Reunirse con los vengadores frente al árbol de navidad para abrir los regalos solía ser una auténtica odisea. Especialmente porque era un día en que se reunían todos, incluidas las familias y aquellos que habitualmente vivían en el espacio, como los Guardianes de la Galaxia y Carol Danvers. Ese año también habían incorporado a la joven Kamala Khan, una inhumana que los había ayudado con algunas misiones, y a Loki, que después de tantos años en la tierra parecía haberse redimido aunque nadie confiara plenamente en él.
Era más que un día especial, representaba una promesa que todos sabían que había que cumplir. Una reunión del equipo que iba más allá de tener que salvar el mundo.
El desarrollo de la fiesta siempre era el mismo: primero cenaban, al menos aquellos que pudieran, después charlaban un rato de sus vidas y finalmente se disponían a abrir regalos al azar de entre todos los que se habían dejado. El único que no podían escoger era el suyo, que debían dejar a disposición de otro vengador.
Esa noche, sin embargo, los regalos habían desaparecido cuando llegaron a la última fase. Parecía cosa de magia, por lo que todos se giraron a mirar a Loki con indignación, sospechando que debía tratarse de una broma.
– ¡Loki! Devuelve los regalos –Ordenó Thor, observando a su hermano con furia.
– ¡Yo no he sido! –Se defendió colocando las manos en alto–. Vale, ya sé que miento siempre. Pero en esta ocasión os digo la verdad. Yo no he sido. ¿Para qué iba a querer yo vuestros patéticos…?
–Loki –Volvió a rugir su hermano.
–Esperad, hay una nota –Habló Natasha, acercándose con rapidez hasta la misma–. Parece que alguien se ha querido hacer el gracioso y ha escondido los regalos. Ahora tenemos que repartir unas cartas al azar e ir buscando los regalos por parejas.
– ¿Y dónde están esas tarjetas? –Preguntó Carol.
–Según esta carta… Debajo del culo de Hulk.
Bruce enrojeció de golpe cuando todos se giraron a mirarlo.
–¡No me he metido las tarjetas en ningún lado, si es lo que estáis pensando! Y tampoco los he robado.
–Deben estar debajo de su sofá –Sugirió Sam–. Siempre se sienta allí.
Fue al lugar y comprobó que, efectivamente, debajo del asiento había una caja de madera. La sacó y la colocó frente al grupo.
– ¿Qué dice exactamente la nota? –Preguntó Steve, acercándose para leerla de cerca.
–Nada, simplemente tenemos que dividirnos en parejas, seleccionar una carta y encontrar los regalos. No podemos empezar hasta que todo el mundo tenga una. Tampoco puedo saber quién ha sido el gracioso al que se le ha ocurrido esta broma, las cartas están escritas a ordenador y puede que no tengan ninguna huella.
–Yo creo que puede ser divertido, una manera original de acercarnos –Dijo Scott, que parecía el más entusiasmado–. ¡Vamos a unirnos a alguien con el que nunca hayamos hablado!
Visión lo observó con sospecha. Scott, con su poder de controlar a las hormigas, era el candidato más potencial de haber realizado aquella broma. También podía haberlo hecho Loki, pero sus planes solían consistir en fastidiar y ponerlos en peligro de muerte. Y luego estaba Sam, que era lo suficientemente listo como para cubrir sus huellas y había adivinado lo del asiendo de Hulk.
Era un enigma que esperaba poder descubrir a lo largo de la noche.
Steve decidió intervenir en vista de que nadie estaba haciendo caso a las palabras de Scott.
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Celebrando el año nuevo - Reto scarletvision
FanfictionReto de enero: consiste en subir una historia corta por cada día del mes. 31 días = 31 historias. Los capítulos se pueden leer de manera independiente, pero es recomendable seguir el orden por posibles referencias. Los personajes no me pertenecen...