26.

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Capitulo 26.

ASTER.

Salí del baño con una toalla colgando de la cintura y otro sobre mis hombros para secar mi cabello, acaricio el suave pelaje de Agnes y me dispongo a buscar ropa, pero la puerta se abre de golpe y mi mano se alza con una daga.

—Estuve a segundos de abrirte la cabeza con esto. —reprendo a Drake, dejando la daga al lado de Agnes.

—¡Las chicas! —grita cerrando de golpe la puerta, pero todo lo que iba a decir se lo evita para mirarme con deseo fingido, ¡hasta muerde su labio inferior exagerado! —. Estas como quieres amigo, ya comprendo porque Irati esta tan loquita contigo. Ese cuerpo mata a cualquiera, ¿te han dicho que eres muy visual? Quién necesita a esa loca de esta ca...

Sus ojos se abren de golpe, se lanza a darme fuertes golpes en el brazo emocionado y con su boca abierta. ¿Qué le pasaba? Sostuve con ambas manos la toalla en mi cintura porque con tanto movimiento quedaría desnudo frente a mi amigo.

—Habla ya, por las Diosas. —me quejo, golpeando su cabeza.

—Irati desconfía de la hospitalidad de esa mujer y ¿la verdad? Yo también.

—¿Por qué? ¿Por qué prefirió lanzarle el coqueteo a Killay o a Irati? —cuestionó, volteándome a buscar mi ropa.

—¡Sí! Pero si ellas lo dicen, debemos de confiar en ese sexto sentido femenino. —responde, tratando de darle sentido a su "desconfianza".

—Está bien, iremos a buscarlas y comprobar que todo está normal, pero déjame vestirme.

Cuando estaba por girarme sentí una fuerte palmada en mi trasero, me giro molesto con el loco de mi mejor amigo.

—¿Me acabas de tocar el trasero Drake?

—Lo golpee y en mi defensa, desde esa posición era imposible ir contra el instinto de golpearlo. —se alza de hombros mirando a otro lado.

Le nuestro mi dedo de en medio y me voy a vestir al baño, al acabar camino fuera de la habitación siendo arrastrado por Drake hasta la alejada habitación de las chicas. Golpeamos por un largo minuto, hasta que me irrité de estar como idiota y abrí. Nadie.

—Algo muy raro está pasando aquí... —susurro Drake a mi lado.

—Deben de estar en la habitación de Yoon, todas tienen una extraña fascinación por el chico.

Caminamos de regreso al fondo del pasillo, dos puertas lejos de mi habitación y estábamos frente a la puerta del silencioso chico. Antes de golpear escuche risas femeninas al otro lado, mire a Drake con una expresión de te lo dije, pero el dragón abrió la puerta de golpe. En efecto tenía un grave problema con no saber tocar antes de entrar.

—¿Saben dónde se encuentran Irati y Killay? —pregunto al asomar mi cabeza al interior.

El pobre chico estaba siendo torturado por las amigas de Irati y la pequeña Lun permanecía descansando tranquilamente en la cama.

— Ah, hola. No. Pero no me molestaría si se llevan a estas pesadas de aquí. — Yoon trata de poner una expresión asustada en su rostro, pero simplemente su rostro vuelve a su mueca de indiferencia de siempre.

—Lo siento, recuerda que tu nueva madre fue muy insistente en nunca quitarte de su lado. ¿Quién sería yo para provocarle tal sufrimiento? ¡Nos vemos en el desayuno! —me despido, cerrando la puerta en la cara de Drake.

—Debemos de ir a hablar con esa tal ¿Joel? Bueno, eso no importa.

Drake me toma del brazo, me arrastra por el pasillo en contra de mi voluntad y luego escaleras abajo, sin importarle que estuve por caer sobre su espalda en varias ocasiones. Al parecer la misteriosa mujer estaba por subir las escaleras cuando Drake se detiene de golpe y mi rostro colisiona contra su espalda.

Irati: El Libro Perdido (Guarrenclow #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora