JADE
Hace días que planeo esto, mi cabeza no deja de batallar con mis propias decisiones, el solo pensar que esa chica disfrutará igual o más que yo me molesta mucho. Estos meses me enseñaron a quererlos, a tolerarlos y aceptarlos tal cual son.
Joan, quien fue un completo imbécil conmigo, el último día me hizo el amor de una forma tierna, demostrándome afecto en base a caricias y besos. Sus gemidos leves y el movimiento de sus caderas sobre mí fueron delicados, no solo con la búsqueda de un exquisito orgasmo, sino que hubo algo más. Me gusta Joan de una manera incoherente.
Por otra parte, Tad fue dulce conmigo desde el inicio, no me trató mal sino hasta aquel día. En el sexo relucía, ni siquiera era brusco del todo, solo me pedía que yo lo fuera con él, mas desobedecí a sus súplicas. La traición lo hirió, puedo hasta comprenderlo, quizás yo me merecía que me golpeara de esa manera, todavía recuerdo sus ojos llenos de lágrimas implorando perdón. Mi abrazo con él fue sincero, muy sincero, porque me gusta, a mi manera extraña de comprender este amor que siento.
¿Qué tan mal debo estar de la cabeza para tener estos pensamientos? Lloro y no me entiendo ¡los deseo! Hace un mes que no tengo sexo y parezco desesperada fantaseando con sus manos sobre mi cuerpo, rebobinando escenas en mi cabeza para alimentar mi proyección hasta caer en la realidad.
Seco mis lágrimas, no tengo tiempo para esto. Hoy voy a vengarme de esos dos y debo estar concentrada. Estoy segura de que van a llevar a esa chica a la casa para comenzar a usarla de la misma manera que me usaron a mí. Voy a impedirlo.
Joshua ha venido a buscarme, tendrá que colaborar conmigo si quiere que lo perdone. A partir de hoy obtendré todo lo que quiera, de quien quiera y a como dé lugar.
Estacionamos a una distancia considerable de la casa, lo que menos quiero es que nos apunten como sospechosos. El Mercedes negro llega y el enorme portón se abre, la chica viene en el asiento trasero como lo sospeché.
—¿Qué piensas hacer, Jade? Por favor, no cometas una locura. —Pide preocupado.
—Cálmate, Joshua, tú no estarás involucrado, salvo que lo arruines ¡Y te arrepentirás de por vida!
Ésta es la primera noche de ella en la casa, dudo que las cosas comiencen tan rápido; sería descortés no dejar que se acomode a su nueva residencia. Si esperaron un mes para tenerla, podrán contener las ganas hasta mañana. Voy a entrar cuando se vayan a trabajar, es más seguro.
Pero ¿qué pasa si quieren estar con ella en la mañana antes de irse a la discográfica como lo hicieron conmigo? ¡No! No puedo cometer ni un error en esto, tengo que pensarlo mejor.
Escabullirme temprano es mi única opción antes de que se despierten. No voy a arriesgarme a que algo suceda, menos permitir que toquen a esa mujer.
—Entraré en la casa antes de que ellos despierten y se vayan a trabajar—comento en voz alta.
—¿Qué? ¿Cómo que entrarás a la casa? ¡Estás loca, podrían demandarte por invasión a la propiedad!
—¡Y yo los demandaré por tenerme de esclava sexual durante meses y tú caerás con ellos!
— ¡No! Por favor, no lo hagas—titubea— ¿Qué quieres, Jade? Dímelo, pero no me involucres en esto.
—Payne, ya estás involucrado ¡Déjate de mariconadas! Harás de campana en un par de horas, me ayudarás a ingresar a la casa como sea. Hay cámaras por todas partes, menos en sus habitaciones, el baño de la chica y el jardín. ¿Te das cuenta de que son idiotas? No tienen cámaras fuera.
La puerta de la cocina, que da hacia el patio trasero, tiene una pequeña ventana que puedo abrir con facilidad, entraré por allí. Joshua se quedará en el auto, la chica saldrá y él la llevará a donde le indique. Nada puede salir mal, es buena idea.
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Solo sigue las reglas [+21]
Romance¿Qué harías si un día decides experimentar cosas nuevas y quedas sumergido en un triángulo obsesivo del cual no puedes salir? Tad Bennett y Joan Grant son dueños de una de las mejores discográficas del país. Además de compartir los negocios, una cas...