Renacer

Capítulo 21: Sailor Moon - parte II

Luna miro con sorpresa como Serenity se transformaba frente a ella, la joven princesa no dejaba de ver sus manos cubiertas por sus guantes blancos, sonrió al ver a la pequeña gatita antes de acariciar su cabeza con suavidad, su mente aún se encontraba confusa. Abrió la puerta del gimnasio topandose con una fuerte ventisca helada, las sailor se encontraban siendo consumidas por el hielo, sus cuerpos se congelaban ante el poder de su enemiga, los caballeros por su lado eran atados, por cadenas de cristal. Sus pisadas resonaban en el piso helado, Mars y Venus al verla no evitaron sonreír, Uranus sintió alivió en su alma.

- ¿Quién eres tú? - Alzó su mirada al cielo, su enemiga cubría parte de su rostro con un abanico, su risa cesó en el momento que cruzo al patio. - Una nueva cucaracha que derrotar, busca a la princesa y acabemos con esto.

- No puedo permitir que arruines un centro de estudio de esta forma, soy una Sailor Scout, que lucha por el amor y la justicia, ¡Soy Sailor Moon! Te castigare en el nombre, de la luna. - Para las guardianas escucharla decir aquellas palabras y hacer todas esas posiciones era como volver al pasado, para Seiya fue un golpe duro verla allí después de resignarse a no estar a su lado de nuevo. Serenity levantó su brazo derecho esperando que su cetro lunar apareciera, pero al darse cuenta que aún no tenía todo su poder solo pudo limitarse a esquivar el ataque. Cayó de rodillas, miro con horror como su piel se había rasgado dejando caer pequeñas gotas de sangre.

- Te llevaré con mi amo. - Apretó con fuerza sus manos al verla venir hacia ella, entonces lo recordó. Cerro los ojos llevando su manoderecha hasta su frente, la tiara lunar brillo siendo cubierta por un suave luz plateada.

- Tiara lunar...¡Acción! - Su ataque fue directo a su enemiga, quien lo recibió directamente en su vientre hasta desaparecer, el abanico cayó al suelo convirtiéndose en cenizas. El hielo empezó a derretirse liberando a sus compañeras. Serena levantó la mirada al sentir una presencia lejana observando. Mordió su labio al ver cómo se acercaban a ella, no quería ser descubierta, por lo que prefiero escapar de ellos siguiendo a la persona que le había estado observando, además de eso pensaba en su enemiga, en la forma que se dejó vencer tan rápidamente cuando en un principio llevaba la ventaja contra sus compañeras. Se detuvo sobre uno de los tejados, Atlas se encontraba ante sus ojos sosteniendo la máscara de Thanos llena de sangre, la arrojó a sus pies confundiendola.

- Seguirán muriendo inocentes, exijo él y la reina me sean entregados. - Serenity siguió mirando la máscara, a su mente vino el recuerdo de su hermano al verlo nuevamente en el pasado. — Si él no aparece, destruiré la ciudad.

— Ar...Thanos murió, se niega a volver como los demás. — Atlas arqueo una ceja divertido por sus palabras.

— Aún no se han dado cuenta, son tan idiotas. — Pateó los restos de la máscara a sus pies. — Thanos ha regresado y está más cerca de lo que piensan, al igual que Hades. Princesa Serenity nos volveremos a ver y en ese momento el reino que amas arderá.

El viento frío la envolvió causando en ella un escalofrío, Atlas le dedicó una sonrisa antes de  desaparecer dejando detrás de él solo un aura oscura. Miro al cielo pensando en sus palabras, sintió una fuerte opresión en su pecho al recordar el momento en que su hermano murió en brazos de su hija, en esa época llegó pensar que nunca más se necesitaría a Sailor Moon, pero el destino le tenía preparado muchas cosas  y una de esas fue volver a luchar. Retrocedió al escuchar varios pasos acercándose, lanzo su tiara lunar, está rebotó cayendo a sus pies.

— Tus ataques no son fuerte contra mi. — Miro con asombro a quien salía de entre el callejón, su oscura máscara brillaba a la luz, el símbolo de Saturno brillo en ella. Su guadaña manchada de un oscuro líquido, el cual caía gota a gota sobre el pavimento.

— Hades. — Se acercó  lentamente a ella, sus manos fueron hacia sus brazos acariciándolos con suavidad, sintiendo la suavidad de su piel.

— En está oportunidad...— Hades retrocedió  dejando caer su guadaña, llevo sus manos hacia su cabeza sosteniendola con fuerza. — Aún me duele recordar.

— ¿Quién eres detrás de la máscara? — Deseo acercarse, quitar la máscara de su rostro, pero él lo impidió tomando sus brazos con fuerza, impidiendo que cumpliera su cometido. — Déjame ver.

— Aún no es momento, debemos esperar que Thanos se encuentre con él mismo, es la única oportunidad. — La libero dispuesto a marcharse. — Serenity, linda luna nos veremos pronto.

Los ojos de la guardiana se cerraron al oír su suave voz, todo a su alrededor comenzó a moverse, un temblor sacudía la ciudad o eso creía sentir. Corrió en busca de un refugio, de saber que ocurría pero todo solo fue causado por  su imaginación, había sido la forma en que Hades desaparecía de su vista.

— ¿Debería ir con la reina? — Sacudió la cabeza antes de encaminarse al palacio, esperaba no ser muy obvia frente a ella, pero conocía perfectamente a su madre y tía como para estar segura que podrían reconocerla con solo verla pisar el terreno del palacio. Se detuvo en medio de su avance, Uranus y Venus se encontraban ante ella deteniendo su andar, Venus sostenía su cadena y Uranus su espada, se preguntaba ¿Como la guardiana de los vientos mantenía su talismán? Posiblemente ella había entrenado lo suficiente para poder despertarlo.

— ¿De verdad eres tú? — No supo que responder, Minako se acercaba con cautela. — ¿Serena?

— Ya no soy esa persona, Serena murió hace mucho tiempo, por favor no quieran que sea ella. Soy solo yo...— Uranus sonrió levemente. — Iré con la reina.

— Nosotras te llevaremos. — Asintió a las palabras de Uranus, ambas se hicieron a un lado dándole paso, nuevamente las guerreras de la luna plateada se encontraban reunidas después de mucho tiempo, era el momento que Chronos predijo antes de dejarse morir junto a su reina, una última batalla se acercaba desde el horizonte y ellas debían unirse de nuevo para poder encontrar la paz. Atlas las miraba alejarse en dirección al palacio lunar, observo las manchas oscuras en el pavimento de ellas emanaba una pequeña flor llena de espinas, sonrió divertido antes de tomarla y destruirla entre sus dedos, sus pétalos triturados fueron llevados por el viento hasta perderse entre quienes caminaban a su alrededor, usaría todo lo que pudiera obtener hasta que él apareciera.

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Gracias por leer, nos leemos en el próximo capítulo: Espinas