Parte 28: Fresas con nata.

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_Hona: Bueno ¿Puedes dormir aquí? Me ayudaría mucho.

_Yo: Si es lo que quieres sí, pero, no quiero obligarte.

_Hona: No me obligas, te lo estoy pidiendo por favor.

_Yo: Sí, yo me quedo. Por cierto, para poder echarte la crema te tengo que levantar cada 8 horas.

_Hona: Vale.

_Yo: Le diré a lo chicos que en dos días no vas a entrenar.

_Hona: Bien, no quiero salir de aquí, y mucho menos verlo.

_Yo: Voy a levantarte para ponerte la camiseta. Y te vuelvo a tumbar -dije levantándola poco a poco y poniéndole la camiseta-

_Hona: Gracias. Eres el mejor -Me dió un abrazo como pudo y yo se lo correspondí como pude-

_Yo: ¿Quieres fresas con nata y maratón de Harry Potter?

_Hona: ¿En serio? -dijo ilusionada-

_Yo: Sí.

_Hona: Si quiero.

_Yo: Ahora vengo.

Bajé, preparé un cuenco con muchas fresas, cogí el bote de nata y subí.

_Hona: VETE, NO QUIERO VERTE.

Escuché a Hona gritar y fui corriendo a la habitación.

_Casian: ES ESO, ¿ESTÁS CON ÉL?

_Yo: Primero, no griten, estamos en mi habitación y al lado hay personas que duermen. Segundo, que tú no la cuides no significa que los demás no la cuidemos. Y tercero pase lo que pasé entre nosotros no es de tu incumbencia -puse las fresas y la nata en una mesa mientras decía la primera frase-

_Casian: YO TE VOY A MATAR -dijo viniendo hacia mi-

_Yo: ¿Estás seguro? Con lo que estar por venir, matarme sería un problema. Además, en dos minutos puedo iniciar la guerra entre nosotros y con Nate a la vez.

_Hona: Dante. Por favor. No le sigas el juego, que se vaya.

_Yo: Ya le escuchaste. Te invito a salir.

_Casian: NO SABES DE LO QUE SOY CAPAZ DANTE -dijo amenazador-

_Yo: Te conozco más de lo que me gustaría conocerte.

_María: Se puede saber que hacen chillando a las doce de la noche. Casian ve ya a tu habitación. Y no rechistes. Dante, tú no le sigas el juego, no ves que está cabreado y ebrio -Casian fue a su habitación a malas-

_Yo: Me saca de mis casillas. Llévatelo a su habitación y que no salga hasta mañana. Pásale la llave por fuera cuando salgas.

_Hona: Dante, no te alteres. Lo hecho, hecho está.

_María: Sí, hazle caso. Buenas noches.

_Hona: Descansa.

_Yo: Buenas noches -cerré la puerta cuando salió- traje las fresas y la nata -dije cogiéndolas-

_Hona: Sí -le puse un poco de nata en la punta de la nariz- ¡hey! -dijo indignada-

Mientras Hona intentaba coger la nata con la punta de la lengua yo saqué el teléfono y le saqué una foto de la cual nunca se percató. Cómo no podía cogerla le di un beso en la punta de la nariz mientras me la comía yo.

_Hona: Eso no es justo. Yo quiero nata.

_Yo: Abre la boca -la abrió sacando un poco la lengua (cosa que me calentó) y le eché nata dentro.

_Hona: Gracias -dijo cuando se la tragó-

_Yo: Te doy las fresas y yo me voy a bañar y después vemos Harry Potter ¿Te parece? -asintió-

Le di todas las fresas y me fui a bañar. Tenía muchas cosas que hacer en la ducha y poco tiempo. Cuando terminé de bañarme salí.

La tumbé en la cama para que no se haga daño haciéndolo ella y después me tumbé a su lado. Intentó poner su cabeza en mi pecho pero no pudo. La ayudé a colocarse de forma en la que sí pueda apoyarla y puse Harry Potter mientras le hacía caricias en el pelo. Al terminar la primera película se quedó dormida, apague la tele y la luz de la mesa de noche y me quedé dormido poco más tarde.

Al día siguiente me levanté con mucho cuidado acomodando a Hona para no hacerle daño. Miré la hora y ya mi turno había empezado hace dos horas y media. Me cambié rápidamente y bajé a donde estaban todos.

_María: ¿Se puede saber dónde estabas? Casian te lleva buscando toda la mañana.

_Yo: Durmiendo, pero no tengo ganas de hablar con él. Mi turno de hoy es en la azotea, no se lo digas. Suficiente tengo con las cosas de anoche.

_María: Vale. Llevate algo para desayunar y come arriba -dijo llevando la taza al fregadero-

_Yo: Sí -dije mirando la fruta que había- lavamela -dije tirándole una manzana roja-

Cuando la lavó me la tiró de vuelta.

_Yo: Ve de vez en cuando ve a ver a Hona por si necesita algo, está en mi habitación, yo iré, pero por si acaso ve a verla cuando puedas.

_María: Sí, no te preocupes. Mi turno es de tarde. Me quedaré con ella. Ahora corre arriba que ya llegas tarde.

_Yo: Adiós.

_María: Chao.

Subí a la azotea y me tocaba el turno con Wael.

_Wael: Pensaba que me tocaba solo hoy.

_Yo: No, me quedé dormido. ¿Casian no ha pasado por aquí verdad?

_Wael: No. Sabes que casi nunca sube.

_Yo: Bien. ¿Hay mucho movimiento?

_Wael: El de siempre.

Asentí y fui a vigilar por el otro lado de la azotea. Cuando terminé mi turno bajé a mi habitación.

_Yo: Buenos días -dije entrando-

_Hona: Buen día.

_María: Buenos días.

_Yo: ¿Cómo amanecieron?

_María: Bien.

_Hona: Adolorida.

_Yo: Tengo que echarte la crema.

_María: Yo me voy. Tengo turno en cinco minutos. Descansen.

_Yo: Ten buen turno.

_Hona: Adiós.

María se fue y yo me quedé con Hona.

_Yo: Voy por la crema ¿Puedes girarte o te ayudo?

_Hona: Creo que si puedo.

Asentí y fui por la crema y la pastilla con un vaso de agua.

_Yo: Tómate la pastilla para que no te duela tanto y se te baje la inflamación.

_Hona: Gracias -se tomó la pastilla y se giró como pudo-

Le puse la crema con mucho cuidado y busqué otra camiseta y algo frío que se pueda poner en la espalda. Cuando le di el hielo se le vio en la cara que le mejoró el dolor.

_Yo: ¿Estás mejor?

_Hona: Mucho mejor. Gracias. No sé que haría sin tí.

Luz de LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora