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IRATI

Oh por los Dioses Studna.

—¿Qué demonios haces aquí? ¿Y-y porque no traes nada puesto?

—Sólo me he sacado la camisa. No seas tan dramática.

—¿Dramática? ¿Yo? —ruedo los ojos, si el único dramático aquí es él. —Como sea... ¿Puedo saber qué haces aquí?

—Desgraciadamente debemos compartir habitación.

—¿¡Estás loco!? ¡No compartiré cuarto contigo!

El muy idiota sonríe dejándome descolocada por un momento en el que reacciono chillando con furia cuando con descaro se deja caer sobre la cama.

—¡Aster!

—¡Loca!

—¡Deja de ser tan idiota y vístete! —gruño furiosa cerrando la puerta, me saco los zapatos de golpe y me acerco al gran baúl que me pertenece. —Soy un idiota con orejas puntiagudas.

—Primero me obligas a vestirme y luego me insultas. —se apoya sobre sus codos para mirarme muerto de la risa—. Lo siento, pero la cama es mía.

Frunzo los labios en una mueca desagradable, maldito idiota arrogante.

—No te pases de listo. —comienzo a desvestirme detrás del biombo. Solo él cree que le dejare la cama para él solo, yo no tengo problema alguno en compartir.

Salgo detrás del biombo y sin importarme por las reglas de modales dejo caer la bata de mi pijama al suelo y corro hasta la cama e ignorando al tempano de hielo me envuelvo en las cobijas.

ASTER

¿Acaso está loca?

Sólo ella cree que compartiremos cama.

—¿Estás loca? ¡Aléjate! La cama es mía. —digo irritado al verla justo a mi lado.

—No seas dramático... No es como si te fuera a hacer algo mientras duermes, infantil.

—Disculpa si no me inspiras confianza mientras duermo. —me muestra su lengua.

¿Estábamos hablando de que yo soy el infantil? ¡Es una completa loca esta mujer! ¿Y los modales? Se había deshecho de su bata como si fuera cualquier cosa ante mis pobres ojos.

—Eres un ser detestable, tonta. —gruño dándole la espalda.

—También te amo, prometido.

—Lástima que el sentimiento no es mutuo, prometida. —cierro mis ojos con la esperanza de poder dormir con la tonta a mi lado.

...

¿Me volví loco? ¡Lo menos que pretendía era amanecer con Irati entre mis brazos! He perdido la razón completamente, estoy acabado. Su largo cabello rubio se encuentra esparcido sobre mi pecho desnudo, lo que más llama mi atención son sus rosados labios entré abiertos... ¿Desde cuándo es tan... tierna?

IRATI

Abro lentamente mis ojos todavía soñolienta, pero haciéndome imposible seguir durmiendo al sentir algo tan caliente debajo de mi pecho. Un pequeño bostezo se me escapa de los labios y buscando una forma más cómoda para dormir me remuevo sobre la dura y suave superficie. Vuelvo a cerrar los ojos y halo de la cobija para taparme mejor ignorando el calor, tengo mucho sueño como para preocuparme por eso.

Lo mejor de ignorar el calor es que la cama está realmente cómoda, le rogaría a mi papá para que hablara con los encargados del castillo de que me dejaran llevármela a mi hogar. Una oportunidad como esa no la podía desaprovechar, llevaba meses sin poder dormir bien y esta vez lo había hecho con paz.

Irati: El Libro Perdido (Guarrenclow #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora