Inocente Flirteo

Capítulo 28

~Marja~

Nos detenemos delante de su casa. Siento como mi corazón martillea con fuerza. ¡Tengo pánico! Veo a Ben bajar primero y rodear el auto para abrir mi puerta.

—Ven —Dice extendiendo su mano.

Dudo en aceptarla, unos segundos, pero al ver su enorme sonrisa, mis dudas desaparecen. Le devuelvo la sonrisa y acepto su mano para bajar. Justo en ese momento, se detiene el auto del esposo de Perla. Perla nos saluda con la mano a modo de pedirnos que esperemos por ellos. Los esperamos y juntos nos dirigimos hacia la puerta.

—Ustedes primero —Dice Perla con una sonrisa burlona. Chica mala, lo está pasando a lo grande.

 Ben abre la puerta y descubro que su madre está ahí, del otro lado esperándonos. Nos mira con una sonrisa afectuosa y sincera.

— ¡Marja querida! —Exclama con alegría mientras me toma de los hombros y me planta un beso en la mejilla.

—Hola señora —Tartamudeo con nerviosismo. No sé a dónde rayos se ha ido mi valor, estoy temblando y mi voz es un mero susurro que suena ajeno.

— ¡Eres tú! —Dice mientras retrocede y me mira fijamente sin dejar de sonreír, luego mira por encima de hombro a Ben.

—Sí, madre —Confirma Ben por mí. Pues yo sigo de piedra, sin saber cómo actuar— Es ella —Dice abrazándome por detrás y depositando un beso en mi mejilla.  

—Me da mucho gusto que seas tú —Asegura su madre— Ya sabes que esta es tu casa.

—Gracias, señora.

Me siento extraña. He estado muchas veces en esta casa, pero ahora todo me preocupa y temo estar fuera de lugar. Ellos son demasiado refinados y conservadores, al menos sus padres.

—Te quiero —Murmura Ben en mi oído y me relajo entre el calor de sus brazos. Él sabe cómo despejar mis temores.

—Vengan, la comida esta lista —Anuncia su madre indicándonos que vayamos al comedor.

— ¿Y mi padre? —Pregunta Ben. Yo también me pregunto lo mismo, no lo veo en la sala y no nos ha recibido. Bueno, no es que sea alguien importante ni nada parecido.

—Aquí —Contesta cuando entramos al comedor. Esta sentado en la cabeza del comedor y nos miraba atentamente.

—Buenas tardes, señor Smith —Saludo torpemente.

Él asiente sin contestar y eso dispara mis nervios. Ben retira una silla para mí y se acomoda a mi lado. Todo es silencio mientras todos ocupan sus respectivos lugares. Me froto las manos nerviosamente, cuando de pronto Ben toma mi mano por debajo de la mesa y entrelaza nuestros dedos. No me mira, pero transmite su sentir y apoyo a través de su contacto. ¡Lo adoro!

—Entonces... —Comienza a decir su padre, mientras se sirve el postre— ¿Son novios formalmente? —Interroga.

—Si —Responde Ben.

— ¿Qué dicen tus padres? —Pregunta mirándome directamente, razón por la que Ben se abstiene de responder. Me aclaro la voz. "Si supiera lo que han dicho, seguro le daba algo"

—Por ellos no hay problema —Me mira pensativo y siento morir bajo la severidad de su expresión.

—Tampoco por nuestra parte —Asegura. A pesar de que no son malas sus palabras, me siento nerviosa, pues su cara dice otra cosa— Pero si las cosas se formalizan, me gustaría que dejaran de salir a esos lugares... que les gusta frecuentar.

— ¡Papá! —Chilla Perla indignada— No puedes pedirles eso.

—Creo que eso le daría un poco más de seriedad a su relación —Contesta ignorando a Perla. ¡Lo sabía! Sabía que esto podría pasar.