Despertó sintiéndose adolorido, su cuerpo estaba encadenado a una pared, la oscuridad le rodeaba, podía oír una gota cayendo sobre algún charco de agua. No supo cómo llego allí, pero a su mente vino el recuerdo de Serenity, el miedo en su mirada cuando fue atacada, él no poseía algún poder especial ni mucho menos era un guerrero, sin embargo su cuerpo se movió sólo interceptando el ataque con su propio cuerpo, algo en él le gritaba que no podía dejar que algo le pasará, lo que más le dolía era no saber si su bombón estaba bien.
— Ethan me matará. — Sonrió para si mismo al pensar en su hermano, ambos solo se tenían mutuamente y el que pase algo a su hermano o viceversa seria prácticamente quedar sin un familiar que les estimé o de la mano en momentos de dificultad, sus padres habían fallecido y ambos quedaron a cargo de una tía que nunca les dió la mas mínima gota de cariño, decidieron depender de ellos mismos desde muy temprano, Ethan había encontrado su pasión siendo instructor de Karate en sus tiempos libres y él componía canciones y las tocaba en algún club, aunque poseían una fortuna que les permitía vivir bien, trabajaban para poder defenderse en la vida, pero el haber llegado a la luna les mostró una nueva perspectiva de las cosas y conocer a la princesa les hizo darse cuenta que nunca habían tenido un amigo más allá de ellos, algo siempre les hacía dudar al quererse involucrar con más personas.
— Ya has despertado, — Las puertas de su celda fueron abiertas. Seiya alzó la mirada buscando a su acompañante. — en otra época no te hubieses dejado atrapar tan fácil.
— ¿Dé qué habla? ¿Quién eres? — Su risa le pareció innecesaria. — Si eres un payaso no debería haber más color.
— Siempre tan gracioso. — Seiya se sentía confundido al escucharle, aquel intruso parecía conocerlo. Las luces de la celda fueron encendidas. Se sorprendió al ver a su captor, su rostro estaba lleno de quemaduras, no poseía cabello, sus ojos blancos completamente, vestía una túnica gris, sus brazos llenos de cicatrices le dieron una idea, aquel hombre había tenido infinidad de batallas en el pasado. — Veo no me recuerdas.
— Nunca olvidaría una cara tan...tan carente de belleza. — Seiya no quería admitir que algo en él le causaba familiaridad, pero suponía que debía ser imposible, nunca antes había estado cerca de personas con poderes especiales. — No soy yo a quien quieres, déjenme ir.
— Eso será imposible. — Se movió tratando de soltarse de las cadenas, su compañero sonrió divertido. — El gran Apolo encadenado como un animal, si me hubieran dicho que vería esto nunca lo hubiera creído.
— Vez, te equivocas mi nombre es Seiya no Apolo. — Sonrió sintiéndose aliviado, pero un fuerte golpe en su estómago borró su sonrisa. — Pero que...
— Idiota, tú no lo recuerdas pero eres un enemigo para nosotros, sin embargo no podemos matarte, mi jefe quiere que le sirvas fielmente. — Seiya alzó el rostro mirándolo con enojó, se sentía un imbécil al no poder defenderse, las cadenas le causaban daño, sus heridas debido al acero le provocaban dolor. — Pero recordarás todo y podras ser útil.
Escuchó las puertas cerrarse seguido de un par de pasos alejarse, miro al suelo, de su boca salía un pequeño hilo de sangre. Su cuerpo le dolía y solo podía pensar en su hermano, en la sonrisa de Serenity cada vez que se encontraban. Quizás moriría en ese lugar solitario y frío, en el instante que se interpuso supo que era prácticamente un suicidio para él, pensó que allí seria su fin, pero al despertar se dió cuenta de la realidad, había sido capturado, aún así no lograba entender el porque, pero ahora que era llamado Apolo supuso que había sido confundido con alguien más, aunque en lo mas profundo de su ser que no era así.
— Lo olvidaste. — Alzó la mirada al oír la suave voz de una mujer, ante él solo estaba una mariposa rosa aleteando. — No debes olvidarlo, debes recordar.
— ¿Quién eres? ¿Que debo recordar? — Sus ojos se cerraban sin razón, no quería dormir pero su cuerpo pedía dejarse llevar al mundo de los sueños.
