Día 22. Thanos

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Cuando Visión no estaba a su lado la cama se le hacía grande y fría, tal y como ocurría en ese momento.

Miró el reloj y se dio cuenta de que eran las cinco de la mañana, por lo que no podía entender dónde estaba su marido.

Salió de la habitación para buscarlo, meramente para comprobar que estaba bien. Descubrió entonces que la puerta de la habitación de sus hijos también estaba abierta y que ninguno de los dos niños estaba dentro. Vale, eso era más extraño, pero no quería alarmarse más de la cuenta sin antes encontrar a su esposo.

Comenzó a recorrer el pasillo con más rapidez. Fue entonces cuando le llegaron las voces desde la habitación de juegos. Se sintió aliviada al comprobar que los tres hombres de su vida estaban ahí, un niño sentado en la mesa y el otro en las piernas de su padre. Decidió no avisar de su presencia hasta descubrir de qué demonios se trataba aquello.

–Entonces todos nosotros nos colocamos en la primera línea de batalla –Estaba hablando Visión mientras movía unos juguetes de los vengadores–. Y empezamos a pelear. Thor lanzaba rayos, Ant-man pegaba patadas y el Capitán América lanzaba su escudo una y otra vez. Y vuestra madre, bueno… ¿Sabéis la cara que pone mamá cuando se enfada porque no recogéis los juguetes del suelo? –Los niños asintieron con rapidez–. Pues esta vez fue mucho, muchísimo peor. Se lanzó a la batalla antes que nadie, con su magia nos dejaba libre el camino a la batalla. Era grandiosa.

Wanda frunció el ceño. Parecía que su marido se estaba divirtiendo mucho hablando de sus aventuras pasadas, pero no sabía si a ella le gustaba aquello. Sorprendentemente los niños no parecían asustados, sino inmersos en la historia y deseosos de escuchar cómo su madre luchaba contra los enemigos.

–Apenas nos dejaba villanos a nosotros –Siguió hablando Visión con diversión–. Y entonces, cuando lo secuaces de Thanos cayeron, apareció él. Todavía le faltaban dos gemas del infinito, la mía y la de Stephen Strange. Pensó que la mía sería más fácil de conseguir, pero no contó con la ira de vuestra madre. Al ver mi vida peligrar ella estalló, literalmente. Dejó a Thanos tan herido que apenas pudo moverse.

– ¿Entonces lo mató? –Preguntó Billy.

Wanda estuvo a punto de intervenir, no quería que sus hijos pensaran que era una asesina, pero Visión se le adelantó.

–Claro que no, pero lo dejó tan malherido que apenas pudo moverse. Después devolvimos las gemas robadas a su sitio y encerramos a Thanos en una prisión en el espacio de la que nunca podrá salir.

– ¿Pero entonces no está muerto? –Preguntó Thomas con tristeza.

– ¿Y puede volver por vosotros?

–Nadie va a venir por nosotros, Billy –Habló Wanda, llamando la atención de los tres–. Está en una prisión de la que es imposible salir. Y ahora que participo en la historia, sé de dos niños que van a acabar castigados sin chocolate si no vuelven a su habitación ahora. Es tarde y tenéis que dormir –Señaló el pasillo con severidad.

No estaba enfadada realmente con los niños, pero no quería que trasnocharan. Y menos que tuvieran pesadillas con Thanos, ya bastante sufrimiento era tenerlas ella.

–Lo siento, mamá.

–Pero mamá…

–Haced caso a mamá –Ordenó Visión–. Id a dormir, es tarde y mañana tenéis colegio.

Con un suspiro de resignación los niños dieron un beso en la mejilla a cada uno de sus padres y regresaron a su habitación para tratar de dormir. Una vez solos Wanda cruzó los brazos y miró a Visión esperando una explicación razonable. Con él si estaba enfadada.

– ¿Tenías que contarles esa historia? Ahora no van a poder dormir.

–Ni siquiera les he dicho toda la verdad –Se excusó. La verdad era que Thor le había cortado la cabeza a Thanos tras el ataque de Wanda, pero sabía que no era algo recomendable para los niños–. Además, ya estaban despiertos antes de que yo interviniera. Me he despertado y los he encontrado aquí jugando a las peleas de superhéroes, me han prometido que volverían a dormir si les contaba una historia.

–Pero tenemos miles de historias, la de Thanos es terrorífica.

Visión se encogió de hombros.

–Bueno… A ellos les ha resultado divertida. Creo que les hubiera encantado ver actuar a la Bruja Escarlata.

Wanda suspiró. Se acercó a su esposo y tiró de él para regresar a la habitación. Tenía sueño y era incapaz de seguir enfadada, por lo que era mejor dejarlo estar por el momento.

–La próxima vez háblales de los pitufos o de Bob Esponja. Será más apto.

Visión sonrió.

–Recibido, cariño.

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Hoy ha sido otro mal día así que tampoco he podido corregir a fondo, perdón si hay alguna errata. Espero os haya gustado 💜 Yo disfruté mucho escribiendo.

Y como ya dije, cualquier coincidencia que mi fanfic tenga con la serie es casualidad 😅 si alguien se siente más seguro leyendo después de ver los capítulos adelante, pero no hay spoiler premeditados.

Celebrando el año nuevo - Reto scarletvisionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora