Wanda tomó una carta de la baraja ante la mirada nerviosa de su novio. Le divertía verlo así, intrigado por lo que podría pasar a continuación en aquel trivial para parejas que habían comprado para celebrar su aniversario. No había esperado que fuera tan divertido.
La única norma era ser sinceros el uno con el otro, pero también habían declarado válida la no respuesta. Aunque en ese caso, el que tomara esa opción estaba obligado a complacer al otro en cualquier aspecto que este quisiera durante una semana entera. No se habían negado a responder ninguna pregunta hasta el momento, por lo que estaban libres de castigo.
–Veamos… –Comenzó a leer la carta–. ¿Alguna vez has tenido deseo sexual por una amiga mía?
Aunque ya suponía la respuesta, la indignación en el rostro de Visión la hizo sonreír.
–No, nunca –Respondió con rapidez–. Me planteo si este trivial es para unir a las parejas o separarlas.
–No te enfades, cariño. Ya sé que me eres fiel, aunque no me importaría si Natasha te pareciera guapa, a mí también me lo parece –Se encogió de hombros–. Te toca preguntar.
Visión respiró aliviado de que hubiera llegado su turno y tiró de la pequeña ruleta del trivial. La flecha quedó en la casilla “citas”. Tomó otra carta de la baraja y leyó la pregunta correspondiente.
– ¿Situación más incómoda en una cita conmigo?
Wanda se pensó la respuesta unos segundos. Siempre se lo había pasado bien en las citas con Visión, era una pregunta complicada. Entonces llegó a su mente el peor momento que habían pasado juntos.
– ¿Te acuerdas cuando fuimos a aquel museo medieval? Bueno, intentaba impresionarte fingiendo saber la historia de todos los cuadros así que llevaba un pinganillo en el que Sam me lo iba narrando todo.
Uno de sus momentos más incómodos, sin duda. Ni siquiera eran oficialmente novios en ese momento, lo que lo hacía todo peor aún.
–Oh, lo recuerdo –Lejos de ofenderse, Visión sonrió enternecido–. Sabía perfectamente de tu pinganillo, pero no quise ofenderte. Fue divertido debatir de arte con vosotros dos.
Wanda se llevó las manos a la cabeza, avergonzada. Comenzaba a no resultarte tan divertido ese juego.
–Quiero dejar claro que fue su idea. Yo me negué las tres primeras veces que lo sugirió…
–No es para tanto, yo estuve estudiando arte la noche anterior. De todas formas, valoré tu interés –Confesó–. Es tu turno.
Dejando un poco de lado la vergüenza por su confesión, Wanda tiró de la ruleta. En esta ocasión la flecha cayó en la casilla “Dame tres razones”. Tomó una carta y la leyó en voz alta.
–Tu pareja y tú debéis compartir tres razones por las que os habéis enamorado del otro.
Volvió a sonreír antes de enfocar la mirada en él. Visión comenzó sin necesidad de que le diera paso.
–Oh, esta es bastante sencilla. Estoy enamorado de ti por tu fortaleza, eres la persona más increíble que he conocido, aunque a veces no puedas verlo. También por hacerme comprender el mundo y a mí mismo, de no ser por ti posiblemente seguiría perdido en una búsqueda sin respuestas –Sonrió–. Y aunque es difícil elegir solo una tercera opción, diría que te amo porque me haces sentir esa magia sin la que no podría seguir adelante.
–Oh, cariño… –Suspiró Wanda. ¿Cómo había tenido tanta suerte? Era inexplicable.
–Te toca darme una respuesta –Murmuró Visión. Continuó en vista de que Wanda permanecía callada–. Pero si no la sabes, no tienes por qué…
Ella alzó la mano para pedirle un segundo. Sabía lo que quería decir, pero no tenía las palabras con las que expresarlo. Para él resultaba fácil abrir sus sentimientos sin temblores en la voz, pero a ella siempre le costaba un poco más.
–Te amo por permanecer a mi lado en las peores circunstancias –Comenzó–, y complementarme siempre. La segunda razón es tu bondad. Siempre intentas ver el lado bueno de los demás, incluso aunque todos hayamos perdido la fe. Ves la belleza en las pequeñas cosas, para ti son importantes. Y la tercera… –Volvió a hacer otra pausa, pero Visión no trató de interrumpirla ni de presionarla, simplemente la observó con curiosidad–. Te quiero porque me ayudas a ser mejor persona, a veces pienso que no te merezco –dijo con tristeza.
Dejando a un lado el juego Visión se arrastró por el espacio que los separara y le levantó el rostro para obligarla a verle a los ojos.
–No ser suficiente es un pensamiento que yo también tengo a menudo, Wanda. Pero como has dicho, los dos nos complementamos. Y mientras queramos estar juntos, lo demás no importa.
Ella asintió antes de envolverlo en un abrazo con fuerza. Visión respondió rodeándole la espalda con los brazos y acariciándole el cabello con la mano. Wanda no se apartó, sus brazos resultaban demasiado cómodos.
– ¿Seguimos con el juego o hemos tenido suficiente por hoy? –Preguntó ella.
–Podemos dejarlo en un empate –Respondió Visión apartándose un poco–. Y supongo que eso nos lleva a tener que complacernos mutuamente.
–Eres un pervertido –Bromeó Wanda comenzando a mostrar una sonrisa pícara.
–No, no. Yo no pretendía…
Lo interrumpió con un beso que Visión correspondió al instante. No soltó su cuello al separarse.
–Está bien, cariño –Señaló en su oído–. Tu inocencia es otra de mis razones, pero no me voy a quejar si decides llevarme a la cama ahora.
En menos de un segundo Visión se había levantado y la sostenía de la cintura y las piernas al estilo nupcial.
–En ese caso, no soy nadie para impedir tus deseos.
Ella rio como respuesta.
Ambos se olvidaron completamente del juego durante el resto de la tarde.
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3 capítulos y acabamos, me da algo de pena 😂😂 si los temblores que están sacudiendo mi ciudad no me lo impiden todo irá correcto 👌
Siguiente: 29. Tony Stark
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Celebrando el año nuevo - Reto scarletvision
FanfictionReto de enero: consiste en subir una historia corta por cada día del mes. 31 días = 31 historias. Los capítulos se pueden leer de manera independiente, pero es recomendable seguir el orden por posibles referencias. Los personajes no me pertenecen...