¿Qué harías si un día decides experimentar cosas nuevas y quedas sumergido en un triángulo obsesivo del cual no puedes salir?
Tad Bennett y Joan Grant son dueños de una de las mejores discográficas del país. Además de compartir los negocios, una cas...
Llego a la universidad percibiendo la mirada de todos alrededor del campus, no es más que mi imaginación haciendo estragos en mi cabeza; es la conciencia diría mi madre. En cierto punto algo de razón hay en esa frase, no he podido dejar de pensar en qué sucedería si la gente se entera de lo que estoy haciendo, sería la golfa de la facultad.
—¡Hey, Jade! —Toma mi brazo— ¿Podemos hablar antes de entrar?
—¿Qué quieres, Joshua? ¿No fue suficiente con tu escenita frente a las chicas anoche?
—¡Lo siento, pero es que no entiendo nada! Pensé que te vengarías de ellos, ¿qué se supone que haces?
—Cambié de planes, deberías de agradecerme —digo avanzando hacia el curso—. Si mi venganza se hubiese llevado a cabo en su totalidad, también estarías involucrado, Payne.
Camina a mi lado con la cabeza agacha, no va a dejar de sentirse culpable por esto, es lógico, no es una marca que desaparezca fácil; sin embargo, me duele verlo así, Joshua ha estado junto a mí desde la infancia, es como mi hermano.
—No puedes juzgarme, lo sabes.
—Nunca lo hice, Jadie —responde con la voz débil.
—Entiendes a lo que me refiero, ¿no?
—Me parece una locura viniendo de ti, pero no te voy a juzgar, siempre y cuando no termines lastimada con esto. —Guarda silencio solo unos segundos y continúa—. No puedes enamorarte de dos personas a la vez, ¿qué hay de Kurt? ¡Dijiste que te gustaba!
—¡Y me gusta! ¡No sé qué debo hacer al respecto! —exclamo—. Es demasiado bueno para mí, pero no puedo olvidar que le he mentido, ni siquiera sabe mi nombre.
—Díselo cuando tengas la oportunidad de verlo, tal vez lo entienda. —Aconseja calmado—. Respecto a los otros dos, no te hagas falsas ilusiones.
Entramos al salón, cada uno se sienta en su pupitre, distanciados, con una sensación horrible a causa de nuestra controversia. Las clases inician y lo que menos hago es prestar a atención al profesor que permanece en frente. Mis pensamientos se encuentran en otro mundo, analizo las opciones y sus posibles resultados.
¿Realmente quiero a Kurt Riley? ¿Podría olvidar a Joan y Tad? Soy un desastre con solo 20 años, aunque muy a mi pesar, yo no pedí esto, se dio y no voy a dar marcha atrás.
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El señor Elliot me explica que esta sesión de fotos es muy importante para la empresa que nos ha contratado y que debo hacer un excelente trabajo para continuar con las recomendaciones a futuro. Olvidé por completo lo de la sesión de hoy, al menos me he vestido casual.
—Ese vehículo te llevará directo a la empresa, Jade—Señala a través del vidrio—. Debes reportarte con el señor Porter, ¿de acuerdo?