Renacer

Capítulo 37: Oportunidad

¿Qué esperar? Nada, esa era la respuesta patética que Chronos se daba una y otra vez. Serenity sostenía el baculo lunar en alto, a su lado se encontraba un hombre de cabellos grises y abundante barba, sus ojos verdes brillantes, en sus manos un rayo dorado  con el cual apuntaba a Chronos, quien se mantenía cabizbajo en el suelo, su frente sangraba al igual que sus labios. Un nuevo golpe lo hizo caer, escucho el crujir de los nudillos de su atacante, detrás de él un hombre de cabello negro atado en una coleta alta, sus ojos púrpura y piel pálida, en sus manos no había armas, sus puños le servían para el propósito que deseará, se arrodilló junto al dios mirándolo con una sonrisa divertida.

— Dios del tiempo un demonio. — El azabache observo a Serenity, quien solo suspiro dandole a conocer su desagrado por su actuar. — Lo siento.

— Así que permanecían dormidos. — Lentamente comenzó a levantarse sintiendo sus piernas adoloridas por los golpes contra el suelo helado por lo que al final no logro más que permanecer de rodilla debido al dolor. — Supongo tú no eres esa mocosa.

— En efecto, soy solo un fragmento de mi yo pasado oculto en el cristal de plata que deje a mi linaje. — Serenity camino hacia Chronos hasta arrodillarse a su lado, acaricio su mejilla suavemente sintiendo el dolor que aquel dios cargaba desde hace muchos siglos atrás. — Por favor Chronos detén esto.

— ¿Por qué? — Serenity alejo su mano al ver la furia en su mirada. Pensaba que quizás él podría cambiar de opinión pero al ver su expresión supo que no. — No pueden matarme, destruirme es destruir el tiempo.

— Eso lo sabemos. — el azabache se acercó a Serenity, su mirada no se apartaba de Chronos. — Pero si transferir tu poder cómo has hecho muchas veces.

— No lo permitiré, ¿Zeus tu estás de acuerdo? — El peligris asintio. — ¡No pueden hacerme esto!

— Ares, tráelo. — Ares solo asintio antes de sujetarlo por los brazos y obligarlo a levantarse del suelo, lo llevo hacia el centro del círculo de piedra. Serenity entro en aquella construcción sintiendo con sus pies descalzos la frialdad de la roca, ella no deseaba ser cruel y eliminarlo, no quería hacer lo mismo que Chronos era capaz de hacer con otros, pero estaba segura de su decisión. El baculo lunar brillo alejando de ellos todo rastro de la nieve, el viento dejo de soplar, la luna era cubierta por una luz plateada, un rayo cayó al lugar donde se encontraban.

— Selene nos trajo al despertar, solo para detenerte. — Ares sostuvo el baculo junto a la diosa, mientras Zeus solo fue junto a Chronos.

— No podemos permitir que la codicia de los dioses sea la causante de tanta destrucción. — Zeus observo a Serenity, está asintió.

— Por favor cristal de plata ayúdanos. — Con ayuda de Ares sostuvo el baculo, la fuerza que emitía el cristal de plata arrasó con todo a su alrededor, solo la luz permanecía en medio del páramo nevado, el cuerpo de Chronos flotaban en medio de la luz, los cuerpos de Ares y Zeus se desintegraron dejando atrás dos cristales que al final desaparecieron.

— ¿Es todo? — Su voz era un suave susurro en medio de la nada, Serenity sonrió mientras su cuerpo perdía fuerzas y sus ojos se cerraban, al igual que Chronos, ella también perdía vitalidad.

— No lo sé. — Lo último que sus cuerpos sintieron fue un calor abrazador rodearlos hasta consumirlos por completo. El vacío quedó atrás y en medio dos pequeñas semillas estelares brillaban respondiendo al brillo de la otra.

En ese momento un pequeño polvo de estrellas comenzó a caer el tiempo tomaba nuevamente su curso. Miles de imágenes comenzaron a rodear aquellas semillas hasta simplemente detenerse en un punto exacto del tiempo.