Capítulo 25: Hades

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1 semana después

Selene dejo escapar un suspiro, su sobrina había fallado nuevamente al usar su tiara, el entrenamiento con Sailor  Uranus era cada vez más fuerte, era la quinta vez en menos de diez minutos que Serenity volvía a caer al suelo por un golpe de su adversaria. Se levantó de su asiento para ir al campo de entrenamiento, ambas se detuvieron al verla acercarse, tomo el baculo de bambú que usaba Uranus para atacar y lo giro en el aire tomando una pose de pelea, Serenity se sorprendió al ver la acción de su tía, volvió sus manos puños dispuesta a defenderse en una batalla cuerpo a cuerpo, Haruka le había indicado que no siempre podía depender de un arma, debía defenderse con sus puños aunque el enemigo tuviese algo con lo que luchar, era por eso que en ese momento poseia ese margen de desventaja, el baculo. Serenity esquivo un golpe a duras penas, giro sobre si misma para poder patear a su tía, sin embargo la detuvo con su arma, de un golpe en la pierna la volvió a lanzar al piso.

— Es suficiente. — Serenity frunció el entrecejo al ver que no seguiría entrenando. — No te enojes, llevas en esto casi dos horas, necesitas descansar y estás en época de exámenes, lo mejor es que cumplas con tus estudios.

Asintió, se alzó del suelo dandole las gracias a Haruka antes de irse, Selene sonrió divertida al verla irse enojada por detener su rutina. Lanzo el baculo al aire, Haruka lo atrapó en el acto, notaba en su reina un cambio de actitud, la veía más alegre y animada, algo en ella había cambiado solo no lograba entender porque su cambio tan repentino.

— ¡Mi reina! — Mercury corría hacia ella agitada, su frente perlada por el sudor. — Hubo un ataque en la ciudad, Venus y Poseídon fueron a intervenir.

— Cada día los ataques son más constantes, Mercury por favor avísame cuando estén de regreso. Encárgate de preparar todo, iremos a la Tokio, no podemos retrasar más nuestro viaje. — Haruka miro con sorpresa a su soberana, sabía que debía ir pero se extraño al darse cuenta que irían todos.

— Alguien debería quedarse mi reina. — Asintió. — Permítame permanecer aquí.

— No, tu y Venus irán a mi lado al ser las líderes de sus respectivos equipos, Diana y Dean serán más que suficiente para defender el palacio y la guardia real igual. — Les dio una mirada sería ambas. — Espero que no traten de convencerme de lo contrario, se porque tomo mi decisión.

Ambas asintieron. La miraron marchar  en silencio, Mercury suspiro agobiada, no tendría tiempo de estudiar si todo seguía de aquella forma, mientras Haruka seguía pensando en la actitud de su soberana. Selene se cruzó de brazos mientras caminaba por el pasillo a su habitación, estaba segura que todos se preguntaban por su cambio de actitud, hasta el cristal de plata había comenzado a responderle nuevamente poco a poco y todo se debía a esa tarde con aquel joven, aunque desde ese día no lo había vuelto a ver, suponía que Seiya le había prohibido ir de nuevo al palacio y por alguna razón ella deseaba verlo de nuevo. Se detuvo en medio del pasillo al sentir una presencia en su habitación, su corazón parecía querer salirse de su pecho. Se acercó a la puerta sosteniendo la manilla con su mano temblorosa, el sonido de las bisagras al abrirla le hizo suspirar, quizás se estaba equivocando.

— Alucino. — Entro observando el lugar, no había nadie, las puertas del balcón estaban cerradas así como las cortinas, las luces de la habitación se encendieron en el momento que entró. Se dejó caer en su cama tomando su libro y poder relajarse antes de la reunión con sus guardianes.

— Mi reina. — Un escalofrío recorrió su cuerpo al oír la voz del intruso que había sentido. — La puerta de su closet se abrió, miro principalmente la máscara que lo cubria, no tuvo que desconfiar de él, su energía le indicaba que era Hades, el titán de la muerte. El enmascarado se arrodilló ante ella.

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