Capitulo 37.
ASTER.
Evito mirar a Yoon cuando baja por las escaleras con su semblante serio, Drake a mi lado se aclara la garganta y me golpea con fuerza por tercera vez. Continúa molesto porque me acosté con la ninfa.
—¿Puedes dejar de hacer eso? Estamos en una situación complicada. —susurro cerca de él.
—Eras tan idiota, ¿cómo pude permitir eso? Debí de cortarte tu amigo en cuanto tuve la oportunidad.
Ignoro sus palabras, mirando atentamente a la bruja. Ella se acerca a la puerta con los ojos cerrados, posando su mano sobre ella y murmurando algo, la roca brilla debajo de las palmas de sus manos. Con un fuerte estruendo que sacude la cueva, varias piedrillas caen sobre nuestras cabezas, la puerta se abre lentamente con un fuerte viento que nos sacude las ropas y el cabello, el polvo se eleva y luego se disuelve revelando a un hombre encapuchado.
Miro a la bruja que, al ver nuestra confusión, mira el interior de la cueva donde el hombre junto a una mujer con una capa rosa nos espera. El hombre sostiene un viejo libro entre sus manos, cabello oscuro, piel pálida, ojos rojos y un par de alas negras. Creí que me encontraría con un anciano o un lugar lleno de telarañas donde estaría el libro. La mujer a su lado, oculta su rostro bajo la capucha.
Zera, la bruja guardiana del libro, abre los ojos soltando una exclamación.
—Ulric Bahamut... — susurra su voz. Parece ligeramente más pálida de lo que estaba cuando nos conocimos por primera vez. El cuerpo de Irati, que está a mi lado, se extrémese al escuchar el nombre. — Deben de tener cuidado, es un ángel caído.
—El mismo, gracias por la presentación mi querida bruja. — musita con una sonrisa, da un paso hacia donde nos encontramos y sus ojos negros como un abismo interminable, se posan en Irati, una sonrisa se forma en sus labios. — Al fin nos vemos cara a cara, princesa. — habla el hombre. Los ojos de Irati se abren y sus pupilas se dilatan.
—Es él. — susurra ella.
Entonces ese era el sujeto del que hablaba Irati. Mis manos buscan por ir y coger el mango de la espada, pero una voz femenina que conozco a la perfección me interrumpe.
—No te atrevas cariño. —advierte Trina, sacándose la capucha.
Drake gruñe a mi lado, puedo ver cómo quiere ir por su espada y abrirle la garganta a la ninfa, pero lo detengo con una mirada. Irati hace un ruido de disgusto, sus amigas la fulminan con la mirada y Yoon y Killay se limitan a mirarla como si estorbara.
—Tiene el libro. —se queja el dragón.
—Sí, ya lo vi.
—¿No planeas en ir por él? —se vuelve a quejar mi amigo, niego.
—Ven, Aster, sé que deseas algo más que el libro. —Trina agita su mano en un gesto seductor, aparta la capa que tapa su ropa y muestra con arrogancia la ropa que viste por debajo.
—Esa mujer debe de estar hecha del hielo más frío de Guarrenclow si no se está muriendo de frío con esos trapos. — susurra Killay con disgusto mirando el pedazo de tela que hace de vestido para la ninfa.
Mis ojos miran confundido a la ninfa. ¿Realmente lo estaba haciendo? Cambio mi mueca, por una sonrisa ladina y me acerco sintiendo la mirada desconcertada de todos, aún más las llamas que me envía Drake desde su sitio.
La ninfa me mira complacida cuando me acerco y sus manos van a parar a mi pecho. Me acerco a su rostro, vacilante, pero voy hasta su oído.
—No debiste de mostrarle ese trozo de tela a Irati. —musito, sacando rápidamente una daga y cuando estoy por introducirla en su estómago, una mano me detiene, miro al hombre que sostiene el libro.
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Irati: El Libro Perdido (Guarrenclow #1)
Fantasy"El principio que define esos amores que nacieron predestinados" Yuanfen. Irati es la hechicera más fuerte de su reino y la próxima líder de la Torre Mágica. Sin embargo sus manos están manchadas de la sangre de miles de inocentes, lo que la...