Parte 9: El camino.

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Una hora más tarde Hona se estaba despertando.

_Hona: ¿Qué pasó?

_Yo: Te desmayaste cuando te estabas bañando -dije sentándome a su lado-

_Hona: Me sentía un poco mareada, te iba a llamar pero no pude.

_Yo: Tranquila. No pasa nada. ¿Quieres ir a la playa?

_Hona: Sí. Es tu último día aquí dentro, no quiero que lo pases encerrado.

_Yo: ¿Quien dijo último día?

_Hona: Yo. Se que mañana nos vamos, si no, ¿Por qué están la mitad de nuestras cosas en cajas?

_Yo: Bueno, si nos vamos mañana, estaba preparando las cajas mientras dormías, pero tranquila, no tienes porqué hacerlo, podemos ir mañana.

_Hona: No, quiero ir hoy, ayudame a levantarme -dijo estirando las manos-

Me puse de pie y me agaché para poderla coger por la espalda y por detrás de la rodilla y poco a poco la fui poniéndola en el piso.

_Hona: Un poco raro esta forma de levantarme, pero gracias.

_Yo: Denada -le di un beso que me correspondió-

_Hona: Vámonos a la playa.

_Yo: Voy a buscar a los chicos, ve bajando con cuidado al garaje y deja las cosas aquí, ahora las bajo yo.

Hona: Sí.

Hona salió de la habitación y fue bajando poco a poco, yo fui a la habitación de Dante.

_Yo: Nos vamos en 5 minutos.

_Dante: Yo ya estoy listo.

_Yo: ¿Bañador de sandías?

_Dante: Me hace buen culo.

_Yo: No jodas. Ve al coche de María y si ves a Hona por el camino ayudala.

_Dante: Sí.

Salí de su habitación y fui a la de María.

_Yo: María, ¿Estás lista?

_María: Sí, ya bajo, toma las llaves y ponlo en marcha mientras cojo mis cosas -dijo abriendo la puerta-

_Yo: Vale.

Me dirigí a mi habitación cogí la bolsa de la playa y bajé al garaje. Allí ya estaban Dante y Hona.

_Yo: Ponlo en marcha -le tiré las llaves a Dante-

_Dante: Voy ¿María ya viene?

_Yo: Sí -dije metiendo el bolso en el maletero- ¿Tus cosas?

_Dante: Mis cosas están con las de María.

_Yo: Vale. Atrás vamos Hona y yo y delante van ustedes.

_María: Listo, ponlo atrás -me dió en bolso-

Puse el bolso dentro del maletero y lo cerré, después me metí al coche.

_Yo: Si quieres puedes dormir Hona.

_Hona: Estoy bien, gracias.

A la media hora llegamos a la playa. Cogí las cosas y nos tumbamos en la arena.

_Yo: Amor ten cuidado que no te entre arena en la herida y Santiago me dijo que no podías entrar al agua.

_Hona: Sí.

Saqué un porro del bolso y empezé a fumar.

_María: Bonito bañador Dante.

_Dante: Verdad que si enana.

_María: No me digas enana.

_Yo: Lo eres -dije dándole una calada al porro-

_María: Son ustedes qué son unas jirafas.

_Hona: Tiene razón.

_Dante: Nosotros somos el tamaño promedio, ustedes son las enanitas aquí.

Pasamos una hora hablando y riendo de cosas random.

_Dante: Allí hay un camino ¿Vamos?

_Yo: Como quieran.

_Hona: Si.

_María: Vamos.

Nos levantamos, recogimos las cosas, las llevó Dante al coche y fuimos al camino. Le cogí la mano a Hona y seguimos caminando.

POV Hona:

Fuimos cogidos de la mano hasta el camino, entramos y poco a poco había más hierba, ya parecía un camino lleno de árboles en su total esplendor y de hojas secas en el piso. Se escuchaba el crujir de ellas al caminar. Unos metros más al fondo había una noria vieja tirada en el piso, de estas que se ponen en una feria, las chiquititas. Nosotros no nos habíamos dado cuenta de ella ya que nos estábamos besando, pero Dante y María sí.

_Dante: ¿Cómo es posible que esté una noria aquí?

_María: No se, tenemos que buscar de qué año pudo ser.

_Dante: Tortolitos, miren.

_Yo: Se ve bonito y terrorífico a la vez.

_Casian: Sí. Atentos por si acaso.

_Yo: Cari, no todo es trabajo. Relájate un poco.

_Dante: Eso tío, tranquilo.

_María: Disfrutemos de las vistas y del paseo.

Seguimos caminando y como no Casian ya estaba tenso.

_Yo: Sigan ustedes, ahora les alcanzamos.

_María: Vale.

Esperamos a que Dante y María se fueran para empezar hablar. Me senté en el piso y Casian hizo lo mismo.

_Casian: ¿Estás bien?

_Yo: Sí, pero tú no. Se que te preocupas por nosotros y eso me encanta, pero poco a poco tu cuerpo va pidiendo ayuda. Tienes ojeras de no haber dormido en días, estás tenso por cualquier situación y ya no te veo relajarte como antes. Se que en parte fue mi culpa, pero no fue mi intención que me secuestraran. Creas o no cuando te doy un beso en el cuello te tensas, como si ya no fuera de tu agrado.

_Casian: No amor, no estoy así por tí. Te amo y quiero empezar de cero contigo. No tengo a otra y mucho menos la tendré. Solo te amo a tí.

_Yo: Y yo, pero entonces ¿Por qué estás así?

_Casian: Es la presión de llevar todas las mansiones, pero en poco tiempo seré como antes, te lo prometo.

_Yo: Eso espero. Has cambiado mucho desde que me fui.

_Casian: Lo se amor, me lo han dicho.

_Yo: Vámonos, nos están esperando -dije poniéndome de pie-

_Casian: Sí.

Caminamos en un silencio un poco incómodo de mi parte hasta llegar a los chicos.

_María: ¿Todo bien?

_Yo: Sí.

Llegamos unos minutos después a un árbol que me resultaba familiar. Un árbol ancho y hueco. Lo toqué y me dió una pequeña descarga, rápidamente aparte la mano y seguí pensando de que me sonaba este lugar.

_Casian: Hona, vamos -me dijo unos pasos más adelante-

_Yo: Voy.

Llegue hasta ellos y tomamos una desviación a la derecha. Y aquí fue cuando caí en que me sonaba ese árbol.

_Yo: Tenemos que irnos. Ya he estado aquí y es peligroso ¿Qué hora es?

_Dante: Las ocho menos diez -dice mirando su reloj-

_Yo: Tenemos ocho minutos para llegar al coche e irnos.

_María: ¿Qué pasa Hona?

_Yo: No hay tiempo, explico en el coche, pero corran.

Luz de LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora