_Yo: Si no me lo haces no sabré de lo que eres capaz.
_Casian: No te lo haré. Eso no me vale para nada. Mato a personas por gusto y placer. Les arrebato la vida porque simplemente es lo que deseo en ese momento. Eso lo sabes ¿No? Pues no te preocupes de nada más.
_Yo: Hazlo. De esto depende si me quedo o me voy el día de la guerra. Y ya no digo en la pelea.
_Casian: ¿Estás segura que quieres que lo haga? Desde que empiezo no lo puedo parar y da igual quien sea.
_Yo: Sí, no pienso vivir con miedo a lo que me hagas el resto de mi vida. Estoy segura.
_Casian: Ve al sótano. Primera puerta. Quítate el pijama y espérame allí.
Asentí y salí en dirección al sótano.
POV CASIAN
Saqué el whisky de la despensa junto con un vaso, serví una buena cantidad, me la tomé de un trago y bajé al sótano. Cuando llegué cerré la puerta con llave.
_Yo: Desvístete completamente.
_Hona: Solo estoy en ropa interior.
_Yo: Completamente. Te daré los mismos azotes que le di a ella, 170. Contarás conmigo cada azote. Ahora, ponte en esa máquina. Culo y espalda a la vista. Te ataré las manos y piernas a ella. Te digo desde ya que esto no es el castigo más fuerte que pueda hacer. Puedo hacer muchas, pero muchas cosas peores. Y como te equivoques contando empezamos de nuevo.
Le até las manos y los pies y fui en busca de la vara. Cuando la tuve en la mano le di el primer azote.
_Hona: ¡¡¡Aaa!!! -gritó-
_Yo: Primero, eso no es un número. Segundo ¿Eso fue un gemido?
_Hona: Uno -dijo adolorida-
Le di otro azote.
_Hona: Dos.
Le di unos cuantos más y ya le veía lágrimas corriendo por sus mejillas.
_Yo: ¿Estás segura que quieres continuar?
_Hona: Sí.
_Yo: Yo lo digo porque apenas vamos 10 y ya estás llorando.
POV DANTE
Había bajado hace poco al sótano, estaba esperando en la puerta y lo único que escuchaba eran los gritos de Hona. Pasó una hora y escuché a Hona hablar.
_Hona: NO ME TOQUES.
_Casian: Tienes que subir de alguna forma. Y para ser justos, como tú querías, no te voy a dejar echarte crema hasta mañana. Si te la echas me daré cuenta.
_Hona: VETE.
_Casian: Como quieras -salió de la habitación-
Casian no se percató de que yo estaba delante.
_Yo: ¿Estás bien? -dije entrando-
_Hona: Se puede decir que fue una experiencia -dijo llorando e intentando vestirse-
_Yo: Déjame, yo te ayudo -me acerque-
_Hona: No.
_Yo: No voy a ver algo que no haya visto antes. Déjame ayudarte. Apenas puedes mover tus manos y por tus piernas corre un río de sangre.
Asintió y me acerqué para vestirla.
_Yo: Cómo se abrocha esto -dije con el sujetador en la mano-
Hona no me contestó. Solamente se quedó quieta como pudo.
_Yo: Yo nunca he puesto esto, soy más de romperlos. Si no me dices no te lo pongo.
Siguió sin contestar. Tiré el sujetador por ahí y le puse la camisa del pijama y los pantalones.
_Yo: Ya está.
Se intentó levantar pero puso una mueca de dolor.
_Yo: Déjame llevarte a la habitación. Allí te ayudo a bañarte, te echo la crema y te pongo una camiseta mía para que no te esté rozando con las heridas.
La cogí lo mejor que pude para no lastimarla y la subí a mi cuarto. La puse sentada en el baño y le fui quitando poco a poco la ropa, cuando terminé la metí en la bañera, previamente llena con agua caliente.
_Hona: Gracias.
_Yo: Denada enana. Cuenta conmigo para todo. Esto te va a doler un poco, pero tienes ya sangre seca pegada y te la tengo que quitar.
Con una esponja fui quitándole poco a poco la sangre seca. Ella solo hacía muecas de dolor.
_Yo: Lo siento. Intentaré hacerlo más flojo.
Cuando por fin pude quitarle la sangre seca del cuerpo, principalmente la espalda, la apoye un poco de la espalda en la tina.
_Yo: ¿Mejor?
_Hona: Sí.
_Yo: Si quieres salgo y dejo que te quedes un poco aquí. Avísame cuando quieras que te saque. No salgas tu sola que te puede volver a sangrar las heridas.
Salí del baño y salí a la habitación de Casian.
_Yo: ¿No crees que te pasaste un poco con Hona? -dije cuando entré a su habitación-
_Casian: Ella fue quien quiso que se lo hiciera. Y me negué varias veces. Tampoco quiso mi ayuda, a si que a no ser que la hayas subido tú y la hubieses llevado a la habitación de María sigue abajo.
_Yo: No me puedo creer que estés actuando así. ¿En qué momento dejó de importarte su bienestar? ¿Cuando desapareció o cuando volvió? Ya no te reconozco. Pareces otra persona diferente. Ella no te merece. Lo ha pasado mil veces peor que tú y aún así sigue siendo la dulce Hona que conocí en el parque. Sin embargo tú cambiaste, cambiaste a peor, eres un monstruo a sus ojos, pero jodidamente te perdonará, porque Hona no guarda rencor a sus seres queridos por mucho que la dejen al borde de la muerte.
_Casian: No empieces tu también. Puedes terminar como ella.
_Yo: A mi me da igual como termine, soy el único que te planta cara. No me puedo creer que le hayas hecho eso a alguien con la que un día le prometiste todo. Y ahora, la tratas como basura. No mereces el amor que te tiene.
_Casian: 1° aviso Dante.
_Yo: No voy a seguir perdiendo aquí el tiempo. Tengo cosas más importantes que hacer cómo cuidar de alguien. Ya que otros ni se molestan en ver si está bien -dije esto y salí-
Volví a entrar a mi habitación y me puse unos minutos a buscar la camiseta para Hona y las cremas para sus heridas.
_Hona: Dante. Quiero salir.
_Yo: Ya voy -dije entrando -cogí una toalla del ropero del baño y la puse a un lado- déjame que te ayude a salir. Toma una toalla -se la puse en la espalda-
La ayudé a secarse y la puse encima de mi cama.
_Yo: La crema va a estar fría. Yo aviso -le puse crema por la espalda, el culo y los pies- cuando se seque un poco te pongo la camiseta. Mientras prepararé el sillón para dormir yo ahí.
_Hona: Duerme aquí, la cama es suficientemente grande para dormir los dos en ella.
_Yo: Esa es la gracia de camas de matrimonio -reímos-
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Luz de Luna
RandomContinuación de "Mi obsesión" La historia está en mi perfil, es importante para entender esta, la forman 44 capítulos. Espero que les guste.