes las pelotas bien puestas, entonces simplemente admítelo y no esperes a que te golpee para hacerte hablar. No soy el mariquita de Joan, no tendré compasión con los golpes, Bennett, te voy a matar.

—Riley, te dije que te callaras.

Cada palabra a regañadientes es una amenaza que se acrecienta segundo a segundo. Riley me molerá a golpes, y aunque intente cambiar las cosas ya es tarde, la apuesta se generó a causa de mis ideas.

—Lo hice —admito—. Estaba harto, él tenía a Jadie, y a la vez insistía en molestarme.

—¡Te dijo que la buscaran y no quisiste! Soy testigo de todas las veces en las que te preguntó si tú regresarías con ella y aseguraste que no lo harías.