Papá Seungcheol 2 → Jicheol ♡

veintidós

Soonyoung no debe temer, es dueño de una de las empresas más grandes de automóviles del mundo, ha tenido la posibilidad de hablar con presidentes, primer ministros y con la secretaria personal de la reina. Pero jamás se sintió tan intimidado por la mirada de alguien como en ese momento.

El instructor de esgrima de Sunhee es delgado, con cabello rubio y levemente más alto que él. Todo en él es precioso, desde sus labios, ojos hasta sus piernas largas y delegadas. Pero la mirada que le da, no es para nada amistosa.

Había llegado hace pocos minutos y preguntó por Sunhee para poder llevársela, pero el otro parecía odiarlo. Era extraño, más allá de su lamentable prontuario como padre, no lo conocía lo suficiente como para odiarlo tanto.

-Seguramente Jihoon habló con usted para darme la autorización de retirar a Sunhee.

-Si, lo hizo- responde el otro.

-En ese caso- brindando una sonrisa amable, extiende su mano -Kwon Soonyoung.

El rubio mira la mano y solo por compromiso la toma -Xú Minghao- se presenta.

-¿Chino?- pregunta al escuchar el nombre. El otro solo asiente -Tuve la posibilidad de viajar, es bellísimo, al igual que su gente- levantando una comisura sonríe.

Minghao levanta una ceja y se niega a pensar que el padre de su alumna acaba de decir inconscientemente que es bello.

-Iré por Sunhee- solo dice, algo desconcertado.

Soonyoung asiente y ve como el menor se aleja. A los pocos minutos llega con Sunhee quien carga su mochila y bolso.

-Hola Soonie- lo saluda con una gran sonrisa que contagia a los mayores presentes.

-Hola Sun- con una sonrisa mira al bonito instructor y vuelve a hablar -¿Ahora si la puedo llevar?

Minghao suspira y asiente -Si- mira a la niña y se acuclilla a su altura toma sus manos -Recuerda que tenemos el torneo y estaría muy feliz que vengas con nosotros también.

-Estaré allí, lo prometo- con su mano se despidió.

Soonyoung tuvo la intención de despedirse también, tomando la mano del chino, pero este solo asintió con su rostro serio. Algo incómodo también repitió la acción y tomo la mano de Sunhee caminando hacia el auto.

Por su parte la castaña sonreía divertida al ver como el mayor miraba hacia atrás donde veía a Minghao caminar a su casa. Suspirando, jaló levemente la mano del mayor llamando su atención.

-¿Qué sucede?

-El instructor Minghao no tiene pareja desde hace un año- el rubio la miro con confusión ante tales palabras. Sunhee rodando sus ojos volvió a hablar -Debes pedirle una cita.

Soonyoung miro la espalda del chino quien parecía buscar las llaves de su casa o auto. Miró a la menor y se planteó varias cosas.

No lo conocía, Minghao parecía detestarlo pero no podía negar que por lo menos debía intentar aquella locura. Era poco lógico recibir consejos de una niña, de su hija. Pero su cerebro le hacía plantearle varias cosas.

¿Y se arrepentía por no hacerlo luego?

-No te muevas- señalándola con un dedo la apunto y la menor asintió divertida.

Al instante salió corriendo tras el chino.

Minghao se sobresaltó al sentir una mano ajena sobre su ante brazo deteniendo su caminar. Ya a punto de defenderse se dio la media vuelta y se quitó sus auriculares al ver quien era.