>>...Se dejó guiar por la luz de una pequeña mariposa rosada, frente a él se encontraba un hermoso jardín de cristal, un pequeño lago brillaba ante él, se acercó mirando su reflejo en el agua, su cabello lo traía más corto, usaba una capa color dorado, en sus manos se encontraba una máscara con un pequeño sol dorado tallado en ella, su traje era de un color gris, en su cintura descansaba una espada plateada, de su cuello colgaba una llave dorada con un pequeño zafiro incrustado en él. El agua se agitó, miro el nuevo reflejo que le acompañaba, no pudo evitar jadear al ver su rostro.
— Espere por tí mi amado Apolo. — Su cabello plateado atado en dos odangos, usaba un largo vestido blanco, a su espalda un par de alas transparentes, sus ojos zafiros brillaban. — Mi amado Apolo, mi querido Seiya Kou, una estrella fugaz que fue capaz de cruzar la galaxia sin saber que eso le traería a mi.
— Eres tú, tu eres quien siempre me habla en sueños. — Asintió. — Bombón, mi hermosa bombón.
— Debes despertar y proteger a nuestra hija, Selene es débil de corazón, tiene muchas heridas en él y te necesita. — Serena tomo sus manos entre las suyas. — Mi amada estrella siempre voy amarte, pronto estaremos juntos de nuevo. Pero debes volver como Seiya y Apolo.
— Serena. — Llevo una de sus manos hacia su rostro acariciando su piel, la sonrisa de ella le hacía vibrar su corazón, se acercó a su rostro besando sus labios, cuánto la amaba a pesar del tiempo, ese amor aún seguía vivo en su alma. Serena sonrió, se alejo de él, entre sus manos pareció una pequeña semilla estelar dorada, esta floto en medio del lago hasta llegar a sus manos.
— Apolo es hora de despertar. — Seiya dejo que la semilla entrará a su cuerpo brindado ese poder oculto que permanecía dormido esperando el momento de renacer. La imagen de Serena desapareció dejándolo solo en aquel campo de fantasía. Busco con la mirada dónde se encontraba la salida, al mirar nuevamente su reflejo pudo ver su cuerpo inconsciente en medio de la celda. Tocó el agua sin sentir la humedad en su mano, cerro los ojos dejándose caer. Su hija le necesitaba y no podía darse el lujo de seguir preso en su propio corazón. <<
Abrió sus ojos al oír una explosión, quería luchar contra quién estuviese allí, pero su cuerpo estaba débil. Una corriente de calor recorrió sus brazos y piernas, las cadenas acabaron destruyéndose en pedazos. Aquello le sorprendió, un punto de luz apareció ante sus ojos, abrió su mano dejando que la luz flotara hasta él, la llave del tiempo apareció entre la luz.
— Gran y poderoso Chronos, yo te invoco. — La llave brillo cambiando su apariencia, su rostro cubierto por la máscara, su traje gris y capa dorada. Cómo pudo se levantó dispuesto abandonar aquel lugar sombrío, sus pasos lo guiaban por un largo corredor, la puerta al final se abrió ante él. Alzó su mano apareciendo un arco, la flecha brillaba.
— Detente Apolo. — Bajo el arco, no pudo evitar sorprenderse al ver a Thanos junto a su hermano, Ethan no entendía quién era ese hombre, pero al verlo apartar la máscara lo comprobó, su hermano era un titán al servicio de la corona lunar.
— Hermano...— Seiya le sonrió.
— Es hora de irnos. — Thanos desapareció sorprendiendo ambos, Seiya se sintió extrañado, sabía que era Arger pero algo estaba mal, algo faltaba en él, aunque sentía que había un problema y no estaba seguro de cuál, tomo a su hermano del brazo depasareciendo del lugar.
Atlas había observado la escena, él había sentido lo mismo, Thanos le parecía diferente, era como si una parte de él hubiese desaparecido y si así era tenía el camino libre para cumplir sus objetivos pues no podría detenerlo.
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Disculpen la tardanza
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Renacer
FanficPrimero que nada, para quienes no leyeron "destellos de luna" les recomiendo leerla pues está es la continuación de esa historia. Habían pasado mil años desde la muerte de Caos, el nuevo Milenio de la Luna fue fundado bajo el mandato de la princesa...