Visión llevaba un rato pensativo mientras observaba a sus hijos en la cuna. Wanda sabía sin dudas lo que ocupaba su mente. Era el aniversario de los Acuerdos de Sokovia, y Visión solía ponerse más reflexivo de lo normal cada vez que llegaba ese día, como si de repente se diera cuenta de todo lo que había ocurrido.
Sin decir nada se colocó a su lado y entrelazó sus dedos, dándole así un apoyo silencioso.
Hablar de los acuerdos de Sokovia no resultaba nada fácil. Habían dado inicio a una época turbia para el equipo. Pero no podían evitar recordarlo cuando llegaba el aniversario, especialmente porque la prensa y las redes sociales se llenaban de mensajes hacia ellos. Algunos decían que si los acuerdos se hubieran implantado bien quizá las cosas no estarían tan mal, y otros simplemente consideraban que había sido el inicio del fin.
– ¿Te encuentras bien, cariño? –Preguntó con dulzura–. Podemos hablar de lo que necesites, ya lo sabes.
–Sí, estoy bien –Asintió él–. Pero los recuerdos no me acompañan.
–Lo entiendo, el día de hoy fue un impacto para todos.
–Todos actuamos terriblemente mal. Yo, en concreto, nunca debí retenerte contra tu voluntad. Debí haber mantenido el orden y la calma, y en lugar de eso…
–No te culpes, Vizh. Yo tampoco debí atacarte como lo hice… –Se encogió de hombros–. Pero ya no podemos cambiar el pasado. Lo hecho, hecho está. Ahora estamos juntos y tenemos una familia –Giró su vista hacia los bebés, que dormían tranquilos en las cunas como si nada pudiera afectarlos.
–Por curiosidad… ¿Qué harías ahora si nos presentaran unos nuevos acuerdos? El gobierno se encuentra calmado al respecto, pero aún quedan grupos a los que no les gustamos demasiado. Siempre habrá cierto miedo hacia nosotros, no podemos controlarlo.
Wanda mostró sorpresa por la pregunta, aunque tenía clara la respuesta.
–Firmaría –Admitió–. Si fuera la única manera de conservar lo que tenemos, firmaría.
– ¿De verdad? ¿Podrías renunciar a tu libertad? ¿A todo por lo que luchaste una vez?
Esa pregunta si que no era sencilla, pero las prioridades de Wanda ya no eran las mismas.
–No niego que sería duro, valoro mi libertad. Pero ahora es diferente, cariño –Lanzó otra mirada a sus hijos y después volvió a mirar a su marido–. Tommy y Billy dependen de nosotros, no podemos permitirnos ser egoístas o velar solo por nuestros intereses. Nuestros hijos son lo primordial ahora, nunca haría nada que pudiera perjudicarles. Además, no creo que fuera fácil huir con dos bebés, sus llantos y la cantidad de pañales sucios que tiramos al día alertarían a todo el mundo –Bromeó–. Por curiosidad, ¿Qué harías tú? ¿Firmarías o preferirías ser un rebelde?
Aunque ella pensaba que lo tendría claro, Visión se pensó la respuesta por unos segundos.
–Creo que volvería a firmar mientras vosotros estuvierais a mi lado, pero no estaría conforme siguiendo una ley injusta –Explicó–. No quiero que nuestros hijos tengan un mal ejemplo de mí, quiero que cuando sean mayores sepan que pueden luchar contra lo que consideren injusto. Incluso aunque ello lleve a la revolución. A veces la calma no se consigue quedándote callado y firmando un documento.
Era un argumento interesante, tenía que admitir Wanda. Visión sería un gran padre, cada vez se lo confirmaba más.
Pero en ese momento sus hijos apenas eran unos bebés, y no quería pensar en ello. Además, esperaba que sus hijos nunca vivieran una guerra entre superhéroes.
–Lo sabrán, cariño. Pero todavía queda mucho tiempo para que se enfrenten al mundo. ¿Por qué no aprovechamos que duermen y nos damos un baño de espuma? –Si aquello no lo animaba, ya no sabía que más podía hacer–. Los amo a los dos, pero estoy agotada.
–Me parece una idea grandiosa –Asintió Visión, sonriéndole al fin–. Prepara el baño, me quedo unos minutos más con ellos.
Wanda asintió, entusiasmada. Se quedó unos segundos más observándolo desde la puerta, solo para asegurarse de que de verdad estaba bien, y después corrió a preparar la bañera.
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Celebrando el año nuevo - Reto scarletvision
FanficReto de enero: consiste en subir una historia corta por cada día del mes. 31 días = 31 historias. Los capítulos se pueden leer de manera independiente, pero es recomendable seguir el orden por posibles referencias. Los personajes no me pertenecen...