Irati: El Libro Perdido (Guarrenclow #1)

33.

Capitulo 33.

No puedo evitar en mirarlo confundido por su respuesta apresurada, ni siquiera parece que la procesara. Me alzo de hombros sin tener el humor de preguntar más al respecto, puedo divisar que el ambiente en el pequeño pueblo va cambiando cuando nos adentramos.

Yoon permanece con su perfil inquebrantable, Drake parece estar presente aquí y con su mente viajando por las estrellas, por mi parte tan solo me mantengo al tanto de algún movimiento extraño en la zona. Pronto una taberna con un extraño signo en la puerta indica que encontramos el lugar que buscábamos. Era marca de la mafia.

— Sean cautelosos... — gruñe Yoon mirando en dirección de Drake. Cierra sus ojos y un fuerte resplandor cubre su cuerpo antes de que un Yoon que aparenta unos veinte años nos mire igual de serio. — Esta forma es mejor para poder realizar esto. No dejarían entrar a un niño. — responde con voz una voz más gruesa y grave.

Claro, es que era completamente normal ir cambiando de apariencia por aquí y allá. Parpadeo un par de veces saliendo del asombro y mantengo mi cara de pocos amigos, observando al Drake perdido en el espacio. Si se mantenía de ese modo, era probable que olvidásemos que nos acompaña.

Al llegar a la puerta un hombre nos registra, advirtiendo que el uso de armas en el lugar no era permitido. Le entregamos nuestras espadas e ingresamos, el lugar es igual de horrible que por fuera, mesas de aspecto frágil, una barra del mismo aspecto con sus taburetes que están a segundos de quebrarse y los hombres dentro del local, continúan en lo suyo. Podría haber apostado con que ellos se nos lanzarían encima a matarnos, pero mantuvieron sus posiciones apostando en la gran mesa.

Yoon nos guía hasta el lugar más oscuro de la sala y mira detenidamente a todos en la sala. Eleva su mano y una chica aparece a preguntar si deseamos algo de tomar.

—Dos vasos del mejor ron que tengan. —le pido a la chica y ella se aleja.

Permanecemos en silencio, hasta que la chica aparece y deja las bebidas en la mesa, le paso un vaso a Drake y yo dejo otro. Yoon señala con su barbilla tranquilamente al hombre que ha ido ganando cada una de las rondas en el juego de cartas.

—Esa es la persona que buscaban. —señala Yoon.

Drake bebe el contenido de su vaso pacientemente, pero puedo identificar en su mirada como su mente esta ideando un plan y el único que veía aceptable era unirnos al juego de cartas y apostar.

Me levanto de la mesa y me acerco a la mesa en donde el juego se está reiniciando, Drake me sigue de cerca con su semblante serio. Me dejo caer en el asiento donde un sujeto acaba de levantarse después de perder todo su dinero o eso dijo.

—Tenemos nuevos jugadores en la mesa, no son de por acá, ¿cierto? —el hombre habla, mezclando las cartas entre sus manos.

—No, venimos en busca de un secreto. —responde Drake, sentándose en frente mío.

—Acá solo apostamos dinero. —advierte, sin detener el movimiento en sus manos.

—Podríamos ofrecer una gran suma de dinero a cambio de lo que buscamos. —hablo, sacando una pequeña bolsa del bolsillo de mi pantalón.

—¿Cuánto ofreces? —indaga interesado, observando la pequeña bolsita en mis manos.

—Estoy hablando de diamantes. ¿Jugamos?

El hombre parece meditar la información, pero termina por asentir con su mirada fija en la bolsita que dejo caer sobre la mesa, revelando su contenido. Esperaba no perder esos diamantes.