Parte 6: ¿De quién es el hijo?

63 2 0
                                    

_Hona: Si amor.

Nos pasamos la mayoría del día viendo películas y capítulos de series.

_Santiago: Jefe -dijo tocando a la puerta- ¿Podemos hablar en privado?

_Yo: Si, ve al despacho.

Salí de la cama.

_Yo: Si quieres ir al parque ve vistiéndote -asintío-

Salí de la habitación y fui al despacho.

_Yo: ¿Qué sucede?

_Santiago: Ya tengo las pruebas.

_Yo: ¿De quién es el hijo?

_Santiago: De ninguno.

_Yo: ¿Entonces?

_Santiago: Hice más pruebas y dio positivo con una.

_Yo: ¿De quién?

_Santiago: Es suya.

_Yo: Imposible. Solo he mantenido relaciones con Hona, mi novia.

_Santiago: No se cómo pudo suceder, pero usted dio positivo.

_Yo: Tiene que practicarle un aborto, nadie se debe de enterar. Esto es entre usted y yo. Le diremos que es un virus, le da pastillas o lo que sea para abortar involuntariamente y ya. No quiero más problemas.

_Santiago: Entendido jefe, se los diré a los chicos lo mismo.

_Yo: Hablaré con Calíope.

Santiago asintió y salió de la sala. A los pocos minutos salí yo en dirección a la habitación de Calíope. Cuando llegué abrí la puerta.

_Calíope: ¿Se toca sabes?

_Yo: Cállate. No tienes ningún hijo. Ahora ve al sótano, ya.

_Calíope: Pero.... -la interrumpí-

_Yo: Ya.

Calíope se levantó y fue a la puerta, salió y se dirigió al sótano. Cuando llegamos se quedó delante de la puerta.

_Yo: A qué esperas, entra.

Entró y se quedó de pie. Después entré yo.

_Yo: Se perfectamente lo que hiciste. ¿Con quién tuviste una relación íntima a principio de mes?

_Calíope: Con Blaise, ya lo dije.

_Yo: No mientas Calíope, o el castigo será peor.

_Calíope: Bueno, te viole mientras dormías.

_Yo: Joder Calíope -dije enfadado- ¿Lo has hecho más veces? -asiente-

_Calíope: Lo hacía siempre la primera semana del mes.

_Yo: A partir de ahora te quedarás aquí, no tendrás acceso a las habitaciones y mucho menos tendrán los demás permiso para entrar. Ahora recibirás tu castigo.

_Calíope: Pero tengo el del otro día, todavía no está curado, sigue sangrando.

_Yo: Eso se piensa antes de hacer las cosas. Levántate la falda y colócate.

Cogí la varilla de madera.

_Yo: ¿Cuántos azotes crees que te daré?

_Calíope: Veinte -dijo asustada-

_Yo: Pequeña ilusa. Serán cien. Y te advierto que te dolerá más que los del otro día, ahora sí que no vas a poder moverte en días.

_Calíope: No por favor. No lo repetiré, lo juro. Pero no lo hagas por favor.
Todavía me duelen los del otro día, tengo las heridas abiertas.

Luz de LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora