Día 18. Vengadores

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Los vengadores estaban un poco nerviosos tras la última llegada de Carol Danvers a la tierra. Normalmente la superheroína se marchaba al cabo de unos pocos días, pero en esa ocasión ya llevaba más de dos semanas viviendo con ellos. Nadie se atrevía a preguntarle si se había mudado definitivamente, pero todos tenían la misma curiosidad.

Sabiendo que no podían comportarse eternamente como unos niños acordaron que uno de ellos tenía que hablar con ella para preguntarle. Mediante un sorteo al azar Wanda salió como la seleccionada.

Se dispuso entonces a buscarla por toda la casa, encontrándola al final en la biblioteca.

–Hola, Carol –Saludó para llamar su atención.

La aludida alzó la mirada para observarla.

–Hola, Wanda.

Tomó un libro al azar de la estantería y se sentó frente a Carol en la mesa, simulando que también iba a leer un rato.

–Tienes el libro del revés –Comentó la rubia, volviendo a girar la vista al suyo–. Y pareces nerviosa. Es la actitud que tienen los culpables antes de confesar un crimen, espero que no sea el caso –Sonrió brevemente.

Wanda suspiró. Ya descubierta no tenía sentido disimular más, por lo que dejó el libro encima de la mesa y se preparó para comenzar.

–Has venido a interrogarme –Dedujo Carol–. Admito que pensaba que vendríais juntos, pero está bien. ¿Qué quieres saber?

–Queríamos saber qué haces aquí y si hay algún peligro para el que debamos prepararnos.

–No, no he traído ningún peligro. Mi equipo se encuentra en el espacio continuando el trabajo. Yo he decidido tomarme un descanso. La tierra es un sitio tranquilo.

Dijera o no la verdad, Wanda no pensaba rebatirle nada.

–De vez en cuando nos atacan robots malignos o seres intergalácticos… –Trató de bromear–. Pero sí, por lo demás es un sitio tranquilo.

–En ese caso confío en que me permitan descansar la mente antes de tener una nueva pelea.

Dicho eso la chica se levantó de su asiento y se colocó frente a la ventana para observar el cielo con actitud pensativa.

–Os envidio, ¿sabes? –Habló cuando Wanda pensaba que iba a dar por terminada la conversación–. A los vengadores.

–Pero tú eres una vengadora… –Murmuró confusa.

–Pertenezco al equipo, pero no soy de la familia –Aclaró–. He pasado demasiado tiempo fuera, soy como un bicho raro para vosotros. He visto cómo me miráis, ni siquiera Steve es capaz de disimularlo. No debes disculparte, lo comprendo –La interrumpió antes de que pudiera rebatir eso–. Viajar por el espacio es gratificante, usar tus habilidades para ayudar a las personas más vulnerables lo es. Pero no te permite tener un hogar real, no como el vuestro.

–Somos un desastre, tú misma lo has visto.

–Definitivamente sí, ni siquiera parecéis tener orden en las misiones –Asintió–. Y vuestra tecnología resulta exasperante y lenta… Pero os entendéis de todas formas, sois felices. Vuestro vínculo es irrompible, pase lo que pase continuáis al frente peleando. Pensaba que aquí podría haber un sitio para mí, pero es complicado incluirte en una familia ya formada.

Wanda hizo el intento de hablar un par de veces pero sin encontrar las palabras exactas. Habían sido un poco egoístas con ella, pero lo importante era rectificar.

Se levantó y se situó a su lado en la ventana. Decidió que podía contarle su propia historia.

–Me uní a los vengadores después de apoyar al villano Ultron y de intentar matar a Tony Stark –Explicó con calma–. Todos me aceptaron como una más a pesar de lo que había hecho. Porque eso es lo que hace un buen equipo y lo que lo acaba convirtiendo en una familia –Sonrió un poco al darse cuenta de que verdaderamente eran eso–. Siempre hay espacio para quien demuestre querer estar. Lamento que no te hayas sentido integrada. Pero… deberías saber que no todos tienen la habilidad de leer la mente, quizá diciéndolo…

Carol la miró con ironía.

–Comprendo –Asintió–. Gracias, Wanda, lo intentaré.

–Y en cuanto a Steve… No tiene problemas contigo, pero aún sigue asombrándose con las cosas de este nuevo mundo. Tú eres una soldado llegada del espacio que se escapa a todo lo que creía posible, pero estoy segura de que llegaréis a un acuerdo. Los dos sois soldados, ¿no? –Señaló–. Seguro que encontráis un tema en común. Por si quieres intentarlo ahora, creo que está limpiando el sótano mientras los demás juegan al Just Dance. Ya ves, no es tan malo ser un vengador.

-Sí, definitivamente podría acostumbrarme. A decir verdad, creo que Steve puede esperar, nunca he jugado al Just Dance.

-Vamos, entonces, estoy segura de que te encantará.

Con una última mirada de comprensión ambas partieron de la biblioteca para reunirse con los demás.

Celebrando el año nuevo - Reto scarletvisionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora