Papá Seungcheol 2 → Jicheol ♡

ocho

Cuando había conocido a Soonyoung había sentido como su corazón era atravesado por una flecha de Cupido. Era apasionado y obstinado, tenía un carácter bastante infantil pero muy centrado en muchas ocasiones.

En la universidad mantenía una seriedad que producía suspiros en sus compañeros, pero él sabía que podía ser muy diferente. Lo había corroborado las veces que viajaban en auto y cantaban a todo pulmón la música de la radio.

Había sido una relación bastante rápida que ninguno supo que llegaría a tener una hija. Lo pasaban bien a pesar que tenían sus diferencias como el que Soonyoung detestaba las miradas de Seungcheol hacia su novio, sabía que estaba perdidamente enamorado del pequeño.

Talvez era las miles de cosas que lo había hecho sentir Soonyoung en tan poco tiempo que temia que Sunhee pasara por lo mismo. Ilusionarse con algo que no duraría mucho tiempo.

Seugcheol dejó de revolver la pasta en la olla para ver a su pareja perdido con sus ojos en la salsa que removia a un lado.

Se acercó y beso su mejilla llamando su atención. Lo miro y Jihoon suspiró.

-¿En que piensas?- preguntó el mayor.

Jihoon apagó el fuego para que no se quemara la salsa que habían preparado.

-En Soonyoung- admitió.

El pelinegro abrió grandes sus ojos y asintió desviando su mirada. Jihoon rio por crear esa confusión con sus palabras, nunca había visto celoso a Seungcheol y verlo de esa manera era casi tierno.

-No en ese sentido- aclaró rodeando la cintura de Seugcheol con sus brazos y los ojos del pelinegro volvieron a los suyos -Solo que no se que haré-

-¿Quieres mi opinión?- preguntó acariciando una mejilla del castaño y este asintió -Creo que lo deberías intentar, Sunhee es una niña grande que puede decidir si conocerlo. Debemos darle la posibilidad de elegir-

-No quiero que la lastime. Que la ilusione y a los meses la deje como lo hizo conmigo-

-Yo tampoco quiero que pase eso- tomando su rostro de sus mejillas le sonrio levemente -Pero nos tiene a nosotros, siempre nos tendrá a los dos por lo que llegará a pasar-

Jihoon miró sus manos apoyadas en el pecho de Seungcheol y jugo con los botones de la camisa. El mayor tenía razón, la tenía y mucha.

Aunque existía una posibilidad de que saliera defrauda, también tenía el derecho a saber que su padre biológico estaba preguntando y queriendo saber de ella.

-Debo ir hablar con él- murmuró sin ganas de hacerlo.

-Si quieres te puedo acompañar- Jihoon rio -Si, no será nada cómodo pero solo estaré ahí por si llegas a necesitarme-

El castaño asintió y beso sus labios rápidamente aceptando.

-Papá- se escuchó el grito de Sunhee que bajaba por las escaleras llegando a la cocina -No encuentro mis puntas- puchereo.