Día 12. Nuestra magia

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Con solo pensar en Wanda ya sentía una magia especial. Era algo más fuerte que el amor, como si sus propias mentes estuvieran conectadas. Quizá se debiera a que los poderes de ambos habían salido de una gema del infinito, pero no podía darle un motivo concreto. Reflexionaba sobre ello mientras intentaba escribir sus votos nupciales.

En ese momento Wanda se encontraba lejos, en una misión en Rusia para la que el gobierno había pedido ayuda a los vengadores. Visión había querido participar en ella, pero ciertamente su presencia se había considerado innecesaria. La parte positiva es que la misión no duraría más de un par de semanas, por lo que sus compañeros lo tendrían todo resuelto pronto.

En un principio Wanda se había mostrado dubitativa de ir, pues ellos dos siempre solían ir juntos a las misiones, pero al final Visión la había convencido. Su relación debía estar separada del deber. Como Vengadores, lo principal era la protección del mundo. Después podrían centrarse en su relación y continuar con los preparativos de la boda, que a causa de aquella misión inesperada había quedado pausada.

No tener a Wanda por ahí le daba la ventaja de poder centrarse sin miedo en las palabras que le diría en la ceremonia. De otra forma habría tenido que mentirle como cada vez que quería prepararle una sorpresa, y desgraciadamente nunca le salía bien.

Necesitaba que sus votos fueran increíbles, decirle en aquellas palabras lo que estaba dispuesto a darle a pesar de las circunstancias a las que se enfrentaran. Pero desgraciadamente no conseguía centrarse, los nervios por la boda no ayudaban.

– ¿Cómo puedo lograr esto, Friday? –Preguntó con cierta resignación. Como si la I.A. lo pudiera ayudar–. ¿Qué hay que decir en los votos matrimoniales? Wanda sabe ya todo lo que siento y lo que quiero decirle.

Lamento no poder valorar ni cuantificar tus sentimientos, señor Visión. Pero si quiere un consejo, le diré lo mismo que le proporcioné al señor Stark cuando se encontró en la misma situación. Empiece desde el principio.

–Eso no es de mucha ayuda –Suspiró–. Pero gracias por la intención, Friday.

–De nada, señor Visión. Lamento no serle de más ayuda.

– ¿Cómo logró Tony dar con las palabras adecuadas para el día de su boda?

Mezcló varios poemas de google y después fingió haber obtenido una inspiración divina gracias al vino–. Explicó Friday–. Para él tampoco fui de gran ayuda.

Bueno, al menos Tony logró algo, aunque fuera todo plagiado de internet. Pero Visión no quería hacer lo mismo.

– ¿A qué te refieres con el principio, Friday? ¿No es esa la cuestión de cada historia? Siempre hay principio y final, no podría empezar de otra manera –Reflexionó un tanto confuso.

Eso es exactamente a lo que me refiero, señor Visión. Cada historia tiene un principio y un final. Una boda no es el inicio en la mayoría de los casos. Debe empezar desde el principio. Rememore la historia, entonces encontrará la inspiración.

Entonces por fin un brillo de energía iluminó su mente. La magia había sido el principio. Y no hablaba de su nacimiento, sino de cuando aún estaba en aquella cuna y la había sentido llamarlo. Aquel había sido su verdadero comienzo, al menos el que él podía tener en mente.

¿Le he sido de más ayuda ahora, señor Visión?

–Sí, Friday. De mucha ayuda.

Con aquel principio en su mente, por fin pudo comenzar a escribir lo que le decía el corazón.

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Este capítulo también fue difícil de escribir. Al principio estaba destinado a ser la boda, pero no me gustaba demasiado así que opté por Visión y sus votos matrimoniales. Al final me gusta como ha quedado, espero a vosotros también❤

Siguiente capítulo: Gotas de miel.

Celebrando el año nuevo - Reto scarletvisionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora